ALEMANIA DIO UN NO A LAS PROPUESTAS GRIEGAS,
LOS CAPITALES
HUÍAN DE LOS BANCOS GRIEGOS;
LOS GRIEGOS NO ACEPTARON EL ULTIMÁTUM,
SE
LEVANTARON Y VOLVIERON A ATENAS
Escribe
JOSÉ BLANCO (*)
Politico. Periodista español.
Columnista en
“La Jornada” de Mexico
Martes 24 de Febrero 2015
(*) JOSÉ BLANCO LÓPEZ (España, Palas del Rey 1962) también
conocido como Pepe Blanco, es un
político socialista español. Partido:
Partido Socialista Obrero Español. Del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas
y Demócratas en el Parlamento Europeo. Eurodiputado del Partido Socialista. Ex
ministro de Fomento en el último Gobierno de José Luis Rodríguez-Zapatero.
Como ocurre en los debates políticos entre aspirantes
rivales a un puesto público, ambos declaran la indudable derrota de su
adversario. En el caso, las declaraciones son enormemente desiguales. Un
tumulto de declaraciones en medios europeos en los siguientes minutos y horas
del primer encuentro entre
Tsipras y Varoufakis vs. Merkel, fueron de este
talante: “…en el primer asalto a Alemania le ha bastado la combinación de un
crochet seguido de un uppercut directo a la mandíbula para mandar a Syriza
directo a la lona... Esta semana puede que se hayan dado cuenta que una cosa es
teorizar como profesores universitarios y otra muy distinta es meterse los
guantes, los pantalones cortos y ponerse a intercambiar golpes contra el
campeón de los pesos pesados. Recordemos que se enfrentan a un púgil que tumbó
al PASOK de Papandreu en el primer intercambio de golpes y a un imprevisible peso
pesado como Berlusconi en un abrir y cerrar de ojos”. Sí,
Alemania dio un
categórico no a las propuestas griegas, mientras los capitales huían de los
bancos griegos; frente a esa rotunda negativa, los griegos no aceptaron el
ultimátum, se levantaron y volvieron a Atenas. Puede usted jurar que Merkel se
quedó temblando. La troika declaró una guerra despiadada contra Grecia,
mientras los dirigentes helenos piden un sinceramiento: el evidentísimo fracaso
de los planes austeristas, y están decididos a emprender programas sociales de
ayuda a los pobres, los desempleados y las pequeñas empresas en lugar de apoyar
a los bancos y los oligarcas de Europa, como exige la troika. Europa (léase
Alemania) se ha negado
sistemáticamente a satisfacer las demandas de Tsipras,
por el pavor de que Irlanda, Portugal, España e Italia se sumen a las demandas
de Grecia. Inverosímil: Tsipras y Varoufakis ¡son los únicos dirigentes que se
han atrevido a decir la verdad!: la deuda es impagable y Grecia está en
quiebra. Los señores titulares del Ejecutivo en los demás países europeos que
están en situación de quiebra han decidido, con una hipocresía sin límites,
negar que están en una situación absolutamente sin salida, pero les resulta
políticamente inconveniente asumir la bancarrota y sin la menor sensibilidad
humana han
dejado que el costo lo pague un brutal desempleo, el empobrecimiento
sin fin y el estancamiento económico. Grecia, parece, tiene la sartén por el
mango: de acuerdo con las estimaciones del destacado economista español Marco
Antonio Moreno, “si Grecia es empujada a abandonar la zona euro y volver al
dracma, la nueva moneda griega tendría –con suerte– un valor de 50 por ciento
del euro. Esto significa que las pérdidas superarían los 200 mil millones de
euros que los gobiernos, los
bancos y las corporaciones del resto de Europa
deberán absorber. Sólo Alemania podría sufrir una pérdida de 75 mil millones de
euros”. De modo que los desplantes de Merkel y sus súbditos en la troika, no
parecen ser mucho más que agua de borrajas. Grecia pedía seis meses para
precisar su programa económico, durante el cual no pagaría ni intereses ni
capital, y propondría un plan de crecimiento realista para enfrentar entre
otras cosas el endeudamiento (con quitas). Merkel aguantó apenas un día y por
la vía del Eurogrupo (la reunión informal de los ministros de Economía y
Finanzas de los países de la UE) concedió a Grecia cuatro de los seis meses que
Tsipras
demandaba. Aunque, para que nadie olvide quién manda, exigió que ayer lunes presentara su plan de reformas. Lo que ocurrió ayer ya no pudo ser considerado en esta nota. Pero nadie está obligado a lo imposible. En Atenas, Varoufakis se ha mostrado satisfecho tras el acuerdo alcanzado el pasado viernes con el resto de socios del Eurogrupo, y ha resaltado que el acuerdo alcanzado no tiene ninguna diferencia sustancial respecto a su propuesta del jueves (inmediatamente rechazada por Alemania), y mencionó hasta cuatro veces la importancia de ser, a partir del lunes, los coautores de su destino.
demandaba. Aunque, para que nadie olvide quién manda, exigió que ayer lunes presentara su plan de reformas. Lo que ocurrió ayer ya no pudo ser considerado en esta nota. Pero nadie está obligado a lo imposible. En Atenas, Varoufakis se ha mostrado satisfecho tras el acuerdo alcanzado el pasado viernes con el resto de socios del Eurogrupo, y ha resaltado que el acuerdo alcanzado no tiene ninguna diferencia sustancial respecto a su propuesta del jueves (inmediatamente rechazada por Alemania), y mencionó hasta cuatro veces la importancia de ser, a partir del lunes, los coautores de su destino.
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