jueves, 18 de septiembre de 2014

LOS NUEVOS CABEZA DE TURCO

MIGRANTES INDOCUMENTADOS 
LLEVAN AÑOS TRABAJANDO 
EN EE. UU.PAGANDO IMPUESTOS

Escribe 
ANA MARÍA ARAGONÉS (*) 
Columnista  en “La Jornada” de México 
17 de Septiembre 2014

(*) ANA MARÍA ARAGONÉS. Escritora. Periodista. Especialista en Políticas Migratorias. Profesora titular en el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc); en el área de Economía del Trabajo y Tecnología.Imparte clases en el posgrado en la   UNAM. Investigadora del CONACYT. Doctorado: En Derecho por la Universidad de Montpellier, Francia. Maestría: En Administración del Trabajo. Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, entre otras. Articulista en la sección de opinión del periódico "La jornada" desde 1996


Los argumentos en favor de una reforma migratoria en Estados Unidos son muchos y muy convincentes, pero pocas veces los obstáculos para lograrla han sido tan difíciles y dolorosos para los trabajadores que están a la espera de poder dejar las sombras y vivir como seres humanos sin la opresión de la
clandestinidad a la que los obliga la falta de reconocimientos laborales y administrativos. El último anuncio de Barack Obama de que no tomará acciones ejecutivas sobre la reforma migratoria hasta después de las elecciones legislativas de noviembre, no sólo produce una enorme desesperanza en los más de 11 millones de indocumentados, sino un miedo terrible, pues esta decisión indica que las deportaciones podrán continuar. Es realmente inaceptable que un asunto de justicia, de derechos, se criminalice. Los migrantes son tratados por los políticos estadunidenses como peones en un tablero de ajedrez a los que mueven según sus muy particulares intereses. No hay que olvidar que los migrantes indocumentados son personas que llevan años trabajando en Estados Unidos, pagando impuestos, muchas
veces sin ejercer sus derechos a pesar de que en muchas ocasiones se les paga por debajo del salario legal, o bien trabajan horas extras sin que se les remunere, favoreciendo con su trabajo el crecimiento económico de Estados Unidos, país al que decidieron trasladarse buscando un mejor horizonte. Lo que habría que preguntarse es ¿por qué el gobierno estadunidense está dispuesto a gastar ingentes cantidades de dólares para seguir poniéndoles trabas? De acuerdo con George Magnus, el presupuesto destinado a los servicios de migración es 15 veces mayor (18 mil millones de dólares) que el que se ejerció en 1986 con la ley IRCA (Ley de Reforma y Control de la Inmigración) que legalizó a casi 3 millones
de indocumentados. Y mucho mayor que todos los recursos destinados al Servicio Secreto, a la FBI, la DEA, el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos que sumados alcanzan 14 mil millones de dólares. Y ahora el gobernador conservador Rick Perry, de Texas, solicita refuerzos fronterizos de la Guardia Nacional que costará 12 millones de dólares al mes.  Continúa la militarización de la frontera, dado que en 2012 se destinaron más de 11 mil millones de dólares para reforzar el control fronterizo.   (…ir a la nota completa)

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