viernes, 19 de septiembre de 2014

MITOS Y REALIDADES

  LA POBREZA DESARTICULA MUCHAS FAMILIAS. 
EL HOMBRE EMIGRA, LA MADRE SE QUEDA: 
   ES EL ÚNICO SOSTÉN DEL HOGAR.

Escribe 
BERNARDO KLIKSBERG (*)  
Columnista en “Página 12”
 Buenos Aires, Argentina 
18 de Septiembre 2014

(*) BERNARDO KLIKSBERG – (Argentina) Doctor en Economía. Pionero de la "Ética para el Desarrollo”. Es de los principales expertos a nivel mundial en lucha contra la pobreza. Autor de 50 libros y centenares de trabajos en áreas críticas del desarrollo, la Responsabilidad Social Empresarial, el capital social, la lucha contra la pobreza, El último libro “Primero la gente” es best seller internacional, con 19 ediciones, escrita con el premio Nobel de Economía Amartya Sen.


Hay mitos económico-sociales que circulan profusamente y despiertan enorme confusión. Revisaremos algunos de ellos a la luz de evidencia reciente. En la realidad, programas como los de transferencias condicionadas(PT), nacidos en América latina, se han convertido en una referencia internacional. Los recomienda hoy The Economist para atender la pobreza en aumento en Europa. Han sido el
 modelo en que se inspiraron ciudades como Nueva York y Washington DC. Se han replicado en Asia y Africa. Los PTC, que lideran programas en gran escala como Bolsa Familia del Brasil, Oportunidades, de México, y Asignación Universal, en Argentina, benefician hoy a 129 millones de latinoamericanos, en 18 países. Bolsa Familia llega a 52 millones de personas y tuvo en 2013 un presupuesto de 11.000 millones de dólares. El Oportunidades apoya a 27 millones (25 por ciento de la población), en un país donde casi el 50 por ciento está por debajo de la línea de la pobreza, y Asignación Universal cubre a los 3,5 millones de niños pobres de la Argentina. El BID estima que sin ellos la pobreza sería un 13 por ciento mayor. El Banco Mundial y el PNUD, que ha contribuido mucho a bajar las desigualdades, concluyeron en evaluaciones que hay “clara evidencia de éxito (de los PTC) en

cuanto a aumentar la tasa de inscripción escolar, mejorar la atención en salud preventiva y elevar el consumo en el hogar”. En América latina, la pobreza ha desarticulado muchas familias. El hombre deserta, la madre se queda y es el único sostén del hogar. La Cepal estimó que sin el trabajo abnegado y agotador de esas madres la pobreza sería un 10 por ciento mayor.  La ciudadanía tiene todo el derecho a exigir que se reduzca el delito. El mito cultiva la idea de que “la mano dura” es la única alternativa. El problema es más complejo. Así, entre otros aspectos, se debe distinguir entre el crimen organizado y la delictualidad joven. El primero debe ser combatido con el máximo peso de la ley, fuerzas policiales modernizadas, calificadas y adecuadamente remuneradas, y una Justicia activa. El segundo, está vinculado con factores como la marginación social. Más del 20 por ciento de los jóvenes de la región han quedado “excluidos”, la pobreza ha incidido fuertemente en su deserción temprana del sistema escolar y, sin título de secundaria, están fuera del mercado de trabajo. El crimen organizado trata de buscar nuevos reclutas en los jóvenes desesperados. Una investigación del Banco Mundial (2014) muestra las correlaciones entre criminalidad y desigualdad, que ignora el simplismo de la mano dura.     (…ir a la nota completa)

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