jueves, 18 de septiembre de 2014

OTRA GUERRA FALLIDA PARA REORDENAR MEDIO ORIENTE

LA SUERTE DE LOS YAZIDIS, 
FUE UN GRITO DE GUERRA
PARA OTRA CAMPAÑA MILITAR 
DE ESTADOS UNIDOS EN IRAK.

Escribe 
RAMZY BAROUD (*)
 Fuente “Middle East Eye” 
Publica “Rebelión” 
 Tradujo Germán Leyens 
16 de Septiembre 2014

 (*) RAMZY BAROUD -  Doctor en Historia de los Pueblos por la Universidad de Exeter. Editor jefe de Middle East Eye, Columnista de análisis internacional. Consultor de medios.  Escritor. Fundador de “PalestineChronicle.com.” Fue uno de  los principales creadores de la Agenia “Al-Jazeera". Enseñó Comunicación de Masas de la Universidad  Curtin de Australia, entre varias otras. . Sus libros son éxitos editoriales La última obra es “My Father Was a Freedom Fighter: Gaza’s Untold Story” ("Mi padre era un combatiente de la libertad: La historia no contada de Gaza") Editó “Pluto Press” Londres.


Hace unos pocos meses, no muchos estadounidenses, de hecho también europeos, sabían que una secta yazidi realmente existía en el noroeste de Iraq. Incluso en el propio Medio Oriente, los yazidis y su modo de vida han sido un enigma, envuelto en misterio y sobre todo percibido mediante estereotipos y
evidencia ficticia. Sin embargo de repente, la suerte de los yazidis se convirtió en un grito de guerra para otra campaña militar dirigida por EE.UU. en Iraq. No fue una sorpresa que la pequeña minoría iraquí se haya convertido en un objetivo para fanáticos militantes del Estado Islámico (EI/ISIS), que según las informaciones realizaron abominables crímenes contra yazidis, obligándolos a huir hacia Dohuk, Irbil y otras regiones del norte de Iraq. Según la ONU y otros grupos, 40.000 yazidis habían sido abandonados a su suerte en el Monte Sinjar, esperando un inminente “genocidio” si EE.UU. y otras potencias no actuaban para salvarlos.Todos conocemos los resultados de la

primera intervención. No es que las tácticas brutales del EI en Iraq del este, del norte y central deban ser toleradas. Pero un verdadero acto de genocidio ya había tenido lugar en Iraq durante casi dos décadas, comenzando con la guerra de EE.UU. en 1990-91, un embargo de una década de duración y una guerra y ocupación extremadamente destructivas desde 2003. Ni una sola vez un editorial en un importante periódico en EE.UU. confirió el término “genocidio” al asesinato y mutilación de millones de iraquíes. De hecho, la campaña del EI forma en realidad parte de una gran rebelión suní en Iraq, como reacción a la guerra estadounidens
e y a los años de opresión por el gobierno dirigido por chiíes. El contexto es apenas relevante en la información selectiva sobre la actual violencia en Iraq. Sobra decir que los responsables políticos estadounidenses no se interesan mucho por los yazidis, porque no sirven de ninguna manera los intereses de EE.UU. Sin embargo, la experiencia ha enseñado que semejantes grupos solo son relevantes en una narrativa especialmente hecha a la medida, en un momento específico, para ser explotada con fines políticos y estratégicos. Dejarán de existir en cuanto se logra el objetivo.
Considérese, por ejemplo, que el EI ha estado cometiendo horrendos crímenes de guerra en Siria occidental y septentrional durante años, como lo hicieron fuerzas leales al presidente Bashar al-Asad y militantes pertenecientes a los diversos grupos de oposición en el país. Cientos de miles de sirios han sido muertos o heridos. Varios grupos minoritarios en el país enfrentaron y siguen enfrontando un genocidio. Sin embargo, el horripilante derramamiento de sangre en el país no fue solo tolerado, sino realmente alentado.  (…ir al informe completo)


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