domingo, 22 de febrero de 2015

MANIPULACIÓN CLIMÁTICA A LA CARTA

LA GEOINGENIERÍA SON PROPUESTAS TECNOLÓGICAS 
PARA ACTUAR EN EL CLIMA A ESCALA GLOBAL 
CONLLEVAN  ALTOS RIESGOS Y EFECTOS  IMPREDECIBLES.

Escribe 
SILVIA RIBEIRO (*) 
Columnista habitual en 
“La Jornada” de México 
Sábado 21 de Febrero 2015

(*) SILVIA RIBEIRO – Escritora. Periodista. Militante ambientalista. Directora para América Latina del Grupo ETC. Trabaja en la oficina de México.. Ha sido periodista y coordinadora de campañas en temas ambientales. Especialista en cambio climático. Escribe sobre biotecnología y agro negocios. Impactos de los transgénicos; concentración corporativa, propiedad intelectual, el papel de la ciencia y las nuevas tecnologías y sus peligros. Ha dicho: “Es grave e irresponsable el intento de FAO de legitimar los transgénicos como solución al hambre y la crisis climática”. 

El 10 de febrero 2015, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos publicó dos informes sobre geoingeniería en los que se recomienda invertir más en propuestas de manipulación del clima, teóricamente para paliar los síntomas

del cambio climático. El estudio fue financiado por la CIA, la Nasa y el Departamento de Energía de Estados Unidos, entre otras instituciones. Casi al mismo tiempo, la revista científica “Nature” publicó un artículo de opinión de científicos pro geoingeniería. Demandan que se haga no sólo investigación en laboratorio, sino también pruebas de campo de esas tecnologías para estar preparados en caso de necesitarlas.  La geoingeniería consta de propuestas tecnológicas para manipular el clima a escala global, como inyectar sulfatos en la estratósfera para bloquear la luz del sol, blanquear las nubes para reflejarla, grandes instalaciones para absorber dióxido de carbono de la atmósfera y enterrarlo en fondos geológicos o marinos, alterar la química de océanos para que absorban más carbono, mega plantaciones de cultivos transgénicos reflejantes y otras.Presentar la geoingeniería como algo a usar solamente si se necesita, es el núcleo de argumentación de sus promotores, intentando justificar que se inviertan fondos públicos y privados en 
Ken Caldeira

tecnologías de altísimo riesgo. Ésta no se dirige en ningún caso a cambiar las causas del cambio climático, sólo lidia con los síntomas: intentar bajar la temperatura bloqueando la radiación solar o remover carbono de la atmósfera cuando ya se ha emitido. Por ello, si se permite, será un jugoso negocio para los inversores, porque al seguir emitiendo gases de efecto invernadero, continuará el calentamiento global, y la venta de tecnologías para paliar las consecuencias no tendría fin, generando dependencia perpetua con quién las controle.

 En ese sentido, y para completar la semana de promociones, Ken Caldeira, de la Universidad de Stanford, uno de los autores de los informes de la Academia de Ciencias y conocido entusiasta de geoingeniería, publicó un artículo en The Guardian, explicando que la geoingeniería puede ser, literalmente, una máquina de hacer dinero para las empresas. Agrega que si el tema es tan relevante para la CIA, debe serlo igualmente para las empresas.  La geoingeniería ya integra la propaganda de las trasnacionales de la energía (petróleo, carbón, fracking), para
justificar la explotación ilimitada de sus reservas billonarias, contra la información científica sobre la gravedad del cambio climático, que exige terminarla. Aunque el equipo que elaboró los informes de la academia no llegó a consenso  para respaldar todas incluso hay párrafos críticos sobre los riesgos, el mensaje central es que esas propuestas, que antes era consideradas sólo como armas de guerra y en el ámbito militar, ahora deben estar en el portafolio de opciones para enfrentar la crisis climática. Puede hasta sonar razonable que se investigue y experimente, para saber si sirve en caso de necesitarla. Sin embargo, cualquier forma de experimentación en campo real, es decir fuera de laboratorios y computadoras

, es una trampa, ya que por definición, la geoingeniería se propone modificar el clima planetario y las experiencias a pequeña escala no sirven para saber si tendrá efecto en el clima global. Son en realidad un tobogán para legitimar experimentar a escalas cada vez mayores, con riesgos inaceptables para muchos países. Tal como investigó Naomi Klein en su reciente libro sobre cambio climático “Esto lo cambia todo”, si se hicieran experimentos de geoingeniería a la escala necesaria para impactar el clima global, de todos modos sería imposible diferenciar el efecto de estas tecnologías de otros fenómenos naturales y problemas climáticos ya presentes y, por tanto, sólo se podría sacar alguna conclusión, quizá, extendiendo el experimento por muchos años, al menos una década.  




No hay comentarios: