LA ORDEN EJECUTIVA NO PROTEGERÁ
A LOS 11
MILLONES QUE VIVEN EN EE.UU.
CUBRIRÁ ENTRE 1 A 4 MILLONES,
SEGUN EL "THE WALL STREET JOURNAL".
Fuente:
Agencias -
”TRIBUNA HISPANA.USA”
Por Lux Fer
17 de Noviembre 2014
El
principio básico del poder, la influencia y el control sobre las personas es:
“Cuando la gente cree obtener un poder, en realidad entrega un poder”. Este
principio fue elaborado hace dos siglos y medio para la creación del poder
bancario que hoy en día controla el planeta —de eso escribiremos en otra
ocasión—. Sin embargo, su aplicación ha sido extendida hacia otras áreas de la
“sociedad moderna”, como la llamada “democracia electoral”. La mayor evidencia
de esto es el famoso eslogan “El Poder del Voto” y sus variantes como “Si no
votas, no cuentas”. Sin embargo, cuando uno entiende la verdadera aplicación
del Principio, la verdadera realidad es todo lo opuesto. Desde hace mucho
tiempo, la “democracia electiva”, en la gran mayoría
de los casos, sólo ha
servido para entregarles un poder a los políticos electos —para hacer leyes a
favor de quienes les pagan sus campañas políticas, y repartir el dinero de los
presupuestos—, en lugar de que ese poder sea revertido en favor de las mayorías
que los eligieron. Sin embargo, al menos en la apariencia, puede ocurrir que el
Principio se revierta a favor de los votantes. Eso fue lo que sucedió el pasado
4 de noviembre cuando dos tercios de los votantes latinos, en todo el país,
prefirieron seguir con su rutina diaria y no ir a votar. El resultado ya lo
sabemos: Sin la llanta “latina” el carro demócrata se quedó tirado en el camino
y los Republicanos —
moviendo a su favor el voto anti-inmigrante y la
frustración del declive económico— lograron recuperar el control del Senado de
EE.UU. Algunos han sido tentados a decir que el Presidente Obama y los
Demócratas fueron “castigados” por el “poder del voto latino” que no acudió a
las urnas. Sin embargo, nosotros creemos que lo que maquinó la Casa Blanca fue
un gambito electoral, usando el mismo Principio. Es decir, sacrificó un peón
—bajo la apariencia de perder a causa del “poder del voto latino decepcionado”—
para reacomodar las piezas y —como la mano que tiene el “poder” para mover las
piezas— poner en marcha una nueva estrategia con miras a las elecciones
presidenciales del 2016. En términos herméticos se trata de la Manipulación de
la Ley. “Nada escapa a la Ley, pero
aquellos que están en los niveles más
elevados — ¿Que Dios detrás de Dios la trama empieza?— controlan las causas
para producir los efectos, nada es causalidad”. Aunque los votantes están
tentados —inducidos— a creer que ellos demostraron su “poder”, castigando a los
Demócratas, la realidad es que lo grandes estrategas solo han preparado el
terreno para usar a esos mismos votantes en una estrategia electoral que se
desarrollará dentro de los dos próximos años. Y
el primer movimiento ya se ha dado. Si son 4 millones, ese grupo
estarían conformados básicamente por los “Dreamers” —que aumentarán en número
los dos próximos años—, sus padres, y otros inmigrantes con hijos nacidos en
Estados Unidos —y que cumplan con otros requisitos de inmigrantes una
Protección Temporal contra la deportación (además de otorgarles un Permiso de
Trabajo), esto puede tener como efecto varios escenarios. El primero y más
importante: Recuperar el caudal de votos hispanos perdidos el 4 de noviembre pasado
y, potencialmente, sumar los votos de los nuevos electores que se hagan
ciudadanos o se registren para votar de aquí al 2016.
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