AL
LLEGAR LA IZQUIERDA AL GOBIERNO,
HABÍA
PERDIDO LA BATALLA DE LAS IDEAS.
PUNTO DONDE HOY EN DIA HAY DIFICULTADES
CONTRA EL AVANCE DEL NEOLIBERALISMO.
Entrevista
ENRIC LLOPIS (*)
Fuente Rebelión
Sabado 2 de mayo 2015
(*)
ENRIC LLOPIS– Periodista itinerante
especializado en temas Latino
Americanos, con especial atención a lo que está sucediendo en la inmensidad de
la Amazonia, donde ocurre una actividad de muchos luchadores sociales y
movimiento en defensa de la tierra y la naturaleza, muy poco divulgada y que
casi no se conoce. Asímismo se ocupa en temas internacionales que importan con
nuestra sociedad global. Redactor de “Rebelion” KAOSENLARED, entre otros medios
de la prensa alternativa.
“LOS GOBIERNOS POSNEOLIBERALES DE AMÉRICA
¿ HAN RESCATADO LA FUNCIÓN DEL ESTADO?”
(EMIR
SADER…SACADO DE CONTETO EN LA ENTREVISTA) El capital apuesta por el mercado, el
sector privado y la desregulación en todos los ámbitos, de manera que el estado
seria una barrera para el libre
discurrir de la oferta y la demanda. Sin
embargo, los gobiernos de corte neoliberal hacen un uso intensivo del aparato
estatal para desarrollar sus contrarreformas. Los gobiernos progresistas o
“posneoliberales” le han otorgado otra función, al Estado. La
prioridad de las políticas sociales en lugar del ajuste fiscal; o la primacía
de la integración regional y los intercambios Sur-Sur, frente a los Tratados de
Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. .El paso del capitalismo a su era neoliberal
fue el resultado de varios factores de cambio a escala
mundial. Primeramente la
derrota del campo socialista en la “guerra fría”, y el paso de un mundo
“bipolar” a otro “unipolar” bajo hegemonía imperial estadounidense. Además, se
produce el final del ciclo largo expansivo del capitalismo, que viene de la
segunda guerra mundial y se prolonga hasta los años 70, y que implica el paso
de un modelo regulador keynesiano a un modelo liberal de mercado. Estos
factores representan un cambio en la correlación de fuerzas muy favorable al
bloque occidental liderado por Estados Unidos. El neoliberalismo surge en este
marco. Ocurre entonces que las fuerzas
populares y anticapitalistas se sitúan a la defensiva. América Latina, en
particular, fue una víctima especial porque sufrió la crisis de la deuda en el
paso de los años 70 a los 80; dictaduras militares en países políticamente tan
importantes como Brasil, Uruguay, Argentina o Chile; y la mayor cantidad de
gobiernos neoliberales del mundo, en una modalidad muy “radical”. La reacción
se produjo en la forma de elección de gobiernos que expresaban un rechazo al
neoliberalismo y al fracaso de su gestión.
de los derechos sociales. Sin embargo, por la herencia negativa que han
recibido, no han realizado cambios estructurales en el país. Por ejemplo,
(citando a Brasil) la hegemonía del capital financiero continúa vigente, lo que
es un obstáculo para mantener niveles de crecimiento altos. El peso del
agronegocio en el campo es otro obstáculo al avance de políticas de
autosuficiencia alimentaria y reforma agraria. En tercer lugar, el monopolio
privado de los medios de comunicación es un elemento que fortalece a la
oposición política. El último factor es la financiación privada de las campañas
electorales, que produce congresos muy
copados por los grupos de presión
corporativos. En algunas de las circunstancias mencionadas, el gobierno (de
Brasil) empieza a plantear cambios, pero en otras no encontró la forma de
hacerlo. Ello hace que los avances tengan límites. El neoliberalismo no sólo transforma las
estructuras económicas y sociales, sino también los valores. Impone una cultura
elitista y centrada en el consumidor, no en los derechos de la gente, lo que al
final representa un factor de fuerza para los Estados Unidos. Es el llamado
“modo de vida norteamericano”, que tiene en el Shopping Center (y la maquinaria
publicitaria que lleva aparejada) su forma ejemplar de estilo de vida. Aun en
los países en los que hubo un progreso socioeconómico
importante (Venezuela,
Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina o Uruguay), no se ha logrado todavía
generar ideologías alternativas. Sobre esta cuestión, el historiador británico
Perry Anderson hizo una reflexión muy seria: cuando la izquierda llegó
finalmente al gobierno, por el agotamiento de los gobiernos neoliberales, había
perdido la batalla de las ideas. Éste es el punto en
el que la izquierda
encuentra más dificultades para contrarrestar la ola neoliberal. El estado fue
también una víctima del neoliberalismo, al disminuir sus atribuciones y
privatizar propiedades que estaban en manos públicas. Los gobiernos
progresistas de América Latina han rescatado el rol del estado. Pero es un
estado que, por citar un ejemplo de su modo de funcionar, no está adecuado para
una relación distinta con el movimiento popular. No cuenta habitualmente con
mecanismos para ello.
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