AL PUEBLO
VENEZOLANO
Y A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
SOBRE INTENTO DE GOLPE CONTRA
VENEZUELA.
PRUEBAS DE INJERENCIA DE LOS EE. UU.
PRUEBAS DE INJERENCIA DE LOS EE. UU.
Publica:
RED VOLTAIRE
CARACAS (VENEZUELA)
FEBRERO DE 2015
El
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, ha venido
denunciando desde el año 2014 la actuación de la derecha venezolana y de
factores extranjeros para derrocar al gobierno democráticamente constituido en
el país. Las violentas agresiones contra la democracia venezolana provienen de
los sectores de la ultraderecha extrema y violenta que han tenido como objetivo
amenazar la estabilidad del sistema democrático, tratando de imponer su agenda
por encima de la voluntad popular que se ha ratificado sucesivamente en las
distintas elecciones de los últimos 15 años en el país. Desde el 23 de enero
del
año 2014, estos grupos desestabilizadores echaron a andar una nueva
arremetida contra la democracia venezolana. El plan denominado “La Salida” hizo
un llamado a manifestaciones supuestamente pacíficas. Sin embargo, la acción
orquestada por estos factores, pronto devino en una ola de violencia desmedida
en algunos estados y municipios del país, controlados por autoridades locales
contrarias al gobierno revolucionario. En este contexto Leopoldo López,
dirigente del Partido Voluntad Popular, declaró a través de las redes sociales:
«Hemos planteado la necesidad de una salida al desastre, una salida que pasa
por construir una fuerza popula
r que esté activa en las calles» «Nos vemos en
las calles de Venezuela», precisó, al tiempo que manifestó que el país se acerca
a «La Salida y al cambio». Este llamado fue secundado por distintos sectores de
la derecha venezolana que echaban a andar el plan desestabilizador y que
condujo a las acciones violentas y vandálicas que comenzaron el 12 de febrero
de 2014. El trágico saldo de la acción perpetrada por este grupo dejó un total
de 43 muertos, cientos de lesionados y daños incalculables al patrimonio
público. Los acontecimientos violentos propiciados por estos sectores de la
oposición, fueron tergiversados por los medios de comunicación nacionales e
internacionales haciéndolos ver como manifestaciones «pacíficas» que fueron
objeto de
represión por parte del gobierno venezolano, señalando la acción de
los agentes de orden público que ejercieron en defensa del pueblo y de la paz del
país, como violatorias de los derechos humanos. Una vez fracasada esa escalada
de violencia sin sentido, el presidente Nicolás Maduro hizo un llamado sincero
al diálogo y al entendimiento. Con la participación de la UNASUR se impulsó una
mesa en la cual se convocaron a esos factores. Sin embargo, este esfuerzo fue
depreciado por parte de la oposición venezolana. Una vez más la agenda que
asumieron fue la de la acción desestabilizadora. A partir de ese punto se
recrudeció la acción del golpe continuado en el país. Los
sectores de
oposición, con apoyo del gobierno de los Estados Unidos, han aplicado un plan
para intentar vulnerar el orden constitucional y derrocar al gobierno. Debido
al fracaso de la violencia creada en las calles, la burguesía desató la guerra
económica contra el pueblo venezolano, buscando con ello crear un clima de
insatisfacción en los sectores populares que produjera saqueos y un estallido
social. De esta forma, por la vía del acaparamiento, la especulación y el
contrabando, se quiso privar al pueblo venezolano de los principales productos
para la alimentación y la higiene. Esta acción, aún en desarrollo, está siendo
desmontada por el Gobierno Bolivariano, el cual ha dedicado grandes esfuerzos
por frenar la guerra contra la economía, que afecta directamente al pueblo
venezolano.
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