AL NEUTRALIZAR A RUSIA
QUE MODIFICA SUS PRIORIDADES,
QUE MODIFICA SUS PRIORIDADES,
EE.UU.
Y LA OTAN CONSPIRAN CONTRA CHINA,
QUE
NECESITA DEL GAS Y DEL PETRÓLEO RUSO.
Escribe
JORGE GÓMEZ BARATA (*)
Fuente “Forum del Alternatives”
Publica “Rebelión”
19 de Septiembre 2014.
(*)
JORGE GÓMEZ BARATA- Profesor, escritor, historiador, investigador y periodista
cubano- Vive en La Habana- autor de numerosos estudios sobre EEUU. Especializado en temas de política
internacional. Colaborador habitual en los principales medios de prensa,
latinoamericanos y extranjeros. Ha dicho que “En todas las esferas del saber y
de la práctica social, incluyendo la economía, la verdad es siempre sencilla,
...”
Ningún país puede ejercer la hegemonía global por sí mismo y
ninguno puede retarla en solitario. En ambos casos se necesita un potencial
económico extraordinario, capacidad de gestión internacional, y un sistema de
alianzas firmemente establecido. La Unión Soviética y Estados Unidos cumplieron
esos
requisitos y se equilibraron mutuamente. La desaparición de la Unión Soviética
puso fin a aquella contradicción. Si bien no se ha comprobado que, al desplegar
las reformas, Gorbachov procuraba destruir a la Unión Soviética, es obvio que
los sucesores y beneficiarios de aquellos acontecimientos, clavaron los últimos
clavos al ataúd de la superpotencia, transformándola según el modelo
occidental. Como parte de aquel proceso, sin recato, los afortunados herederos
buscaron la avenencia con occidente, especialmente con Estados Unidos y la
OTAN, que los alentó sin ayudar. Los líderes rusos, conducidos primero por
Boris
Yeltsin y luego por Vladimir Putin, trabajaron para reconvertir la
gigantesca e ineficiente economía soviética basada en la propiedad y la gestión
estatal, a las condiciones de mercado y, con menos intensidad, introducir las
prácticas de la democracia liberal, procurando homologar sus estructuras y sus
mecanismos con las vigentes en la Europa capitalista. En medio del caos
administrativo y del desastre económico, las autoridades emergentes lograron
conservar cierto control sobre las enormes reservas de petróleo y gas, así como
sobre la industria militar, que, administradas con razonable eficiencia, han
permitido el repunte económico, y la reconstrucción, aunque en una escala
menor, del poderío militar de la Unión Soviética. Está claro que el presidente
ruso Vladimir Putin y sus
administraciones no han actuado para contrariar a
occidente, y mucho menos a Estados Unidos, sino todo lo contrario. Son Estados
Unidos y Occidente a quienes no les bastó la liquidación de la URSS y, en lugar
de contribuir a la transición rusa al capitalismo, la hostilizaron al máximo,
creando tensiones que han llevado a una situación cercana al punto de ruptura
político y militar. La hostilidad de Estados Unidos hacia Rusia no obedece
ahora a razones ideológicas o políticas, se ha manifestado sobre todo en la
captación por la OTAN de antiguos estados socialistas como Polonia, Hungría,
Rumania, Albania y Bulgaria; territorios ex soviéticos como la Lituania,
Letonia y Estonia, y los países resultantes de la disolución de Yugoslavia y
Checoslovaquia. (…ir a la nota completa)
No hay comentarios:
Publicar un comentario