lunes, 30 de marzo de 2015

EL COSTO DE LA GUERRA, EL PRECIO DE LA PAZ

 “EL NÚMERO TOTAL DE MUERTES EN LOS TRES PAÍSES 
PODRÍA EXCEDER LOS DOS MILLONES, 
MIENTRAS QUE UNA CIFRA INFERIOR 
A UN MILLÓN ES MUY IMPROBABLE”

Escriben 
AMY GOODMAN (*) 
con la colaboración de 
DENIS MOYNIHAN 
Fuente “Democracy Now!” 
27 de marzo 2015

(*) AMY GOODMAN Locutora, periodista y escritora progresista de EE UU. Egresada de Harvard University en 1984, Fundo”Democracy Now” noticiero internacional que se emite a diario en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Con DENIS MOYNIHAN dirige "Democracy Now!" . Ambos son autores,entre otros, de: "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", edito Le Monde Diplomatique Cono Sur. Tradujo Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español.


¿Qué precio pagaría usted por no matar a otro ser humano? ¿Ante qué circunstancia cometería los delitos de deserción y “mala conducta ante el enemigo”, de los que fue acusado el miércoles el Sargento Bowe Bergdahl? Era soldado raso cuando abandonó su puesto en Afganistán. Estuvo secuestrado durante cinco años hasta que fue liberado como parte de un
Sargento Bowe Bergdahl
controvertido intercambio de prisioneros negociado por el Gobierno de Obama. Cinco miembros del Talibán que estuvieron detenidos en Guantánamo durante años fueron liberados de la prisión estadounidense para proseguir su detención bajo arresto domiciliario en Qatar a cambio de la liberación de Bergdahl, que ahora afronta un consejo de guerra y podría ser condenado a cadena perpetua. Mientras los artífices de las desastrosas guerras de Irak y Afganistán siguen sin ser enjuiciados, un nuevo informe afirma que alrededor de 1,3 millones de personas murieron en Irak, Afganistán y Pakistán en los primeros diez años de la llamada guerra contra el terrorismo.“Minimizar la responsabilidad de las fuerzas aliadas en la masacre y la destrucción de la región era un objetivo de gran importancia
en términos políticos”, escribió el médico de San Francisco Robert M. Gould en el prólogo del informe. Gould me dijo: “La publicación de este informe en América del Norte nos brinda una explicación mucho más exhaustiva de lo que ha sido el costo humano de esta guerra. Aún podemos ver los impactos de la desestabilización que nosotros, que nuestro gobierno y sus aliados, causaron en Irak y otros países. Creo que de modo similar a nuestra experiencia colectiva con respecto a la información sobre la Guerra de Vietnam ha habido en este caso una verdadera desconexión con respecto al impacto que esta guerra ha tenido en las personas del lugar. Sin duda se ha informado de los muertos y los heridos de nuestro lado, del número de

soldados. Pero estas otras muertes, esta destrucción, por una serie de motivos, se ocultan a la población de Estados Unidos, de modo que no vemos el verdadero costo de la guerra. Además, no vemos la conexión entre estas políticas y el grado de muerte y destrucción que provocan la desestabilización de estas regiones y la matanza sistemática que se realiza a través de la guerra con aviones no tripulados, etc. Estamos aislados de estos efectos y no entendemos la ira de la gente que ha sufrido la guerra en Irak durante doce años, o incluso por más tiempo en Afganistán. No sabemos cuáles son los efectos”. La publicación del informe coincidió con la visita del nuevo presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, a la Casa Blanca


para reunirse con el Presidente Barack Obama. Obama anunció que postergará la retirada de los soldados estadounidenses de Afganistán y que dejará a 9.800 soldados en el país al menos hasta finales de 2015. “La fecha de nuestra retirada completa no se modificará, pero en mi opinión —y en la opinión del general [John F.] Campbell y de otras personas que están en el lugar— vale la pena proporcionar este plazo adicional para contribuir al triunfo de las fuerzas de seguridad de Afganistán”. La guerra más larga de la historia de Estados Unidos continúa y no parece vislumbrarse su fin. Durante su estadía en Washington, Ghani también visitó el Pentágono y el Cementerio Nacional de Arlington, donde colocó flores en honor a los soldados estadounidenses caídos. “Body Count” proporciona una sorprendente actualización del cálculo de muertes generalmente aceptado de la guerra contra el terrorismo en Irak, Afganistán y Pakistán.   

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