EE UU QUIERE
CONTROLAR LOS HIDROCARBUROS.
EN EL 2000, EL
NEPDG PRESIDIDO POR DICK CHENEY
IDENTIFICO EN IMÁGENES SATELITALES
LAS RESERVAS DE GAS
EXISTENTES EN SIRIA
Escribe
THIERRY
MEYSSAN (*)
Fuente: “Red Voltaire”
FRANÇAIS ITALIANO فارسى
21 de octubre 2014
(*)
THIERRY MEYSSAN (1957 Gironda, Francia) es un periodista y activista
político francés, autor de investigaciones sobre la extrema derecha así como
sobre la Iglesia Católica, entre otras. Escritor y analista internacional., Presidente fundador de la Red Voltaire y de
la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican
en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Es analista y consultante de
varios gobiernos
En este nuevo y original análisis, Thierry Meyssan expone
las causas geopolíticas del fracaso de la guerra contra Siria y los verdaderos
objetivos de la supuesta guerra contra el Emirato Islámico. Este artículo
resulta especialmente importante para quien aspire a entender el panorama de
las relaciones internacionales en este momento y la cristalización de los
conflictos en el Levante (Irak, Siria y Líbano). En este momento estamos viendo
la tercera crisis que tiene lugar en el
bando de los agresores desde el inicio
de la guerra contra Siria. En junio de 2012, durante la conferencia Ginebra I,
que debía iniciar el regreso a la paz y organizar una nueva repartición del
Medio Oriente entre Estados Unidos y Rusia, Francia –donde Francois Hollande
acababa de ganar la elección presidencial– planteó una interpretación
restrictiva del comunicado final de aquel encuentro. Y después organizó la
reanudación de la guerra, con la complicidad de Israel y Turquía y con el apoyo
de la secretaria de Estado Hillary Clinton y del director de la CIA David
Petraeus (foto). Cuando el presidente Barack Obama sacó del juego a Hillary Clinton y
David Petraeus, Turquía, junto con Israel y Francia, organizó el ataque químico
en las afueras de Damasco, atribuyéndolo a Siria. Pero Estados Unidos se negó a
dejarse arrastrar a una guerra punitiva. En una sesión secreta
del Congreso
realizada en enero de 2014, Estados Unidos impuso la aprobación del
financiamiento y la entrega de armamento a Daesh [1], grupo yihadista al quese
le asignó la misión de invadir la parte sunnita de Irak y la parte de Siria
donde viven los kurdos. El objetivo era dividir esos dos grandes Estados.
Francia y Turquía armaron entonces al grupo representante de al-Qaeda en Siria
(el Frente al-Nusra) para que atacara a Daesh y lograr así que Estados Unidos
volviera al plan inicial de la coalición. Al-Qaeda y Daesh se reconciliaron en
mayo de 2014, como resultado de un llamado de Ayman al-Zawahiri en ese sentido,
y actualmente Francia y Turquía siguen sin sumarse a los bombardeos de la coalición
estadounidense. En general, en la coalición de los llamados «Amigos de Siria»,
que en julio de 2012 contaba «un centenar de Estados y organizaciones
internacionales», hoy sólo quedan 11 países. Por su parte, la coalición formada
contra Daesh cuenta oficialmente «más de 60 Estados», pero estos tienen tan
poco en común que la lista se mantiene en secreto. La coalición se compone en
realidad de numerosos Estados que persiguen cada uno sus propios objetivos muy
específicos, al extremo de no lograr ponerse de acuerdo sobre un objetivo
común. Durante el golpe de Estado
militar que se produjo en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001,
Washington decidió atacar sucesivamente 8 países (Afganistán, Irak, Libia, Líbano
y Siria, así como Sudán, Somalia e Irán) para apoderarse de sus riquezas
naturales. El estado mayor estadounidense adoptó entonces el plan de rediseño
del «Medio Oriente ampliado», que también incluye el desmantelamiento de
Turquía y Arabia Saudita, y el Departamento de Estado creó al año siguiente su
departamento MENA para organizar las «primaveras árabes».
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