
En una entrevista, Chury Iribarne le pregunta a Gonzalo AbellaCómo estaba el mundo en 1850, cuando muere ARTIGAS, qué era lo más destacado del pensamiento humano en ese momento...
Abella: Artigas muere en 1850, dicen los memoriosos que en la zona de Arerunguá, esas serranías maravillosas de nuestra tierra allá entre Tacuarembó y Salto el día en que muere Artigas un resplandor extraño se vio en los montes y en las serranías, pero eso es memoria de ancianos, 1850.
En 1845, 5 años antes el joven Carlos Marx había escrito las tesis sobre Foierbaj y en 1848, dos años antes nace en Londres la primera edición del Manifiesto Comunista.
Es decir, estamos en una América donde la cuestión obrera emerge como gran tema de desafío a las opresiones, fíjate vos qué curioso, en 1815 o sea apenas 35 años antes la Santa Alianza de los reyes, destruido Napoleón, destruida la Revolución Francesa, los Reyes habían proclamado en 1815 que la época de las revoluciones había pasado para siempre, en Viena, toda la restauración, la cosa más reaccionaria, es decir, habían tenido su 11 de setiembre con la Revolución Francesa pero después había terminado para siempre.
En ese mismo momento Artigas estaba proclamando su Reglamento de Tierras.
En 1848, en 1849 estalla el socialismo científico que viene a superponerse, en el mismo momento en que el Uruguay está en plena Guerra Grande. La Guerra Grande termina un poco con la derrota de Rosas en Monte Caseros en 1851, son años en que San Martín estaba en exilio y el que nunca fue General dona su espada a Rosas porque es el gran argentino que está defendiendo la dignidad de América.
Es un mundo en donde coexiste la magia, las fuertes luchas en Africa y en Asia contra las formas de colonialismo tradicional que 50 años después van a dejar pasos al neoliberalismo, al neocolonialismo y al imperialismo pero todavía Asia y Africa están de pie, América se levanta en todos lados y mientras el patriarca duerme su sueño eterno y glorioso el 23 de setiembre de 1850 en la Banda Oriental, en el Estado Oriental que él nunca reconoció como estado tapón, está la guerra grande que va a terminar un año después.
Son interesantes estas coordinaciones de hechos en el mundo, en ese mismo año Estados Unidos se está comiendo parte de México, se esta fagocitando Texas, con esa lucidez que en los años 20 Simón Bolívar había advertido, 30 años atrás Simón Bolívar había dicho el papel siniestro de los Estados Unidos que en nombre de la Democracia y de la República va a ser la plaga más atroz que iba a sufrir América nuestra. Es un mundo muy distinto en aquel en el que Artigas nació, Artigas fue muy longevo, Artigas nació en 1764, el mundo de 1850, 86 años después es un mundo muy distinto al que Artigas nació, pero como diría Viglietti "la pobreza es la misma, los mismos hombres esperan".
Creo que eso es lo esencial, Artigas recogió en su momento una antorcha, vivió fascinado por la luz de esa antorcha que él recogió, muy antigua y la dejó en buenas manos, para que siguiera caminando por América, las manos que hoy son los Zapatistas, son los Sin Tierra, las manos de la esperanza, quizás hoy el llamado de Artigas es para la nueva patriada que tenemos dentro de un mes cuando miles y miles de Orientales se la jueguen, que están precarios en España, están precarios en Estados Unidos, en todo y gasten en dinero que no tengan a ver si se arrasa con la peste rosada de los malos Europeos y peores Americanos que hoy nos gobiernan. Ese es el legado Artiguista.
En 1830 y pico, 20 años antes de la muerte de Artigas moría Cenaqué en Francia, el viejo curandero que había sido el médico santo de las montoneras Artiguistas, y cuando Cenaqué se deja morir en Francia en otra celda encerrado está Vaimaca Peru, el cacique Artiguista de todas las horas y los franceses le dicen en Español a Vaimaca Peru que su amigo murió y Vaimaca Peru se yergue en toda su estatura y dice mi amigo volvió, y los franceses pensaron que había entendido mal y le dicen no entendiste indio, tu amigo murió y Vaimaca Peru dice mi amigo volvió.
Ese sentimiento indio de que el alma vuelve, no importa donde esté enterrado, el alma vuelve al lugar donde está enterrado su cordón umbilical, donde fue presentado a la luna. Tiene que ver con esas frases tan importantes de Artigas en su muerte del 23 de setiembre de 1850, le dice al negro Ansina "alcánzame el morito que estoy volviendo".
