EL COMANDO DEL SURESTE SE MOVILIZA,
EN OPERACIONES MILITARES.
NO PARA PROVEER AGUA A LA POBLACIÓN,
SINO PARA PREVENIR EL CAOS SOCIAL
ANTE UN
POSIBLE CORTE DE AGUA,
RAÚL ZIBECHI (*)
Fuente
“La Jornada” de Mexico
12 de Junio
2015
(*) RAÚL ZIBECHI- (Uruguay 1952) Periodista, docente,
investigador y escritor uruguayo. Analista internacional en Red Voltaire. Logró
en 2003 Premio José Martí por sus crónicas sobre Argentina. Publica en “La
Jornada” de Mexico y diversos medios alternativos en el continente y del
exterior, incursiona en una visión panorámica sobre las luchas sociales en
nuestra América. Tiene a su cargo la sección internacional de “Brecha”
(Uruguay). Profesor en “Multiversidad Franciscana” de América Latina
El Gran São Paulo tiene 22 millones de habitantes,
distribuidos en 39 municipios. Es la mayor ciudad de América Latina y una de
las más pobladas del mundo. El verano pasado los reservorios de agua que la
abastecen cayeron a mínimos históricos de 5 por ciento de su capacidad. Hubo
cortes de agua en algunas regiones y restricciones en otras. La región vive lo
que los especialistas denominan un ciclo de escasez de agua que puede durar 20
o 30 años, algo bien diferente a una sequía puntual, como era habitual en otros
periodos históricos en que no existía lo que conocemos como cambio climático (
Opera Mundi, 6 de mayo de 2015). Lo que indican estos datos es que con casi
total certeza en algún momento de los próximos años habrá un drástico corte
de
agua en una de las megaciudades del mundo, a pesar incluso de las obras que el
gobierno estatal está realizando a las apuradas, antes que comience un nuevo
verano. Ante una situación tan grave como esta, el Comando Militar del Sureste
se viene movilizando, realiza debates y operaciones militares. No para proveer
agua a la población, sino para prevenir el caos social ante un posible corte de
agua, ya que consideran la sequía como un caso de seguridad pública. El 27 de
mayo un comando de entre 70 y 100 militares armados con ametralladoras ocupó
las dependencias de la compañía Sabesp (Saneamento Básico de São Paulo),
previendo una eventual
necesidad de ocupación en caso de crisis, según el
comunicado del ejército (El País, 27 de mayo de 2015). Toda el área del
complejo de la empresa es considerada estratégica y la acción forma parte de
las actividades militares preventivas para la preservación del orden público y
protección de las personas y del patrimonio, sigue el comunicado. Un mes antes,
el
28 de abril, el Comando Militar organizó un debate destinado a un público de
oficiales, soldados y profesores universitarios simpatizantes de los militares,
en cuya mesa estaba el director de Sabesp, una delegada de la Federación de
Industrias de São Paulo, un profesor de ingeniería y el jefe militar del
sureste. El objetivo era trazar un panorama técnico, político y social sobre la
crisis hídrica. La crónica señala que la posibilidad de un corte de agua
“provoca
escalofríos en la cervical del establishment del estado”, que los
militares consideran que la población ideal de la ciudad debería ser de sólo 4
millones y que el conglomerado urbano puede quedarse sin agua a partir de julio
de este año. El director de Sabesp, Paulo Massato, fue muy claro al considerar
las consecuencias sociales: Será el terror. No habrá alimentación ni energía
eléctrica. Será un escenario de fin del mundo. Son millones de personas y
estallará el caos social. No será sólo un problema de desabastecimiento de
agua. Será mucho
más serio que eso (Opera Mundi, 6 de mayo de 2015). Pero el
que dio el campanazo fue el general João Camilo Pires de Campos, el comandante
militar del sureste, quien citó al ex presidente de la dictadura militar
Ernesto Geisel (1974-1979): En época de vacas flacas es necesario atar el
ternero. Para ellos, el ternero somos los sectores populares, como vemos. Las
revistas militares abordaron también el tema. Una de las más importantes
destaca que en
noviembre pasado la tensión era tan grande que la policía militar
está llevando los camiones pipa con escolta hacia algunos puntos de la ciudad,
sobre todo en la periferia, porque sectores populares apoyados por milicias
están atacando los camiones de abastecimiento para saquear el agua (Defesanet,
30 de noviembre de 2014). Citando a cientistas sociales, Defesanet asegura que
grandes cambios fueron precedidos por alteraciones climáticas como la historia
nos muestra en la Revolución Francesa, a la vez que asegura que São Paulo
muestra que las convulsiones sociales son una
constante en las grandes
ciudades. Pero uno de los hechos más sintomáticos que revela la publicación es
que desde octubre del año pasado, cuando la sequía hacía temer cortes de agua,
el gobierno estaba enviando militares para cursos con la SWAT (Special Weapons
and Tactics), policía militar especializada en manifestaciones en Estados
Unidos. Y agrega que existe la posibilidad “de grandes flujos migratorios hacia
regiones donde aún existe agua (…) lo que llevaría al agotamiento de los
recursos naturales, con gravísimos conflictos sobre el agua y la tierra,
incluyendo la propiedad privada” (Defesanet, 27 de mayo de 2015.
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