MIGRANTES INDOCUMENTADOS
LLEVAN AÑOS TRABAJANDO
EN EE. UU.PAGANDO IMPUESTOS
Escribe
ANA MARÍA ARAGONÉS (*)
Columnista
en “La Jornada” de México
17 de Septiembre 2014
(*) ANA
MARÍA ARAGONÉS. Escritora.
Periodista. Especialista
en Políticas Migratorias. Profesora titular en el Instituto de Investigaciones Económicas
(IIEc); en el área de Economía del Trabajo y Tecnología.Imparte clases en
el posgrado en la UNAM.
Investigadora del CONACYT. Doctorado: En Derecho por la Universidad de
Montpellier, Francia. Maestría: En Administración del Trabajo. Universidad
Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, entre otras. Articulista en la sección de
opinión del periódico "La jornada" desde 1996
Los argumentos en favor de una reforma migratoria en Estados
Unidos son muchos y muy convincentes, pero pocas veces los obstáculos para
lograrla han sido tan difíciles y dolorosos para los trabajadores que están a
la espera de poder dejar las sombras y vivir como seres humanos sin la opresión
de la
clandestinidad a la que los obliga la falta de reconocimientos laborales
y administrativos. El último anuncio de Barack Obama de que no tomará acciones
ejecutivas sobre la reforma migratoria hasta después de las elecciones
legislativas de noviembre, no sólo produce una enorme desesperanza en los más
de 11 millones de indocumentados, sino un miedo terrible, pues esta decisión
indica que las deportaciones podrán continuar. Es realmente inaceptable que un
asunto de justicia, de derechos, se criminalice. Los migrantes son tratados por
los políticos estadunidenses como peones en un tablero de ajedrez a los que
mueven según sus muy particulares intereses. No hay que olvidar que los
migrantes indocumentados son personas que llevan años trabajando en Estados
Unidos, pagando impuestos, muchas
veces sin ejercer sus derechos a pesar de que
en muchas ocasiones se les paga por debajo del salario legal, o bien trabajan
horas extras sin que se les remunere, favoreciendo con su trabajo el
crecimiento económico de Estados Unidos, país al que decidieron trasladarse
buscando un mejor horizonte. Lo que habría que preguntarse es ¿por qué el
gobierno estadunidense está dispuesto a gastar ingentes cantidades de dólares
para seguir poniéndoles trabas? De acuerdo con George Magnus, el presupuesto
destinado a los servicios de migración es 15 veces mayor (18 mil millones de
dólares) que el que se ejerció en 1986 con la ley IRCA (Ley de Reforma y
Control de la Inmigración) que legalizó a casi 3 millones
de indocumentados. Y
mucho mayor que todos los recursos destinados al Servicio Secreto, a la FBI, la
DEA, el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos que
sumados alcanzan 14 mil millones de dólares. Y ahora el gobernador conservador
Rick Perry, de Texas, solicita refuerzos fronterizos de la Guardia Nacional que
costará 12 millones de dólares al mes. Continúa
la militarización de la frontera, dado que en 2012 se destinaron más de 11 mil
millones de dólares para reforzar el control fronterizo. (…ir a la nota completa)
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