Miércoles 7 de diciembre de 2011
EL PODER FINANCIERO
TOMA LOS GOBIERNOS DE LA UE
Escribe
PERE RUSIÑOL (*)
Publico “Rebelión”
6 de diciembre 2011
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(*) PERE RUSIÑOL (1978-
Barcelona- España) Fue Jefe de la sección Sociedad de “El País” de Madrid. Ahora revista
como director adjunto de “Publico” graduado en Investigación y opinión acerca
de los Sistemas y Tecnologías de Información.
.
La mayoría de países de la Unión ha situado en puestos
económicos clave a directivos de la banca de inversión. Cuatro ex comisarios de
Durão Barroso trabajan ahora para el sector
Algunos filósofos europeos tan reputados como Jürgen
Habermas ya han advertido que lo que está en peligro ante el torbellino
financiero en la UE no es sólo el euro. Va muchísimo más allá: se trata de la
democracia misma.
Habermas lo expresó en una entrevista en Le Monde mientras
dos primeros ministros elegidos en las urnas Yorgos Papandreu, en Grecia, y
Silvio Berlusconi, en Italia eran sustituidos por los supuestos tecnócratas
Lucas Papademos y Mario Monti, respectivamente: "La democracia en un solo
país no puede siquiera defenderse contra los ultimátum de un capitalismo
furioso que traspasan las fronteras nacionales", advertía el último gran
filósofo de la Escuela de Frankfurt.
Papademos suma ocho años de vicepresidente del Banco Central
Europeo (BCE) y otros ocho como gobernador del Banco Central griego. Y Monti,
que aterrizó en Roma tras seis años asesorando a Goldman Sachs, ha colocado al
frente de su equipo económico a Conrado Passera, máximo ejecutivo del banco
Intesa Sanpaolo, y a Vittorio Grilli, ex directivo de Credit Suisse First
Boston Group.
Pero la toma del poder político en la UE por parte de
tecnócratas vinculados al sector financiero, coincidiendo además con la llegada
a la cúspide del BCE de Mario Draghi, ex directivo de Goldman Sachs, no ha
empezado este agitado noviembre. Desde mayo de 2010, con el primer rescate
griego, los recortes coordinados en toda la UE y el incendio de la eurozona,
los puestos económicos clave de los Gobiernos los van asumiendo directamente
dirigentes con pasado en el mismo sector cuyos excesos, coinciden los expertos,
provocaron la crisis.
Desde entonces, la mayoría de vacantes económicas se ha
cubierto siguiendo este patrón (ver gráfico en la página siguiente): en
Portugal, Dinamarca, Suecia, Letonia Y al menos 14 de los 27 países que
integran la Unión ha situado ya a ex banqueros o gestores de fondos al frente
del ministerio de Economía, Finanzas o del Banco Central.
"Lo que está sucediendo en Europa es un auténtico golpe
de Estado financiero por parte de los mismos que causaron la crisis",
opina Marshall Auerback, economista de la Universidad de Wisconsin. "El
poder financiero quiere tener a los suyos en los puestos de decisión política
porque se juega mucho; no es exagerado hablar de una dictadura financiera disfrazada",
le secunda Alejandro Inurrieta, del Instituto de Estudios Bursátiles.
Auerback e Inurrieta comparten una rara característica: han
sido, en cierta forma, insiders. El primero es gestor del hedge funds Madison
Street Partners. E Inurrieta, que fue director general del Gobierno de José
Luis Rodríguez Zapatero, formaba parte del núcleo más cercano al ministro de
Industria Miguel Sebastián, uno de los colaboradores del presidente con mejor
entrada en los mercados.
LA EXCEPCIÓN ESPAÑOLA
España ha sido hasta ahora formalmente una excepción a esta
tendencia de ceder los puestos económicos clave a técnicos vinculados al sector
financiero, aunque la proximidad exhibida en ocasiones por el Gobierno con los
grandes banqueros ha exasperado a los progresistas, que han visto además cómo
Zapatero se despedía indultando a Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco
Santander.
Pero todo indica que, tras las elecciones del 20-N, España
se sumará a la corriente. Mariano Rajoy empezó su ronda de contactos reuniéndose
con banqueros y la mayoría de candidatos que las quinielas sitúan al frente de
la política económica responden al perfil que se ha impuesto en la UE. Entre
otros, Luis de Guindos, ex directivo de Lehman Brothers; José Manuel
González-Páramo, miembro del comité ejecutivo del BCE e incluso Guillermo de la
Dehesa, consejero del Santander y asesor de Goldman Sachs desde hace más de 20
años.
