jueves, 19 de marzo de 2015

“CAPITALISMO QUE TENEMOS CAUSO CAMBIO CLIMÁTICO”

LA CONEXIÓN ENTRE GASES DE INVERNADERO 
Y CALENTAMIENTO GLOBAL VIENE SIENDO 
UNA CUESTIÓN POLÍTICA CENTRAL 
PARA LA HUMANIDAD DESDE 1988

KLAUS BRINKBÄUMER 
ENTREVISTA A NAOMI KLEIN(*)

 Fuente
 “Der Spiegel” 
Publica “Rebelión” 
Traducción de Lucas Antón 
Jueves 19 de marzo 2015

 (*) NAOMI KLEIN (1970 Montreal CANADA) Es una periodista, escritolra e investigadora, de gran influencia en el movimiento antiglobalización.  Publica en numerosos periódicos y autora del los éxitos de ventas internacionales del New York Times, “La doctrina del shock” y  “El auge de capitalismo del desastre” (septiembre de 2007); entre muchos otros. Graduada en la Universidad de Toronto. Galardonada con varios premios y colaboradora habitual en “The Nation” “The Guardian” “Der Spiegel”entre otros. Ha trabajado como columnista para diarios de América y Europa y es ferviente activista por la biodiversidad y el anti extractivismo..


(Sacado de contexto de la entrevista a Naomi Klein) Calentamiento global viene siendo una cuestión política central para la humanidad desde 1988. Fue la época en que cayó el Muro de Berlín y Francis Fukuyama certificó “el
KLAUS BRINKBÄUMER 
fin de la Historia", la victoria del capitalismo occidental. Canadá y los EE.UU. firmaron el primer acuerdo de libre comercio, que sirvió de prototipo para el resto del mundo. En ese momento nos dijeron que ya no había nada parecido a la responsabilidad social y la acción colectiva, que deberíamos dejarlo todo al mercado. Privatizamos nuestros ferrocarriles y la red energética, la OMC y el FMI se comprometieron con un capitalismo desregulado. Por desgracia, esto condujo a una explosión de las emisiones.  Las cifras cuentan cuál es la historia entera. Durante los años 90, las emisiones se elevaron un 1% anual. Desde el año 2000 han ido subiendo una media del 3.4%. Se exportó globalmente el sueño americano y se expandieron rápidamente bienes de consumo que creíamos esenciales para satisfacer nuestras necesidades. Empezamos a vernos exclusivamente como consumidores.
Cuando el comprar como forma de vida se exporta a todos los rincones del globo, eso exige energía. Mucha energía.  Hemos desechado sistemáticamente las herramientas. Hoy se hace mofa de regulaciones de toda laya. Los gobiernos ya no aplican reglas severas que pongan límites a las compañías petrolíferas y demás empresas. Estas crisis se nos ha venido encima en el peor momento posible. Ya no nos queda tiempo. Estamos en un momento de ahora o nunca. Si no actuamos como especie, nuestro futuro está en peligro. Tenemos que reducir emisiones de modo radical.  El sistema económico que hemos

creado ha creado también el cambio climático. No me lo he inventado. El sistema es inservible, la desigualdad económica es demasiado grande y la falta de contención por parte de las compañías energéticas es desastrosa. Veo señales de que podría haber un mundo radicalmente distinto del que tenemos hoy en día. Vamos a experimentar el cambio climático y bastantes más desastres naturales, eso es seguro. Pero tenemos tiempo todavía para impedir un calentamiento verdaderamente catastrófico. Tenemos tiempo asimismo de cambiar nuestro sistema económico para que no se vuelva más brutal y despiadado al enfrentarse al cambio climático. Tenemos hoy que tomar algunas decisiones acerca de qué valores son importantes para nosotros y cómo queremos de verdad vivir.


Y, por supuesto, hay una diferencia entre que la temperatura se eleve solo 2 grados o lo haga 4 o 5 o más. Todavía nos es posible a los seres humanos tomar las decisiones correctas. Hace varios años, la comunidad internacional estableció un objetivo para limitar el calentamiento global a dos grados centígrados. ¿Lo considera todavía alcanzable? Bueno, todavía es una posibilidad física. Tendríamos que reducir inmediatamente las emisiones globales en un 6% anual. Los países más ricos tendrían que sobrellevar un peso mayor, lo que significa que los EE.UU. y Europa tendrían que recortar emisiones entre un 8% y un 10% anual. Inmediatamente. No es imposible, solo que es profundamente irreal políticamente con nuestro actual sistema.
Necesitamos un cambio espectacular, tanto en la política como en la ideología, porque hay una diferencia fundamental entre lo que los científicos nos dicen que tenemos que hacer y nuestra actual realidad política. No podemos cambiar la realidad física, así que tenemos que cambiar la realidad política. Un modelo económico basado en un crecimiento indiscriminado lleva inevitablemente a un mayor consumo y a mayores emisiones de CO2. Puede y debe haber crecimiento en el futuro en muchos sectores bajos en carbón de la economía: en tecnologías verdes, en transporte público, en todas las profesiones que proporcionan cuidados, en las artes y, por supuesto, en educación. Ahora mismo, el núcleo de nuestro producto interior bruto comprende solo el consumo, las importaciones y exportaciones. Ahí tiene que haber recortes. Cualquier otra cosa sería engañarse.    

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