LA POBREZA DESARTICULA MUCHAS FAMILIAS.
EL HOMBRE EMIGRA, LA
MADRE SE QUEDA:
ES EL ÚNICO
SOSTÉN DEL HOGAR.
Escribe
BERNARDO KLIKSBERG (*)
Columnista en “Página 12”
Buenos Aires,
Argentina
18 de Septiembre 2014
(*) BERNARDO KLIKSBERG – (Argentina) Doctor en Economía.
Pionero de la "Ética para el Desarrollo”. Es de los principales expertos a
nivel mundial en lucha contra la pobreza. Autor de 50 libros y centenares de
trabajos en áreas críticas del desarrollo, la Responsabilidad Social
Empresarial, el capital social, la lucha contra la pobreza, El último libro
“Primero la gente” es best seller internacional, con 19 ediciones, escrita con
el premio Nobel de Economía Amartya Sen.
Hay
mitos económico-sociales que circulan profusamente y despiertan enorme
confusión. Revisaremos algunos de ellos a la luz de evidencia reciente. En la
realidad, programas como los de transferencias condicionadas(PT), nacidos en
América latina, se han convertido en una referencia internacional. Los
recomienda hoy The Economist para atender la pobreza en aumento en Europa. Han
sido el
modelo en que se inspiraron ciudades como Nueva York y Washington DC.
Se han replicado en Asia y Africa. Los PTC, que lideran programas en gran
escala como Bolsa Familia del Brasil, Oportunidades, de México, y Asignación
Universal, en Argentina, benefician hoy a 129 millones de latinoamericanos, en
18 países. Bolsa Familia llega a 52 millones de personas y tuvo en 2013 un
presupuesto de 11.000 millones de dólares. El Oportunidades apoya a 27 millones
(25 por ciento de la población), en un país donde casi el 50 por ciento está
por debajo de la línea de la pobreza, y Asignación Universal cubre a los 3,5
millones de niños pobres de la Argentina. El BID estima que sin ellos la
pobreza sería un 13 por ciento mayor. El Banco Mundial y el PNUD, que ha
contribuido mucho a bajar las desigualdades, concluyeron en evaluaciones que
hay “clara evidencia de éxito (de los PTC) en
cuanto a aumentar la tasa de
inscripción escolar, mejorar la atención en salud preventiva y elevar el
consumo en el hogar”. En América latina, la pobreza ha desarticulado muchas
familias. El hombre deserta, la madre se queda y es el único sostén del hogar.
La Cepal estimó que sin el trabajo abnegado y agotador de esas madres la
pobreza sería un 10 por ciento mayor. La
ciudadanía tiene todo el derecho a exigir que se reduzca el delito. El mito
cultiva la idea de que “la mano dura” es la única alternativa. El problema es
más complejo. Así, entre otros aspectos, se debe distinguir entre el crimen
organizado y la delictualidad joven. El primero debe ser combatido con el
máximo peso de la ley, fuerzas policiales modernizadas, calificadas y
adecuadamente remuneradas, y una Justicia activa. El segundo, está vinculado
con factores como la marginación social. Más del 20 por ciento de los jóvenes de
la región han quedado “excluidos”, la pobreza ha incidido fuertemente en su
deserción temprana del sistema escolar y, sin título de secundaria, están fuera
del mercado de trabajo. El crimen organizado trata de buscar nuevos reclutas en
los jóvenes desesperados. Una investigación del Banco Mundial (2014) muestra
las correlaciones entre criminalidad y desigualdad, que ignora el simplismo de
la mano dura. (…ir a la nota completa)
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