DEJÓ ENDEUDADOS
A LOS ESTADOUNIDENSES
Escribe
OLGA IMBAQUING
Corresponsal dePrensa en Nueva York
miércoles 01/09/2010
SOBRE CONCEPTOS
DE JOSEPH STIGLITZ (*)OLGA IMBAQUING
Corresponsal dePrensa en Nueva York
miércoles 01/09/2010
SOBRE CONCEPTOS
EE.UU. ya no está en guerra con Iraq, pero casa adentro se quedó con otra batalla a enfrentar: el alto endeudamiento y el déficit en parte causados por esa conflagración. Ocho años de campaña militar en el Medio Oriente -tanto en Iraq como en Afganistán- dejan a los gobiernos federal, estatal y municipal haciendo la del sastre: cortando aquí y cortando allá para que la prenda calce a las circunstancias de un cliente cuya economía está en recesión y en una desafiante campaña política.
Los candidatos atacan al gobierno federal por su mano suelta en el gasto, pero ocho años después casi nadie menciona que las guerras de Afganistán, emprendida en el 2002; y, la de Iraq, que comenzó en el 2003, son coautoras de las actuales penurias de la caja fiscal estadounidense. Para el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, Iraq a EE.UU. hasta el 2008 le venía costando tres trillones de dólares. “Ahora esa cifra es mucho más alta”, dice.
En términos económicos, la única guerra más costosa que la que le está poniendo fin el presidente Barack Obama ha sido la II Guerra Mundial, donde por cada soldado se gastó USD 100 000, la de Iraq costó 400 000 por cada militar movilizado.
Las consecuencias son visibles: en el menor de los casos las municipalidades recortan el presupuesto de las escuelas y colegios, reducen y congelan los salarios de los maestros o les dan vacaciones forzadas y hasta resumen a cuatro días de clases semanales, como en el caso de Hawái. En el peor de los casos se cierran centros educativos y hospitales, mientras los estudiantes y los pacientes tienen que buscar otros centros más alejados de donde viven, al tiempo que el servicio de transporte en Nueva York, por ejemplo, elimina líneas de tren y de buses porque el gobierno estatal no tiene para seguir subsidiando.
Asimismo, el servicio de correo postal de Estados Unidos en las próximas semanas anunciará si eliminará la entrega de correspondencia los sábados, porque no puede más con su alto déficit.
El actual costo social no es en exclusiva causado por las guerras, pero los miles de millones que se han destinado a ellas incluso, por primera vez, está obligando al Departamento de Defensa a hacer recortes en su presupuesto y hasta cerrar brigadas en EE.UU.
¿Cómo se financió esta guerra?, Stiglitz tiene la respuesta: con deuda. “Los costos de esta guerra son reales, incluso si son diferidos posiblemente a la siguiente generación”. Esto sin contar con la pérdida de más de 4 415 vidas de soldados de EE.UU., 100 000 vidas de iraquíes civiles y los mutilados de guerra, que se sospecha multiplica la de los caídos en combate.
Esta guerra que durante estos años dominó las elecciones y las decisiones políticas en el país, todavía dejará 50 000 soldados en Iraq pero más para tareas de asesoramiento y protección de sitios estratégicos.
“cualquier intento serio de reducción del déficit, causado en parte por las guerras, debe comenzar por una disminución del gasto en Defensa, porque el dispendio militar a un promedio de 700 000 millones de dólares al año es muy superior al del Seguro Social, que es segundo rubro en el presupuesto federal”.
Este gasto reporta un sustancial incremento desde el 2001. “Aquí es cuando debe intervenir la presión de la sociedad civil y hacer entender que hace más sentido recortar el gasto en las guerras antes que en educación, energías limpias y transporte masivo, porque estas actividades no solo crean más trabajo sino que son necesidades a ser resueltas con urgencia”, señala Hartung.
El 2009 a cada estadounidense le costó financiar la guerra USD 138 cada mes, a través del pago de impuestos. Mientras “el costo del crédito para la inversión en la industria de manufactura es significativamente alto desde el comienzo de la guerra en Iraq”, según escribió Greg Palast en la publicación Armed Madhouse.
Todo esto sin tomar en cuenta el costo psicológico para un 20% de los 1,7 millones de soldados de EE.UU. que fueron a Iraq. Se habla de que la cifra de los que sufren síndrome postraumático supera los 500 000 y a muchos de ellos les está esperando otra guerra, la de Afganistán.
LAS CIFRAS DEL CONFLICTO
Estados Unidos tiene unas 650 bases militares en diferentes sitios del mundo y no hay planes de traer a esas fuerzas en los años siguientes, las cuales, según los opositores al gasto militar, significan una erosión de recursos para los estadounidenses.
Según el Centro para el Control de Proliferación de Armas, el costo de la guerra en Afganistán en el 2010 es de 2 500 millones mensuales, unos 82 millones diarios. Al momento el país gasta un 10% más en Afganistán que lo que gastó en Iraq.
El Departamento de Estado prevé aumentar en más del doble el número de agentes de seguridad privada en Iraq tras la retirada de las tropas y apoyarse así en entre 6 000 y 7 000 subcontratistas, según The New York Times.
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(*) JOSEPH EUGENE STIGLITZ (1943) es un economista estadounidense.
Ha recibido la Medalla John Bates Clark (1979) y el Premio Nobel de Economía (2001). Es conocido por su visión crítica de la globalización, de los economistas de libre mercado (a quienes llama "fundamentalistas de libre mercado") y de algunas de las instituciones internacionales de crédito como el FMI y el BM En 2000 Stiglitz fundó la Iniciativa para el diálogo político, un centro de estudios (think tank) de desarrollo internacional con base en la Universidad de Columbia (EE. UU.). Considerado generalmente como un economista neokeynesiano, Stiglitz es el economista más citado en el mundo
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