martes, 16 de septiembre de 2014

TRECE AÑOS DESPUÉS PERSISTE LA CEGUERA

LA GUERRA DESTRUYE PAÍSES MUSULMANES
MIENTRAS QUE LOS OCCIDENTALES, CIEGOS,
SIGUEN DISCUTIENDO SOBRE  LAS TORRES.

 Escribe 
THIERRY MEYSSAN (*) 
Fuente “Red Voltaire” DAMASCO (SIRIA) 
FRANÇAIS  PORTUGUÊS  DEUTSCH 
12 de Septiembre 2014

(*) THIERRY MEYSSAN (1957 Gironda, Francia) es un periodista y activista político francés, autor de investigaciones sobre la extrema derecha así como sobre la Iglesia Católica, entre otras. Escritor y analista internacional., Presidente fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Es analista y consultante de varios gobiernos

NOTA PREVIA - Thierry Meyssan fue el primero en demostrar que lo que nos decía la versión oficial sobre el 11 de Septiembre era imposible y en llegar a la conclusión de que aquellos hechos iban a ser utilizados para justificar una profunda modificación de la naturaleza y la política del régimen estadounidense. Desde entonces, la mayoría de sus lectores siguen profundamente interesados en lo que sucedió aquel día mientras que el propio Meyssan ha seguido adelante, comprometiéndose en contra del imperialismo en Líbano, en Libia y actualmente en Siria. En este artículo, Thierry Meyssan refiere nuevamente los hechos de aquel día.

Los acontecimientos del 11 de Septiembre de 2001 se mantienen en la memoria colectiva bajo la apariencia que les dieron los medios de prensa: atentados de enorme envergadura perpetrados en Nueva York y Washington. Pero aún siguen manteniéndose ocultos los objetivos del poder, que sufrieron un profundo cambio aquel día. Cerca de las 10 de mañana, cuando ya habían tenido lugar los atentados

contra el World Trade Center y el Pentágono, el consejero antiterrorista de la Casa Blanca Richard Clarke puso en marcha el programa de «Continuidad del Gobierno». El objetivo de ese programa es tomar el lugar del poder ejecutivo y del poder legislativo estadounidenses en caso de destrucción provocada por una guerra nuclear. No había por lo tanto ninguna razón para ponerlo en marcha aquel día. Pero a partir de su aplicación, el presidente George W. Bush fue depuesto de sus funciones, que pasaron a manos de un gobierno militar. Durante todo aquel día, el Poder Militar puso bajo su control a los miembros del Congreso de Estados Unidos y sus respectivos equipos de trabajos manteniéndolos detenidos en dos bunkers de alta seguridad que se hallan cerca de Washington, Greenbrier Complex (en Virginia Occidental) y Mount Weather (en Virginia). Los militares no devolvieron el poder a los civiles hasta el final del día y el presidente Bush pudo dirigirse a sus conciudadanos hacia las 20 horas. El hoy ex presidente George W. Bush estuvo 
 
(Para activar el video ver al pie de la nota)


vagando por el país durante todo el día. Estuvo en 2 bases militares y en ambas exigió que le trajeran un vehículo blindado para no atravesar la pista a pie, porque temía que lo abatiese alguno de sus propios soldados. El presidente Vladimir Putin, quien estuvo todo el día tratando de hablar con él por teléfono –para evitar un malentendido y que surgiese algún tipo de acusación contra Rusia– nunca pudo ponerse en contacto con él. Hacia las 16 horas, el entonces primer ministro de Israel, Ariel Sharon, apareció en televisión para decirles a los estadounidenses que los israelíes conocían los horrores del terrorismo desde hacía mucho y que compartían el dolor del pueblo de Estados Unidos. Y de paso anunció que los atentados habían terminado, algo que sólo podía saber estando implicado en ellos   

 Para ver el video:



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