LULA, DECIDIDO A NO OCULTAR A LA OPINIÓN PÚBLICA SU SITUACIÓN, CONVOCÓ AL FOTÓGRAFO

Sábado 19 de Noviembre de 2011

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SU MUJER MARISA LO AFEITÓ

LULA ABANDONA LA BARBA

LUEGO DE 30 AÑOS

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Fuente:

Buenos Aires URGENTE24

18 de noviembre 2011

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 Él es Luiz Inácio Lula da Silva, aunque no lo parezca. Los médicos le habían advertido que el tratamiento oncológico (1 sesión de quimioterapia y la semana próxima será la Nº2) debilitarían su cabello y barba. Por lo tanto, él decidió tomar cartas en el asunto.

El documento fotografico fue obtenido por Ricardo Stuckert, del Instituto Cidadania, el 'think tank' que dirige Luiz Inácio Lula da Silva. Flávio Freire y Tatiana Farah revelaron, en el diario O Globo, de Rio de Janeiro, que el miércoles 16/11, por la tarde, Luiz Inácio Lula da Silva fue rasurado: sin barba ni cabello, solamente conservó un leve bigote.

Así él se anticipó a lo que le advirtieron los médicos que le imparten el tratamiento oncológico: la quimioterapia debilitaría su barba y cabello. La semana próxima Lula da Silva debe someterse a la 2da. sesión y anticipando una caída, tomó la iniciativa.

LULA DA SILVA 

LUCHA CONTRA 

UN CÁNCER 

DE LARINGE.

 Él, decidido a no ocultar a la opinión pública su situación, convocó al fotógrafo y para la sesión, su mujer, Marisa Letícia, la rasuradora, se vistió con una camiseta con el símbolo del combate contra el cáncer de mama. Marisa Letícia fue quien afeitó a Lula da Silva, en el departamento de la pareja, en São Bernardo do Campo, en el ABC paulista.

Allí se encuentran los establecimientos industriales de Volkswagen, Ford, Scania, Toyota, Mercedes-Benz, Karmann Ghia, la fábrica de pinturas de BASF (Suvinil), decenas de autopartistas y la mayor planta en el mundo de  dentífrico Colgate-Palmolive. En el ABC creció Lula como sindicalista metalúrgico, hasta liderar el gremio, trampolín de su reconocimiento nacional y la fundación del Partido dos Trabalhadores.

Durante 30 años, Lula cultivó su barba como símbolo de luchador sindical, que a su vez fue objeto de burla de sus adversarios políticos, durante mucho tiempo. En la campaña presidencial de 1989, Leonel Brizola lo bautizó "sapo barbudo".  Pero eso se olvidó 2 semanas después, cuando Brizola apoyó a Lula en la 2da. vuelta.

 Antes de la ceremonia capilar, Lula se hizo exámenes de sangre, lo que le impidió asistir al 1er. evento del instituto que lleva su nombre y apellido, realizado en sociedad con las centrales empresarias Fiesp e Febraban, y que se refirió a la interacción entre Brasil y varias naciones africanas que aparecen en la agenda estratégica del país. (Lula da Silva es utilizado como marca-país para esos futuros mercados).