LA
INDUSTRIA NO VA A RENUNCIAR A SUS INVERSIONES
TAMPOCO DEJARA DE COBRAR SUBSIDIOS.
LA GEOINGENIERÍA
ES UNA SOLUCIÓN PERFECTA:
CALIENTA MAS EL PLANETA Y COBRA PARA ENFRIARLO.
GEOINGENIERIA: VEA VIDEO EN COLUMNA A LA DERECHA.
Escribe
SILVIA RIBEIRO (*)
Fuente:
“La Jornada” de Mexico
30 de Mayo 2015
(*) SILVIA RIBEIRO – Escritora. Periodista. Militante
ambientalista.Directora para América Latina del Grupo ETC y trabaja en la
oficina de México.. Ha sido periodista y coordinadora de campañas en temas
ambientales. Especialista en cambio climático. Escribe sobre biotecnología y
agro negocios. Impactos de los transgénicos; concentración corporativa,
propiedad intelectual, el papel de la ciencia y las nuevas tecnologías y sus
peligros. Ha dicho: “Es grave e irresponsable el intento de FAO de legitimar los
transgénicos como solución al hambre y la crisis climática”.
Aumenta
el caos climático, con tormentas feroces fuera de tiempo y lugar, inundaciones
donde no las había, sequías interminables, olas de frío o calor extremo, todo
con impactos terribles para la gente
común y peores para los más vulnerables. Sus
causas están claras: la expansión del modelo industrial de producción y consumo
basado en combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), principalmente para
generación de energía, sistema alimentario agroindustrial y urbanización
salvaje. Urge cambiar el modelo y reducir drásticamente la emisión de gases de
efecto invernadero, única solución real. Pero con el poder económico de las
industrias beneficiadas y los enormes subsidios que reciben de los gobiernos –a
quienes retornan el favor apoyando sus campañas políticas– cambiar o reducir
realmente no está en la agenda. En lugar de ello, están armando una trampa
global para seguir con sus negocios como siempre, aparentando que hacen algo
para enfrentar la crisis. Su apuesta de frontera es la geoingeniería: manipular
el clima para tapar el sol y bajar la temperatura, remover los gases de la
atmósfera por medios tecnológicos y enterrarlos en fondos geológicos, cambiar
la química de los oceános,
blanquear las nubes, entre otras. Serían nuevas
fuentes de negocios: seguir calentando el planeta y vender la forma de
enfriarlo. Como todo en geoingeniería es de alto riesgo, razón por la cual está
bajo una moratoria en Naciones Unidas, la maniobra es comenzar por algunas
técnicas, para luego legitimar el paquete. Las que empujan ahora, ante la
inminencia de un nuevo acuerdo global sobre el clima que se prevé tomar en
París en diciembre 2015, se llaman CCS y BECCS, por sus
siglas en inglés, en
castellano captura y almacenamiento de carbono y bioenergía con captura y
almacenamiento de carbono. Ambas vienen de la industria petrolera, que no las
usa porque no son económicamente viables. No es cualquier industria, es la más
poderosa del globo. De las 12 mayores empresas del planeta, ocho son de
petróleo y energía, dos son comerciantes de alimentos y dos fabricantes de
automóviles (Fortune, 2015). Son los sectores que según expertos son los
principales causantes del cambio climático. Sólo 90 empresas
de petróleo,
energía y cemento (la mayoría privadas) son responsables de dos tercios de los
gases de efecto invernadero emitidos globalmente desde 1850 (R. Heede, 2014) Las
industrias de petróleo y energía manejan una infraestructura de 55 billones de
dólares en todo el planeta. Tienen reservas aún no explotadas estimadas en
25-28 billones de dólares. Un reciente informe del
Fondo Monetario
Internacional (FMI, mayo 2015) agregó que los gobiernos subsidian a esas
industrias con 5.3 billones de dólares anuales, o como calculó el diario
británico The Guardian, 10 millones de dólares por minuto, durante todos los
días del año 2015. Un monto mayor que los gastos de salud sumados de todos los
gobiernos del mundo. La suma estimada por el FMI incluye subsidios directos e
indirectos, como los enormes gastos de salud y ambiente imputables al uso de
combustibles fósiles. El informe fue
contestado por fuentes empresariales,
alegando que son subsidios al consumo y que otros combustibles también tienen
impactos. Pero aún restando lo que le disputan, se trata de cifras exorbitantes
para las empresas más contaminantes y ricas del planeta. La reforma
privatizadora de la energía en México, contribuye también a subsidiarlas. Obviamente,
la industria no va a renunciar a sus inversiones y tampoco a los subsidios. Por
eso, la geoingeniería es para ellas una solución perfecta: seguir calentando el
planeta y cobrar por enfriarlo. Shell ya está diciendo que se debe pagar a las
petroleras para salvar al planeta del cambio climático con CCS y BECCS. Sería
el colmo de la perversión: pagar a los culpables del caos climático, para que
extraigan más petróleo y encima cobren por seguir contaminando.
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