Es el mismo sentido indígena de pertenencia a la tierra, de que él vuelva, de alguna manera el Arpa de Sampayo evoca tantas cosas.
Abella: Artigas muere en 1850, dicen los memoriosos que en la zona de Arerunguá, esas serranías maravillosas de nuestra tierra allá entre Tacuarembó y Salto el día en que muere Artigas un resplandor extraño se vio en los montes y en las serranías, pero eso es memoria de ancianos, 1850.
En 1845, 5 años antes el joven Carlos Marx había escrito las tesis sobre Foierbaj y en 1848, dos años antes nace en Londres la primera edición del Manifiesto Comunista.
Es decir, estamos en una América donde la cuestión obrera emerge como gran tema de desafío a las opresiones, fíjate vos qué curioso, en 1815 o sea apenas 35 años antes la Santa Alianza de los reyes, destruido Napoleón, destruida la Revolución Francesa, los Reyes habían proclamado en 1815 que la época de las revoluciones había pasado para siempre, en Viena, toda la restauración, la cosa más reaccionaria, es decir, habían tenido su 11 de setiembre con la Revolución Francesa pero después había terminado para siempre.
En ese mismo momento Artigas estaba proclamando su Reglamento de Tierras.
En 1848, en 1849 estalla el socialismo científico que viene a superponerse, en el mismo momento en que el Uruguay está en plena Guerra Grande. La Guerra Grande termina un poco con la derrota de Rosas en Monte Caseros en 1851, son años en que San Martín estaba en exilio y el que nunca fue General dona su espada a Rosas porque es el gran argentino que está defendiendo la dignidad de América.
Es un mundo en donde coexiste la magia, las fuertes luchas en Africa y en Asia contra las formas de colonialismo tradicional que 50 años después van a dejar pasos al neoliberalismo, al neocolonialismo y al imperialismo pero todavía Asia y Africa están de pie, América se levanta en todos lados y mientras el patriarca duerme su sueño eterno y glorioso el 23 de setiembre de 1850 en la Banda Oriental, en el Estado Oriental que él nunca reconoció como estado tapón, está la guerra grande que va a terminar un año después.
Son interesantes estas coordinaciones de hechos en el mundo, en ese mismo año Estados Unidos se está comiendo parte de México, se esta fagocitando Texas, con esa lucidez que en los años 20 Simón Bolívar había advertido, 30 años atrás Simón Bolívar había dicho el papel siniestro de los Estados Unidos que en nombre de la Democracia y de la República va a ser la plaga más atroz que iba a sufrir América nuestra. Es un mundo muy distinto en aquel en el que Artigas nació, Artigas fue muy longevo, Artigas nació en 1764, el mundo de 1850, 86 años después es un mundo muy distinto al que Artigas nació, pero como diría Viglietti "la pobreza es la misma, los mismos hombres esperan".
Creo que eso es lo esencial, Artigas recogió en su momento una antorcha, vivió fascinado por la luz de esa antorcha que él recogió, muy antigua y la dejó en buenas manos, para que siguiera caminando por América, las manos que hoy son los Zapatistas, son los Sin Tierra, las manos de la esperanza, quizás hoy el llamado de Artigas es para la nueva patriada que tenemos dentro de un mes cuando miles y miles de Orientales se la jueguen, que están precarios en España, están precarios en Estados Unidos, en todo y gasten en dinero que no tengan a ver si se arrasa con la peste rosada de los malos Europeos y peores Americanos que hoy nos gobiernan. Ese es el legado Artiguista.
En 1830 y pico, 20 años antes de la muerte de Artigas moría Cenaqué en Francia, el viejo curandero que había sido el médico santo de las montoneras Artiguistas, y cuando Cenaqué se deja morir en Francia en otra celda encerrado está Vaimaca Peru, el cacique Artiguista de todas las horas y los franceses le dicen en Español a Vaimaca Peru que su amigo murió y Vaimaca Peru se yergue en toda su estatura y dice mi amigo volvió, y los franceses pensaron que había entendido mal y le dicen no entendiste indio, tu amigo murió y Vaimaca Peru dice mi amigo volvió.
Ese sentimiento indio de que el alma vuelve, no importa donde esté enterrado, el alma vuelve al lugar donde está enterrado su cordón umbilical, donde fue presentado a la luna. Tiene que ver con esas frases tan importantes de Artigas en su muerte del 23 de setiembre de 1850, le dice al negro Ansina "alcánzame el morito que estoy volviendo".
Es el mismo sentido indígena de pertenencia a la tierra, de que él vuelva, de alguna manera el Arpa de Sampayo evoca tantas cosas.
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