martes, 2 de junio de 2015

LOS YIHADISTAS AL SERVICIO DEL IMPERIALISMO

EL EMIRATO ISLÁMICO ASUME SU PAPEL 
COMO ALIADO DE EE.UU. Y DE ISRAEL 
EN EL «MEDIO ORIENTE AMPLIADO», 
AUNQUE DICE SER  ENEMIGO DE AMBOS.

Escribe 
THIERRY MEYSSAN (*) 
Fuente 
RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) 
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ENGLISH  FRANÇAIS 
 Lunes 1º de Junio 2015

(*) THIERRY MEYSSAN (1957 Gironda, Francia) es un periodista y activista político francés, autor de investigaciones sobre la extrema derecha así como sobre la Iglesia Católica, entre otras. Escritor y analista internacional. Tiene reconocida su especialización en temáticas de geopolítica. Presidente fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Es analista y consultante de varios gobiernos. Conferencista  internacional en análisis geopolítico.

Los gobiernos occidentales ya ni siquiera tratan de esconder el uso de yihadistas. ¿Ejemplos? La OTAN derrocó a Kadhafi utilizando a al-Qaeda como fuerza terrestre; Israel sacó a los “cascos azules” del Golán y los reemplazó por los hombres de al-Nusra; la coalición internacional contra el Emirato Islámico permitió que los yihadistas
tomaran Palmira para perjudicar al gobierno de Siria. Es fácil entender los intereses de las potencias occidentales, pero resulta menos evidente entender por qué y de qué manera los yihadistas prestan servicio al Tío Sam en nombre del Corán. El jeque Yussuf al-Qaradawi, gurú de la Hermandad Musulmana y predicador estelar del Corán en la televisión qatarí Al-Jazeera, bendice a los yihadistas que operan en Siria e Irak y afirma, muy seriamente, que si Mahoma viviese, hoy sería aliado de la OTAN. A menudo nos preguntamos cómo se las arreglan el Pentágono y la CIA para manipular a millones de musulmanes y lograr que luchen por los

intereses del Tío Sam. Si bien es cierto que algunos líderes son agentes pagados, también es verdad que la mayoría de los yihadistas creen que luchan y mueren por ir al paraíso. La respuesta es extremadamente simple: partiendo de la retórica de la Hermandad Musulmana es posible apartarse de la realidad humana y enviarlos a matar a cualquiera, como agitando un trapo rojo ante un toro. Oficialmente, el Emirato Islámico se separó de al-Qaeda y no reconoce la autoridad de Ayman al-Zawahiri. Sin embargo, en muchos lugares, como en la región siria de Qalamun, es imposible diferenciar a los seguidores del Emirato Islámico de los de al-Qaeda: los mismos yihadistas utilizan simultáneamente las dos
etiquetas.Por supuesto, siempre habrá quien responda que todo no pasa de ser una diferencia de orden personal surgida simplemente porque Abu Bakr al-Baghdadi quiere ser jefe en lugar del jefe. Pero el hecho es que el Emirato Islámico y al-Qaeda, aunque utilizan retóricas muy diferentes, recurren exactamente a las mismas prácticas. Tienen en común las consignas de la Hermandad Musulmana: «Nuestra Constitución es el Corán», «La solución es el islam». La vida piadosa se hace así extremadamente simple. No importa que el Creador nos haya hecho inteligentes, invariablemente y sin importar las circunstancias, hay que aplicar la palabra divina como si fuésemos máquinas. Y si la situación no aparece en El Libro… la solución es destruirlo todo. Por supuesto, los resultados de esa forma de actua
r son catastróficos y esas organizaciones han sido incapaces de instaurar en ningún lugar nada que se parezca al inicio de la sociedad perfecta que dicen desear. Pero la opinión pública occidental no ha seguido esa evolución. Está convencida del peligro de un mítico expansionismo ruso, se obstina en atribuir a los yihadistas los atentados del 11 de septiembre, no ve la realidad sobre lo sucedido en Libia y en la frontera del Golán ocupado por Israel y se aferra por ello a la errónea idea que presenta a al-Qaeda como una organización terrorista antiimperialista. Los árabes, mientras tanto, no se basan en los hechos sino que eligen –según los casos– la realidad o la propaganda occidental para inventarse así una narración romántica sobre al-Qaeda     

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