ECUADOREL BANCO COMUNAL
En estos 11 años se han conformado 115 bancos comunales, en sectores urbano marginales y rurales de la zona. De momento se tienen invertidos USD 818 000. En agosto pasado la cartera vencida era de apenas el 0,1%, y su cartera en mora del 1,58%, según el último informe de la Fasca.
Aída Plaza dice con orgullo que paga USD 210 mensuales por un préstamo de USD 1 500, a ocho meses. Ella no accedía a la banca tradicional. Este dinero lo invirtió en una frutería cercana al Mercado Municipal, en Santo Domingo de los Tsáchilas.
Su casa es humilde, pero acabó de construirla. Para levantar su vivienda, en la que crió a sus tres hijos, utilizó cemento, bloque y asbesto. También lo hizo a través de préstamos. El primero lo recibió hace 11 años. Eran 80 000 sucres y con ellos compró dos volquetadas de arena para enlucir la casa.
Más acceso a mujeres
De momento Fascaha concedido préstamos a 2 455 personas. En total 3 294 clientes mantienen ahorros en sus bancos. Cada banco comunal cuenta con un mínimo de 25 socios y un máximo de 50. Entre el grupo de ahorristas, las mujeres conforman la mayoría.
Los ahorristas se capacitaron en salud y participan de campañas de prevención. Este año se prevé dictar un cursillo sobre desarrollo microempresarial.No tenía un trabajo fijo. La situación económica de su familia tampoco era favorable para que un banco le otorgara el crédito, pero necesitaba el dinero. Así que se unió a otras mujeres de la cooperativa Juan Eulogio y formaron un banco comunal. La entidad recibió el nombre de Divino Niño.
Ninguna de las socias cumplía con los requisitos exigidos por las entidades bancarias. “Siempre escuchábamos lo mismo: no es sujeto de crédito”, cuenta Mercedes Jervis, quien forma parte del banco comunal desde hace dos años.
Jervis obtuvo en junio pasado un préstamo de USD 350. Cada mes paga USD 65. El dinero lo invirtió en su negocio de venta de productos de belleza. El Banco Comunal Divino Niño tiene 19 socias activas. Todas tienen préstamos de entre USD 150 y USD 1 500.
El costo de financiamiento total de estos créditos es del 38%. Además, mantienen una cuenta de ahorros, en la que mensualmente deben depositar cierta cantidad de dinero para el fondeo.
En Santo Domingo y su área de influencia hay 3 294 personas que participan en los bancos comunales. El proyecto nació en la Fundación de Acción Social Cáritas (Fasca), en 1996. Su objetivo es apoyar iniciativas productivas de negocios establecidos, del sector informal o formal, de personas que no califiquen en la banca formal, explicó José Chuquirima, subdirector de la entidad.
Yessenia Cuzme pidió USD 150. Para cancelar el crédito debe pagar seis cuotas mensuales de USD 30. “Con ese dinero empecé mi negocio de bisutería por catálogo. El dinero para la cuota es sagrado. Ellas -las socias- me ayudaron y no puedo quedar mal”.
Chuquirima señaló que esa es una de las fortalezas de los bancos comunales. “El 8% de nuestros clientes se retrasa, pero paga”. En
agosto anterior, el capital en mora sumaba USD 14 743.
María Macías confía en sus compañeras y sabe que cumplirán con los pagos. Ella levantó su negocio con la ayuda del banco comunal.
Hace ocho años recibió un préstamo de 120 000 sucres, y ahora paga otro de USD 1 000. Con ese dinero logró levantar su local Deportes Mi Casa.
Para quienes accedieron a créditos en los bancos comunales, esa es la única forma de salir adelante. Luis Coello, un colombiano radicado en Santo Domingo, logró abrir su carpintería para mantener a la familia. Su primer crédito fue de USD 150 y actualmente tiene otro de USD 900.
"El Comercio". com.ECUADOR 12 de noviembre
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