jueves, 25 de septiembre de 2014

OPERACIÓN «EMIRATO ISLÁMICO»: EL OBJETIVO ES CHINA

 EE.UU. TEME A CHINA, NO COMO POTENCIA MILITAR  
(AUNQUE EL PODERÍO NO ES NADA DESPRECIABLE)  
SINO SOBRE TODO COMO POTENCIA ECONÓMICA


Escribe 
MANLIO DINUCCI (*) 
Fuente RED VOLTAIRE 
ROMA (ITALIA) FRANÇAIS  عربي  
ITALIANO  TÜRKÇE 
23 DE SEPTIEMBRE DE 2014

(*) MANLIO DINUCCI. (ITALIA) Geógrafo de profesión. Escritor, periodista itinerante y politólogo que escribe regularmente en el diario “El Manifiesto”, de Roma Italia, en la sección «El arte de la guerra», en “Global Research”, “Red Voltaire” y en varios otros importantes medios sobre los temas de la política internacional. Últimas obras publicadas: Geocommunity Ed. Zanichelli 2013; Geografía del ventunesimo secolo, Zanichelli 2010.


Mientras el «Emirato Islámico» sigue incorporando a sus filas nuevos oficiales de procedencia china, el geógrafo Manlio Dinucci aporta nuevos elementos a los análisis de los politólogos Alfredo Jalife-Rahme y Thierry Meyssan para demostrar que el objetivo final de la operación no es otro que desestabilizar Rusia y China. Otra sirena de alarma comienza a sonar en momentos en que el Emirato Islámico [ex EIIL, designado en Estados Unidos con las siglas ISIS] divulga a
Yihadistas chinos del «Emirato Islámico» en Siria
través de las complacientes redes mediáticas las imágenes de la tercera decapitación de un ciudadano occidental: después de extenderse en Siria e Irak, el llamado «Emirato Islámico» está penetrando en el sudeste asiático. El anuncio proviene de la firma Muir Analytics, que se dedica a proporcionar a las transnacionales «información de inteligencia contra el terrorismo, la violencia política y la insurreccion». Muir Analytics es una de las «auxiliares» de la CIA en Virginia y la “casa madre” la utiliza a menudo para divulgar las «informaciones» útiles para sus operaciones. Bajo las administraciones de los presidentes Carter y Reagan, la CIA financió y entrenó –a través de los servicios secretos pakistaníes– unos 100 000 muyahidines utilizados para combatir las fuerzas soviéticas en Afganistán. En esa operación participó un rico saudita, Osama ben Laden, quien llegó a Afganistán en 1980 con miles de combatientes reclutados en su país y con amplios medios de
financiamiento. Al término de la guerra de 1989 –con la retirada de las tropas soviéticas y la entrada de los muyahidines en Kabul, en 1992– nació, en 1994, la organización de los talibanes, adoctrinados, entrenados y armados en Pakistán para conquistar el poder en Afganistán en el marco de una operación que contó con el apoyo tácito de Washington. En 1998, en una entrevista concedida al semanario francés Le Nouvel Observateur, el ex consejero estadounidense de Seguridad Nacional Zbignew Brzezinski explicó que el presidente Carter había firmado la directiva que autorizaba la creación de los muyahidines. Lo interesante es que la firmó no después sino… antes de la invasión soviética en Afganistán para «atraer a los rusos hacia la trampa afgana». Cuando el entrevistador le preguntó a Brzezinski si deploraba aquello, la respuesta de Brzezinski fue la siguiente:«¿Qué era lo más importante para la historia del mundo? ¿Los talibanes o el derrumbe del imperio soviético?»  Así que no sería nada sorprendente que en el futuro algún ex consejero de Obama admitiese, después de los hechos, algo de lo que ya tenemos pruebas en este momento: que fue Estados Unidos quien favoreció el nacimiento del «Emirato Islámico» en un clima social «fertilizado» por sus guerras.   (…ir a la nota completa)

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