martes, 16 de junio de 2015

GEOPOLÍTICA Y DIPLOMACIA ECONÓMICA: TPP Y TTIP

TPP EXCLUYE A CHINA. EL TTIP A RUSIA. 
OBJETIVO PARA AMBOS CASOS ES CLARO:
DEBILITAR RELACION ECONÓMICA CHINA 
CON  VECINOS Y POR TANTO DEBILITAR 
CRECIENTE INTERCAMBIO HACIA LA U.E.

Escriben 
UMBERTO MAZZEI
 ISABEL MORALES (*)
 Fuente “PIA-
Periodismo Internacional Interactivo"
13 de Junio 2015

(*) HUMBERTO MAZZEI. Periodista. Analista. Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Florencia, Italia; Director del Instituto de Relaciones Económicas . Escribe sobre Medio Ambiente y  temas relacionados con negociaciones comerciales. Autor de “El petróleo es un producto estratégico que modela la política internacional” “La guerra es sólo la continuación de las politicas” entre otros.


La visión anglosajona del orden mundial, con Washington y Londres como árbitros auto designados para hacer una guerra permanente y universal, es contrastada desde Moscú y Beijing. Como no es plausible
la inmunidad para destruir esa discrepancia con la sólita violencia militar, el contraste  implica el regreso al mundo multipolar, que siempre funciona con una perspectiva geopolítica. Es evidente la presión norteamericana para que la Unión Europea -UE- deje de vender bienes y servicios a Rusia, sexta economía mundial por poder de compra (PPP) y tercer socio comercial de la UE, con un comercio de € 326 millardos (miles de millones – 2013). En Alemania, el servilismo de la Sra. Merkel perjudica un

comercio de €75 millardos. A Francia el servilismo del Sr. Hollande ya le cuesta unos €3 millardos. Un segundo síntoma es el cambio de prioridades en política comercial. Hasta ahora Washington buscaba modelar la economía mundial con normas que dieran libertad de acción a las empresas que dictan políticas a los gobiernos anglosajones. Es notorio que esas políticas elevan los valores


en las bolsas, pero deterioran el nivel social y económico del 99 % de la población y arruinan las pequeñas y medianas empresas, que son la fuente más grande del empleo. La reducción del poder adquisitivo popular reduce el mercado interno y su importancia comercial externa.  La conciencia de los defectos del modelo anglosajón ha convertido el intento de imponerlo en las negociaciones de la OMC en un diálogo de desgaste. La respuesta anglosajona es un enroque: crear bloques económicos con países gobernados por los


mismos intereses apátridas. Hasta los años sesenta hubo áreas definidas por el uso de monedas imperiales. Hubo áreas de la Libra Esterlina, el Franco francés, del Rublo, del Guilder, del Cruzeiro y del Dólar. Poco a poco fueron invadidas por el Dólar, gracias al acuerdo de Bretton Woods y al disimulado apoyo en Washington a toda insurrección independentista. Mientras se erosionaban sus mercados coloniales, los europeos, para mantener la economía de escala de sus fábricas reconstruidas, fusionaron los mercados y recursos propios. El proceso pasó por la Comunidad del Carbón y del Acero, al Mercado Común
Europeo y finalmente a la Unión Europea, que ahora es la mayor economía mundial por PIB con €14.303 billones y la segunda, después de China, con un PPP de €12.712 billones. (……..)El concepto, originario del grupo anglosajón, gira ahora en sentido opuesto.  Ante la pérdida de competitividad comercial de los Estados Unidos e Inglaterra y su pérdida del control sobre la elaboración de normas para el comercio internacional, la repuesta es
proponer mega acuerdos económicos preferenciales que tengan como centro y lazo común a los Estados Unidos y que excluyan a los nuevos rivales: El Trans-Pacific Partnership – TPP y el TransatlanticTrade and Investment Partnership -TTIP-.  El primero excluye a China y el segundo a Rusia. El objetivo geopolítico de ambos acuerdos es claro: debilitar la interdependencia económica de China con sus vecinos y debilitar la creciente interdependencia
económica de la U.E. con el Mercado Común Euroasiático acaudillado por Rusia. Los acuerdos llamados de libre comercio o de asociación (partnership) son lo contrario del trato sin discriminación, que es la base del multilateralismo y la OMC. Su nombre es orwelliano, porque esconde lo contrario del libre comercio. Su promesa es discriminar en el comercio con un trato preferencial a los bienes y servicios de los países del pacto. Como Estados Unidos hace firmar tales acuerdos a cuanto país pueda imponerlo y casi todos son países en desarrollo, el trato
preferencial carece de beneficios. Todos compiten entre sí exportando productos similares al mercado americano. La apertura beneficia sólo a las grandes empresas norteamericanas, que cuentan con dinero inventado por la Federal Reserve, para arrasar a las empresas nacionales de los países socios. En propiedad intelectual implican prolongar los monopolios sobre el uso de conocimientos patentados y expandir los conocimientos patentables, con grave daño para la salud pública, la diversificación agrícola y el desarrollo científico y tecnológico. En inversión extranjera directa
implican la garantía estatal a las ganancias del inversionista extranjero. En agricultura se excluye el uso de salvaguardias ante situaciones de crisis. En política industrial se corrompe el uso racional y eficiente de los insumos en la cadena productiva con normas de origen excluyentes.  Otra característica de estos acuerdos Made in USA es el secreto y la falta de transparencia con que se negocian.     

No hay comentarios: