¿QUÉ ES EL BIEN COMÚN? - ACCESO DE TODOS A LA ALIMENTACIÓN,
LA SALUD, VIVIENDA, LA ENERGÍA, SEGURIDAD. CULTURA…
RECONOCIMIENTO... RESPETO A LA CONVIVENCIA PACÍFICA…
Escribe
LEONARDO BOFF (*)
Fuente Web del autor
Viernes 20 de Febrero 2015
(*)LEONARDO
BOFF (BRASIL) Teólogo, filósofo y escritor Uno de los fundadores de la Teología
de la Liberación. en 1985, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida
por el Cardenal Ratzinger (ex Papa) le silenció por un año por su libro “La
Iglesia, Carisma y Poder” . Profesor de ética y filosofía en Brasil.
Conferencista en muchas universidades, como Heidelberg, Harvard, Salamanca,
Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín entre otras. Escribió más de 100
libros, traducidos a diversas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le otorgó
el premio Right Livelihood.
Las actuales discusiones políticas en Brasil en medio de una
amenazadora crisis hídrica y energética se pierden en los intereses
particulares de cada partido. Hay un intento articulado por los grupos
dominantes, detrás de los cuales se
esconden grandes corporaciones nacionales y
multinacionales, los medios corporativos y, seguramente, la actuación de los
servicios de seguridad del imperio norteamericano, de desestabilizar el nuevo
gobierno de Dilma Rousseff. No se trata solamente de una crítica feroz a las
políticas oficiales, hay en acción algo más profundo: el deseo de desmontar y,
si es posible, liquidar el PT que representa los intereses de las poblaciones
que históricamente siempre han sido marginalizadas. A las élites conservadoras
les cuesta mucho aceptar el nuevo sujeto histórico –el pueblo organizado y su
expresión partidaria– pues se sienten amenazadas en sus
privilegios. Como son
claramente egoístas y nunca han pensado en el bien común, se empeñan en sacar
de la escena a esa fuerza social y política que podrá cambiar irreversiblemente
el destino de Brasil. Estamos olvidando que la esencia de la política es la
búsqueda común del bien común. Sabemos
que las sociedades civilizadas se construyen sobre tres pilares fundamentales:
la participación (ciudadanía), la cooperación societaria y el respeto a los
derechos humanos. Juntas crean el bien común. Pero el bien común ha sido
enviado al limbo de la preocupación política. En su lugar, han entrado las
nociones de rentabilidad, flexibilización, adaptación y competitividad. La
libertad del ciudadano es sustituida por la libertad de las fuerzas del
mercado, el bien común por el bien
particular, y la cooperación por la
competición. La participación, la cooperación y los derechos aseguraban la
existencia de cada persona con dignidad. Negados esos valores, la existencia de
cada uno no está ya socialmente garantizada ni sus derechos asegurados. Como
consecuencia, cada uno se siente impelido a garantizar lo suyo: su empleo, su
salario, su auto, su familia. Impera el individualismo, el mayor enemigo de la
convivencia social. Nadie es animado, por tanto, a construir algo en común. La
única cosa en común que queda es la guerra de todos contra todos con vistas a
la supervivencia individual. En este contexto, ¿quién va a implementar el bien
común del del planeta Tierra? ¿Quién
cuidará del interés general de más de siete mil millones de personas? El
neoliberalismo es sordo, ciego y mudo a esta cuestión fundamental como lo viene
repitiendo como un ritornello el Papa
Francisco. Sería contradictorio suscitar
el tema del bien común, pues el neoliberalismo defiende concepciones políticas
y sociales directamente opuestas al bien común. Su propósito básico es: el
mercado tiene que ganar y la sociedad debe perder, pues es el mercado quien va
a regular y resolver todo. Siendo así, ¿por qué vamos a construir cosas en común?
Se ha deslegitimado el bienestar social. Ocurre, sin embargo, que el creciente
empobrecimiento mundial resulta de las lógicas excluyentes y predadoras de la
actual globalización competitiva, liberalizadora, desreguladora y
privatizadora. Cuanto más se privatiza más se legitima el interés particular en
detrimento del interés general. Como ha mostrado Thomas Piketty en su libro, El
Capitalismo en el siglo XXI, cuanto más se privatiza, más crecen las
desigualdades. Es el triunfo del “killer capitalism”. ¿Cuánto de perversidad
social y de barbarie aguanta el espíritu?
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