ESTA
SITUACIÓN SE AGRAVÓ EN SIRIA:
LA CASA BLANCA ORGANIZÓ AL EMIRATO ISLÁMICO
QUE FUE A IRAK PARA "LIMPIEZA ÉTNICA".
DESPUÉS COMENZÓ A COMBATIRLO...
MIENTRAS QUE LA CIA LO APOYABA…
QUE FUE A IRAK PARA "LIMPIEZA ÉTNICA".
DESPUÉS COMENZÓ A COMBATIRLO...
MIENTRAS QUE LA CIA LO APOYABA…
Escribe
THIERRY MEYSSAN (*)
Fuente RED
VOLTAIRE
DAMASCO (SIRIA)
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26 de enero 2015
(*)
THIERRY MEYSSAN (1957 Gironda, Francia) es un periodista y activista
político francés, autor de investigaciones sobre la extrema derecha así como
sobre la Iglesia Católica, entre otras. Escritor y analista internacional., Presidente fundador de la Red Voltaire y de
la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican
en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Es analista y consultante de
varios gobiernos.
La
crisis que atraviesa el aparato estatal en EE.UU. amenaza supervivencia del Imperio. Y no se trata de la
opinión de Thierry Meyssan. sino que hace temblar a la clase dirigente en
Washington, tanto que el presidente honorario del Council on Foreign Relations exige
la renuncia de los consejeros del presidente Obama y que se nombre nuevo equipo
de gobierno. Este conflicto no tiene nada que ver
con la normal oposición entre
demócratas y republicanos, ni siquiera con la que existe entre “palomas” y
“halcones”. Lo que está en peligro es el liderazgo en Estados Unidos y la OTAN.
Hace meses que vengo señalando que ya no hay política exterior en Washington
sino dos facciones que se oponen en todo y que están aplicando, por separado,
políticas contradictorias e incluso incompatibles. De Siria, el desorden se
extendió a la OTAN, alianza creada para luchar contra la URSS y mantenida en
contra de Rusia, cuando el presidente turco Recep Tayyip Erdogan firmó
gigantescos acuerdos económicos con Vladimir Putin. Saliendo de su silencio, el
presidente honorario del Council on Foreign Relations, Leslie H. Gelb, ha dado
el toque de alarma. Según Gelb, «el equipo de Obama carece de los instintos
básicos y del juicio necesarios para
dirigir la política de seguridad nacional
durante los 2 próximos años»." Y luego dice, en nombre de todo el conjunto de la
clase dirigente estadounidense: «El presidente Obama tiene que reemplazar su
equipo por personalidades fuertes y estrategas experimentados. También tiene
que poner nuevas personas como consejeros principales de los secretarios de
Defensa y de Estado. Y finalmente tiene que instaurar consultas periódicas con
Bob Corker, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, y con John
McCain, el presidente de la Comisión de los Servicios Armados.» Nunca antes,
desde su creación en 1921, el Council on Foreign Relations (CFR) había adoptado
este tipo de actitud. Y es que la división reinante en el seno del aparato
estatal
federal conduce directamente a la pérdida de la influencia de Estados
Unidos. Al enumerar los principales consejeros que, en su opinión, tendrían que
irse, Gelb menciona a 4 personas intelectual y afectivamente muy cercanas al
presidente: Susan Rice, consejera de Seguridad Nacional; Dennis McDonough,
director del equipo de la Casa Blanca; Benjamin Rhodes, a cargo de las
relaciones con los medios de prensa; y Valerie Jarrett, consejera de política
exterior. La clase dirigente de Washington les reprocha su total ausencia de
proposiciones originales al presidente y también que nunca lo contradicen,
limitándose a confirmar los prejuicios del principal mandatario. La única
personalidad que el Council on Foreign Relations ve con buenos ojos es Anthony
Blinken, un «halcón liberal» que funge como nuevo número 2 en el Departamento
de Estado. Por cierto, no está de más observar que en un país hasta ahora
dirigido por los WASPs (White Anglo-Saxon Protestant, o sea “Blancos
Anglosajones Protestantes”, 2 de los consejeros cuyo despido se exige son
mujeres negras mientras que 14 de los 15 personajes cuya entrada se propone a
la administración Obama son hombres blancos protestantes o judíos askenazis. El
reordenamiento político es también una recuperación del control en el plano
étnico y religioso.
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