QUIENES
SE PREOCUPAN SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO
Y QUIENES
USAN EL TEMA COMO UN PRETEXTO
PARA
IMPONER INTERESES ECONÓMICOS O POLÍTICOS.
Escribe
RODRIGO ARCE ROJAS (*)
Fuente “Eco Portal”
21 de Noviembre
2014
(*) RODRIGO
ARCE ROJAS (Lima, PERU) (Observatorio de Cambio Climático Perú) Ingeniero
Forestal, Magíster en Conservación de Recursos Forestales con un Diplomado de
Cambio Climático y Protocolo de Kyoto Facultad de Ciencias Forestales, Universidad
Nacional Agraria (UNA),Cuenta con formación especializada en Alemania, Bolivia.
Escritor. Autor entre otros libros de "Perú: Los retos del manejo forestal
comunitario en la Amazonía"
Del 1
al 12 de diciembre desarrollará en Lima la COP20 que es la Conferencia de las
Partes del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)
como parte del proceso de negociación que concluirá en París en el
2015 con un
acuerdo climático global vinculante.Nos preguntamos, ¿Por qué hasta ahora como
humanidad no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo en un tema tan trascendental?
El presente artículo explora el universo de actitudes de las personas (y
también de las organizaciones) frente al cambio climático como una manera de
contribuir al debate y de proponer pistas orientadas a lograr el tan ansiado
acuerdo de limitar el incremento de temperatura a menos de 2°C. Existen
diferentes actitudes de las personas frente al cambio climático: unos prefieren
negarlo, otros pretenden subestimarlo, otros exacerbarlo y otros son
indiferentes. Los que prefieren negarlo afirman que no existe tal cambio
climático y que el sistema atmosférico siempre está cambiando de manera normal.
Aunque el grupo de los escépticos del origen antrópico del
cambio climático
cada vez son menos todavía es posible escucharlos. Curiosamente, por decir lo menos,
se atreven a señalar que el cambio climático antropogénico es un invento de los
ambientalistas y de los enemigos del progreso. Señalan además que la humanidad
tiene problemas muchos más grandes e importantes que atender como para estar
distrayéndose en cuestiones ambientales. Los que subestiman al cambio climático
minimizan sus impactos. Consideran que el tema existe pero que no habría porqué
preocuparse tanto. También hay quienes exacerban el cambio climático. En este
grupo se ubican los que utilizan un tono catastrofista del fenómeno y
consideran como una señal concreta del fin de los tiempos. Ponen de manifiesto
que el ser humano ha fallado estrepitosamente en construir una sociedad
equilibrada y que el planeta pronto pasará la factura a su desidia. Los
indiferentes al cambio climático son aquellos
que no se sienten involucrados
frente al tema independientemente de la magnitud del problema. Como tal,
tampoco se ven convocados en la generación de soluciones. Como se dice
coloquialmente, el tema no es con ellos. Una actitud especial refiere a
aquellos que aparentan importarle el tema del cambio climático pero cuyas
prácticas no se condicen con su discurso por ello no es difícil encontrar
evidencias concretas de inconsistencia e incoherencia. Una categoría distinta
refiere a los oportunistas, los que ven al cambio climático una oportunidad
para revisar el modelo de desarrollo predominante, los sistemas económicos, las
tecnologías o incluso la oportunidad para hacer grandes negocios. Aunque esta
clasificación no es absoluta,
recoge las tendencias predominantes de las personas. Las personas además desarrollan actitudes
frente al grado de afectación del cambio climático. Aquí se reconocen diferentes grados de
distancias entre el cambio climático y las personas, estas distancias pueden
ser geográficas (“porque los impactos son lejanos respecto a dónde vivo”),
temporales (“porque los impactos vendrán después y a mí no me alcanzan”) o
afectivas (“mientras no me afecte a mí poco me importa”). Como se puede colegir
de las diversas actitudes de las personas, existen múltiples razones
subyacentes detrás de cada posición.
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