Jueves 20 de octubre de2011
UNA SINFONIA
DE
DESEQUILIBRIOS
Tal parece ser la mejor definición de la situación
económica actual.
Escribe
JORGE ANICETO
MOLINARI (*)
19 de octubre 2011
.
(*) JORGE ANICETO MOLINARI :
Militante sindical y político desde épocas estudiantiles (en Paysandú) Dirigente
y militante gremial en AEBU, CNT.
Participó en la fundación del Frente Amplio. Actual miembro titular en el
Consejo Honorario de Caja Bancaria (por Jubilados y Pensionistas) Consecuente
estudioso del camino que abriera Carlos Marx y empecinado en creer que un mundo
mejor es posible. Partidario de la moneda unica universal y del impuesto a las
transacciones financieras, militante de ATTAC.-
.
El modo de producción capitalista en su
funcionamiento va originando constantemente nuevos y profundos desequilibrios.
Los adelantos técnicos científicos van acelerando la producción, haciendo cada
vez más dramática las consecuencias de la competencia, elemento que define al
sistema como tal.
Es la competencia el elemento que define la
caída drástica de los presupuestos de seguridad y de previsión social, por
ejemplo en el caso actual en los países de la vieja Europa.
En América Latina hay señales de que la
coyuntura favorable comienza su curva de descenso, siendo que el desarrollo
industrial tiene menos posibilidades competitivas, y lo que se puede elaborar
sobre las materias primas no tiene el mismo rendimiento social.
El giro enloquecido de los capitales aún oculto
para el común de la gente, tiene la ocurrencia de negocios que también
precipitan el desequilibrio en el plano ambiental, social y ecológico.
En todos los países surgen economistas que con
el rostro adusto y con un lenguaje serio hablan de que vienen observando los
acontecimientos y que confían que el
mundo desarrollado supere la crisis. Sin embargo la preocupación gana espacios,
y siguen con atención como en distintos países se comienza a hablar de los
paraísos fiscales (el mundo es un paraíso fiscal), y de la necesidad de
impuestos a lo que ellos llaman transacciones financieras especulativas,
seguramente requerirán magos de las finanzas para saber en el mundo actual
cuales son reales y cuales especulativas.-
En países como Uruguay donde el gobierno es el
resultado de un profundo movimiento popular y de tradiciones socialdemócratas,
el excelente aprovechamiento de la coyuntura ha sido acompañado de mejoras en
los muy golpeados (en dictadura y aún en los gobiernos blancos y colorados post
dictadura) sectores asalariados y pensionarios, basado en un sistema impositivo
que recae sobre los sectores medios de la sociedad.-
En este panorama el descaecimiento de esta
situación supone una disyuntiva nada halagüeña si efectivamente la situación
económica mundial continúa en esta crisis.
Donde tal vez más se siente esta situación es
precisamente donde mejor se desarrolló el sistema a inicios del siglo XX: la
salud y la enseñanza.- El sistema tiene
pocas posibilidades de crear empleo bien remunerado en forma creciente, aun
cuando el presupuesto dedicado a ese fin es importante en relación con los
números tradicionalmente dedicados a ello.
Cuesta hacer entender que el desequilibrio
nacional está en directa relación con el desequilibrio internacional. No se ve
como todo el entramado económico que nos rodea tiene una trama que abarca todo
el planeta. Desde el celular que usamos, la TV que vemos, a la pelota que
pateamos sería imposible en un marco nacional desprendido del curso de la
economía mundial, de esa economía que hoy está atravesando la mayor crisis de
su historia.
Esta vez la marcha no va a acomodar los
zapallos en el carro, por el contrario basta que uno se caiga para lo sigan los
otros.
Dos tendencias se perfilan claramente en el
mundo, una la clásica, la guerrerista, el fascismo, la otra que busca salidas y
comienza a hablar muy tímidamente de los dos temas cruciales: los impuestos y
la moneda.-
La sociedad comienza a dar salida a los
descontentos a través de lo que se ha dado en llamar el movimiento de los
indignados. De gran importancia pero proclives a ser usados en la definición de
las dos tendencias que señalábamos.
Nuestra responsabilidad es precisamente ayudar
a definir un programa que ayude a morir al actual modo de producción
predominante, que seguramente se extenderá por un período de la historia, pero
iniciándose o reiniciándose un modo de
producción que hasta ahora a estado reservado, con intermitencias, a la salud y
la enseñanza en los desarrollos revolucionarios que el mundo ha vivido desde la
revolución rusa a la fecha.
Así como la moneda única universal, el impuesto
a la circulación del dinero en lugar del impuesto al consumo, a los salarios y
a las pensiones; es tan importante como esto, la condena a muerte a los
paraísos fiscales.- El mundo debe entrar en una etapa plena de construcción de
la democracia económica, que hasta ahora nunca ha vivido.-
Jorge Aniceto Molinari
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