LA
DERECHA TIENE SU CANDIDATO PREFERIDO,
QUE PUEDE VALERSE DEL MONOPOLIO
DE
LOS MEDIOS DE PRENSA A SU FAVOR.
Escribe
EMIR SADER (*)
Fuente BLOG
en “Publico.es”
7 de octubre 2014
(*) EMIR SADER (BRASIL 1943): Sociólogo y científico. Es
profesor Y Doctor de Ciencia Politica de la Universidad de São Paulo (USP) y de
la Universidad do Estado do Río de
Janeiro (Uerj), miembro de CLACSO
(Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales). Reseña las consecuencias del
modelo neoliberal que dejó a América Latina sumida en la precarización laboral
en su Blog que es “Carta Maior”
Por
cuarta vez consecutiva el PT tiene que concurrir a una segunda vuelta para
ganar las elecciones presidenciales en Brasil. Fue así con Lula en 2002 y el
2006, con Dilma en 2010 y vuelve a ocurrir ahora. En todas las cuatro veces el
candidato del PT llegó como líder, pero no pudo tener
mayoría absoluta en
primera vuelta. Y en las cuatro veces los candidatos del PT se enfrentaron a
representantes del PSDB, el partido de Fernando Henrique Cardoso, repitiendo la
contraposición entre los logros de esos dos mandatos en los años 1990 y los ya
tres mandatos del PT, desde 2003. En esta misma campaña, en sus primeros meses,
esa contraposición había ocupado el escenario electoral, con Dilma obteniendo
clara ventaja sobre Aecio Neves, hasta el punto de que se proyectaba su victoria
en primera vuelta, cuando se dio el sospechoso accidente aéreo del 13 de
agosto, que cambió la forma del enfrentamiento electoral. Marina Silva pasó a
ocupar el polo opositor en la campaña, con una plataforma no menos neoliberal,
hasta que su desgaste hizo con que la derecha volviera a elegir a Aecio Neves
como su candidato. Lula dijo, antes de que saliera el resultado de la primera
vuelta, que él prefiere una segunda vuelta, porque el enfrentamiento entre dos
propuestas queda mas claro, fortalece la democracia, además de que el elegido
lo hace con más apoyo. Siempre fue así desde 2002 y el PT siempre se fortaleció
en la segunda vuelta. Esta vez las condiciones parecen más complejas. En contra
de Marina, además del clima emotivo del lanzamiento de su candidatura frente a
una tragedia aérea, fortaleció también su propuesta de una “nueva política” que
superara la dicotomía PT-PSDB, la polarización disminuía las contradicciones,
aún con un equipe y propuestas netamente neoliberales por parte de la exlíder
ecologista. La diferencia en primera vuelta de Dilma para Aecio se quedó
alrededor del 8% , algo en torno de 8 millones de votos, mientras que Marina,
aun debilitándose, mantiene 21%. Es cierto que los términos del enfrentamiento
del PT como el PSDB son favorables a Dilma, con la comparación del gobierno de
Cardoso con los gobiernos de Lula y Dilma. También cuenta en contra de Aeci
o
Neves la sorprendente derrota que tuvo su candidato en su provincia, Minas
Gerais, donde él fue gobernador, perdiendo con un candidato del PT en primera
vuelta. La derecha cuenta con su candidato preferido, que puede valerse del
monopolio de los medios de comunicación, absolutamente a su favor. Cuenta ademas con la reelección, en primera
vuelta, del gobernador de su partido en São Paulo, provincia de mayor peso
electoral, donde el candidato del PT llegó en tercer lugar, por primera vez. En
la recta final Marina se debilitó, una parte de sus votos volvieron a Aecio
Neves, invirtiéndose la situación entre ellos. La derecha claramente volvió a
apostar en Aecio Neves. El resultado de la primera vuelta sorprende por la
recuperación de Aecio Neves, que en las mismas encuestas se mantenía a una
distancia mas grande de Dilma. Su ofensiva final tuvo resultados, porque no
solo él creció, sino que Dilma disminuyó sus votos, mientras Marina mantuvo un
caudal menor, en tercer lugar. Los brasileños se pronunciaran de aquí a tres semanas
entre su pasado —el retorno a un
gobierno muy cercano al de Cardoso— o su futuro —la continuidad y
profundización de los gobiernos Lula y Dilma—. La disputa esta abierta.
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