UN
PEQUEÑO NAPOLEÓN DESBORDADO
Escribe
ESTEBAN
VALENTI (*)
Fuente:
UyPress
Agencia Uruguaya de Noticias
7 de
noviembre 2011
.
(*) Esteban Valenti ( Italia 1948), En. 1961 se
radica en Uruguay. Periodista,
escritor, coordinador de Bitácora, director de Agencias de Noticias Uypress
.
El
presidente francés Nicolas Sarkozy aseguró que los países que siguen albergando
"paraísos fiscales", entre ellos Uruguay, tienen los días contados y
serán "apartados de la comunidad internacional". Lo dijo al finalizar
la cumbre del G20.
Para
completar su gloria eterna Sarkozy agregó "Antigua y Barbuda, Barbados,
Botsuana, Brunei, Panamá, Seychelles, Trinidad y Tobago, Uruguay y Vanuatu no
tienen un marco jurídico adaptado a los intercambios de información
fiscal", dijo, antes de agregar que "Suiza y Liechtenstein no están
todavía cualificados" entre los países que han adoptado dicho marco.
El
comunicado final de la cumbre de las 20 economías más desarrolladas estima que
estos territorios tienen "serias carencias" pero se limita a
exhortarles a que "remedien las fallas".
Sin
embargo, el presidente francés fue más allá. Sarkozy precisó que el G20
procederá a la publicación "sistemática en cada una de nuestras cumbres de
la lista de países que no hacen lo suficiente para apartarse de un
comportamiento inadmisible".
El
gobierno uruguayo comenzó a darle una respuesta adecuada a este émulo de
Napoleón III, que considera que ha retornado el tiempo de la restauración
imperial y que aprovechando que Europa se hunde por sus incapacidades, sus
falsedades en balances e informaciones fiscales y por las políticas impuestas
por partidos ultra liberales como el de suyo en Francia que ahora tiene nada
menos que a la presidenta del Fondo Monetario Internacional, luego de un
sospechoso episodio del anterior presidente, Dominique Strauss Kahn distribuye
órdenes planetarias.
Es
parte de su desesperación, por el fracaso de sus políticas en Europa que no
termina de salir de la crisis y hunde a gran cantidad de personas en la miseria
y la desesperación y de su popularidad por las alfombras del Eliseo en vísperas
de las elecciones.
El
pobre Sarkozy no sabe que Uruguay tiene firmado un acuerdo de cooperación
fiscal con Francia. Y aquí se abren dos posibilidades: o es simplemente un
ignorante hablador, un accidente en la grandeza de Francia o este país firma
acuerdos de cooperación fiscal con “Paraísos fiscales”. En ambos casos una
burrada. Pero más allá del ridículo de este personaje que nunca logró explicar
sus vinculaciones político electorales con Gadafi del que luego se transformó
en castigador y silenciador a toda costa, hay que reflexionar sobre este mundo
tan hipócrita, donde por ejemplo auténticos paraísos fiscales con protección de
otros poderosos, como por ejemplo Gibraltar, ni figuran en la desopilante lista
de Sarkozy.
Es la
diferencia entre la primera ministra de Alemania que tiene que enfrentar los
mismos retos europeos, tiene una matriz ideológico-política similar a Sarkozy
pero lo hace con un mínimo de decoro y cuidado, ante los gestos del enano
imperial.
La hipocresía
de potencias que ahora desesperadas por reducir la brecha de sus enormes
agujeros fiscales descubrieron la persecución planetaria de sus ciudadanos. Que
quede claro que esto no tiene nada que ver con el lavado de dinero, pues
Uruguay tiene exceso y reconocimiento de los organismos internacionales en
materia de control de lavado de activos, es simplemente voracidad fiscal. Y
nada más. Podríamos decir desesperación fiscal.
Se les
termina el tiempo de poder subvencionar su producción ineficiente y cara con
recursos fiscales, tener una burocracia monumental en Paris y sobre todo en
Bruselas y ahora tienen que salir a la caza de todo lo que se mueva en su
horizonte fiscal. Ellos los ultra liberales…siempre y cuando les convenga.
La otra
consideración es ¿quien agregó a Uruguay en esa lista?, porque el Napoleón
enano no lo hizo por cuenta propia. Preguntemos, miremos y veamos si algunos de
los que se rasgaban las vestiduras sobre su latinoamericanismo y su amistad, no
utilizan la OCDE y el G20 para amenazar mientras nos mandan ferroviarias
sonrisas y no se atreven a publicar los informes del monitoreo del río Uruguay
para no quedar nuevamente en ridículo.
No es
maldad, es también desesperación. Ya no saben que hacer para controlar un
“modelo” que hace agua por la inflación del 25%, cuando sus organismos de
estadísticas mienten y ni ellos mismos se lo creen, o sus subsidios, fuente de
toda corrupción imaginable ya no soportan el peso de la realidad.
El
Uruguay debe darle una firme respuesta, por decencia, por dignidad y porque el
tiempo hará su obra. De todas maneras luego de seis años de gobierno siempre le
queda la posibilidad a Sarkozy que le construyan un puente que cruce el Sena a
la altura de su desague.
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