martes, 30 de septiembre de 2014

MUNDO ÁRABE Y EL NUEVO DESORDEN MUNDIAL

LA REALIDAD ES MUCHO MÁS RICA Y, 
SI SE QUIERE, MÁS INQUIETANTE.  
AHORA  HAY DOS GOBIERNOS EN LIBIA.

Escribe
SANTIAGO ALBA RICO (*) 
Fuente “Viento Sur”
Lunes 22 de septiembre 2014

(*) SANTIAGO ALBA RICO (ESPAÑA) es un escritor, ensayista y filósofo español nacido en Madrid en 1960. De formación marxista  ha publicado varios libros de ensayo sobre filosofía, antropología y política.  Redactor en varias revistas y medios   como Gara, Archipiélago. Cuadernos de crítica de la cultura, LDNM, el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe. Rebelion, etc.  Tradujo al castellano   autores árabes, como el poeta egicpio Naguib Surur o al escritor iraquí Mohamed Judayr. Actualmente reside en Túnez.


El número de septiembre de la prestigiosa revista francesa Esprit aborda el detallado análisis de lo que llama de manera elocuente “nuevo desorden mundial”. Se podrán compartir o no acercamientos concretos a algunos conflictos regionales, pero es difícil negar los dos presupuestos que, a juicio de los colaboradores de la publicación, explican este “desorden” cuya expresión más
evidente son la situación de Ukrania y la del Próximo Oriente. Esos dos presupuestos son 1) la decadencia rapidísima de la hegemonía estadounidense (y, desde luego, europea), que habría durado apenas una generación (1989-2003) y que no habría sobrevivido al aventurerismo criminal de Bush en Iraq, y 2) la incapacidad de las llamadas potencias emergentes (en torno al grupo BRICS) para ofrecer alternativas, tanto en el plano -digamos- civilizatorio como en el puramente pragmático de la resolución global de conflictos. La globalización económica, cuyas “crisis” muy destructivas para las poblaciones han obligado, en todo caso, a acuerdos y negociaciones entre Estados capitalistas, no ha ido

acompañada de una globalización política capaz de evitar o amortiguar los conflictos, ni siquiera de manera ‘injusta’, como ocurría bajo el fenecido sistema de bloques en el siglo pasado. Entre la “decadencia” estadounidense y la falta de alternativas, ningún acontecimiento ha acelerado y revelado mejor ambos procesos que las fracasadas revoluciones árabes y el surgimiento desde su seno -el de su fracaso- del Estado Islámico, una “organización militar” y no sólo “terrorista” -por recordar las declaraciones recientes de un responsable del Pentágono- que no cuenta con el patrocinio o apoyo de ningún Estado, que básicamente se autofinancia y que se ha hecho fuerte justamente allí donde la
ausencia de Estado (resultado de invasiones extranjeras o dictaduras criminales) acelera la fermentación de sangrientos impulsos de inmediatez comunitaria. En todo caso, la aceptación de estos dos presupuestos muy ajustados -a mi juicio- a la realidad excluye de cualquier análisis geopolítico sensato tanto a los que, desde la derecha, siguen justificando y alentando el papel “humanitario” y “estabilizador” de los EEUU contra los “Estados canallas” como a
los que, desde la izquierda, siguen leyendo ‘cada’ situación como el resultado de un plan de los EEUU, y frente a ese plan siempre victorioso, ven en Rusia, China o Irán (¡o en la Siria de Bachar Al-Asad!) un potencial más desinteresado o más emancipatorio. Como digo, las revoluciones árabes que comenzaron en Túnez en 2011 han revelado y acelerado la decadencia imperial de EEUU y nada lo prueba mejor que los casos de Libia y de Iraq-Siria.   (…ir a la nota  completa)

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