EL FIN ÚLTIMO DE EEUU ES PREVENIR EL SURGIMIENTO
EN EUROPA Y
EURASIA DE CUALQUIER ALTERNATIVA
QUE DESAFIE INTEGRACIÓN EUROATLÁNTICA
Escribe
MAHDI DARIUS NAZEMROAYA (*)
Fuente “Strategic Culture Foundation”
Publica “Rebelión”
Tradujo Carlos Riba García
25 de Septiembre 2014
(*) MAHDI DARIUS NAZEMROAYA - Es un sociólogo que reside en
Canadá. Se especializa en el Este y
Asia Central y Oriente Investigador asociado en
el “Centre for Research on Globalization (CRG)” Especializado en geopolítica y
estrategia. (Escribe en Red Voltaire). Investigador del Centro de Estudios de
Globalización, en Montreal y autor de “Globalización de la OTAN” (Clarity
Press) entre otras obras..Corresponsal de Guerra Global Research. Recibió el Premio del Club de Prensa de México. Galardonado escritor,
columnista e investigador. Sus obras se han impuesto a nivel internacional
El objetivo último de Estados Unidos y la OTAN es dividir
(balcanizar) y pacificar (finlandizar) el país más grande del mundo, la
Federación Rusa, e incluso establecer un clima de eterno desorden
(somalización) en ese vasto territorio o, al menos, en una porción de Rusia y
el espacio postsoviético, tal como se viene haciendo en Oriente Medio y el
norte de África. La futura Rusia –o las varias
futuras Rusias–, una pluralidad
de estados debilitados y divididos, a la (o las) que Estados Unidos y sus
aliados de la OTAN ve (o ven) en declinación demográfica, desindustrialización,
pobreza, sin ninguna capacidad de defenderse y con unos recursos que están ahí
para ser explotados. Hacer pedazos la Unión Soviética no ha sido suficiente
para Washington y la OTAN. El fin último de EEUU es prevenir el surgimiento en
Europa y Eurasia de cualquier alternativa capaz de desafiar la integración
Euroatlántica. Por esta razón, la destrucción de Rusia es uno de sus objetivos
estratégicos. Los objetivos de Washington estaban vigentes y funcionando
durante el conflicto de Chechenia. También estaban ahí durante la crisis
surgida a partir del Euro-Maidan en Ucrania. De hecho, el primer paso del
divorcio entre
Ucrania y Rusia fue el catalizador de la disolución de la Unión
Soviética en su conjunto y del fracaso de cualquier intento de reorganización. El
intelectual polaco-estadounidense Zbigniew Brzezinski, que fue asesor en
materia de seguridad nacional del expresidente Jimmy Carter y uno de los
arquitectos de la invasión soviética de Afganistán, en realidad abogó por la
destrucción de Rusia mediante una gradual desintegración y transferencia de
competencias. Él estipuló que “una Rusia más descentralizada sería menos
propensa a una movilización imperial”.1 En otras palabras, si Estados Unidos
dividía Rusia, Moscú no estaría en condiciones de desafiar a Washington. En
este contexto, Brzezinski decía lo siguiente: A una poco rígida Confederación
Rusa –compuesta por la Rusia
europea, una república de Siberia y otra que
abarcara el Lejano Este– le resultaría más fácil cultivar unas relaciones económicas
más estrechas con Europa, con los nuevos estados de Asia Central y con el
Oriente asiático; de este modo, Rusia aceleraría su propio desarrollo”. Estos
puntos de vista no son elucubraciones de una torre de marfil académica o de
unos think-tanks imparciales, Tienen el respaldo de gobiernos y a ellos
adhieren personas muy cultivadas. Los medios estadounidenses de propiedad
estatal pronostican la balcanización de Rusia. A continuación, una reflexión
sobre estas personas. (…ir al análisis completo)
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