....Para que coño me meti en este baile... |
Inurrieta, Auerback y otros economistas consultados Núria
Molina, de Eurodad; Yorgos Vassalos, del Corporate Europe Observatory, ambos en
Bruselas; Peter Whal, del think tank progresista alemán Weed, y Oscar
Ugarteche, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) coinciden en
los motivos que a su juicio explican el fenómeno: esquivar la regulación
estricta que prometieron los políticos el francés Nicolás Sarkozy llegó a
hablar de "refundar el capitalismo" y evitar "pagar la factura
de la crisis que ellos provocaron", en palabras de Ugarteche.
"Parecía que se iban a nacionalizar los grandes bancos
y al final han conseguido evitar la quiebra pasando la factura a los
contribuyentes a través de los rescates, primero, y luego de los duros ajustes
para contener el déficit provocado por estos rescates", opina el
economista mexicano, profesor visitante en la Universidad Libre de Berlín.
"La gran banca manda más que los gobernantes",
añade este economista crítico, que coincide con las tesis que en el mundo
ortodoxo ha expuesto sobre todo Simon Johnson, ex economista jefe del Fondo
Monetario Internacional.
"Hemos llegado a un punto en el que no hay elección: o
sitúas al que quieren los mercados en el puesto económico clave o te
arrasan", insiste Inurrieta. Y añade: "Por eso no se ha regulado nada
ni se han afrontado las causas del crash; y por eso no hay perspectiva de salir
de la crisis".
Reino Unido y Letonia son dos ejemplos emblemáticos de los
efectos del fenómeno. Cualquier intento de controlar al sector financiero o
imponer un impuesto europeo a las transacciones especulativas es vetado por
Londres, que alberga la City el mayor centro financiero de la UE y también el
Ejecutivo más penetrado por el sector.
Varios puestos clave del Gobierno de David Cameron proceden
de las finanzas: Desmond Swayne, delegado del primer ministro para el
Parlamento, del Royal Bank of Scotland; Francis Maude, secretario de la
Presidencia, fue directivo de Salomón Brothers y Morgan Stanley; Andrew
Mitchell, ministro de Desarrollo Internacional, estuvo en Lazard; James Meyer
Sasson, alto cargo en el Tesoro, fue vicepresidente de UBS Warburg, y Stephen
Greene, al frente de Comercio e Inversiones, saltó al Gobierno desde la
presidencia del HSBC.
"...Ange... Ange... conmigo vas a llegar lejos... te dejare que pongas nombre al nuevo pais que hagamos con Alemania y Francia y todos estos otros monos que se van a fundir..." |
En Letonia, el Gobierno tuvo que elegir entre romper la
paridad con el euro lo que hubiera hundido a los bancos suecos, que inundaron
el país de créditos o una "devaluación interior". Eligió lo segundo y
los dos ministros económicos que han pilotado la decisión proceden directamente
de la banca sueca (Seedbank y SEB).
El plan ha sido verdaderamente de choque: se ha despedido a
un tercio de los funcionarios y al resto les ha reducido el sueldo el 40%, el
tijeretazo en educación y sanidad supera el 20%, el paro se ha triplicado y el
10% de la población ha emigrado. Pero la moneda no se ha devaluado.
Vassalos subraya que la supeditación de la política al poder
financiero se explica también porque los propios políticos "están muy
perdidos". "La liberalización radical del sector financiero creó un
mundo opaco tan incomprensible para todos los que no forman parte de él que
ahora nadie entiende qué sucede si no llama a un banquero", añade.
"PUERTA GIRATORIA"
Esta creciente simbiosis entre gobernantes y el sector
financiero se expresa también en la UE a través de lo que en el mundo
anglosajón se conoce como "puerta giratoria": directivos del sector
financiero ocupan puestos políticos clave y, en paralelo, algunos gobernantes
que han afrontado la crisis se incorporan al mundo de las finanzas.
Al menos cuatro comisarios que formaron parte del equipo de José
Manuel Durão Barroso hasta febrero de 2010 trabajan ahora para el sector
financiero: Meglena Kuneva pasó de Protección del Consumidor a BNP Paribas;
Louis Michel, de Cooperación a Credimo; Günter Verheugen, de Industria y
Empresa al Royal Bank of Scotland y a la alemana BVR, y Charlie McCreevy, de
Mercado Interior que tenía el encargo de regular los opacos productos
financieros que llevaron a la crisis al Bank of New York Mellon.
En España, el vicepresidente económico que afrontó la
primera ola de la crisis, Pedro Solbes, se sienta ahora en el consejo de
Barclays, mientras su secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, dirige
Funcas, la fundación de las cajas de ahorros.
El fenómeno, que en el pasado fue sobre todo estadounidense,
se ha globalizado con la crisis y apenas quedan ya espacios por cubrir: al
frente del Banco Mundial está Robert Zoellick, que llegó al puesto desde
Goldman Sachs; Christine Lagarde ha nombrado como número dos del Fondo
Monetario Internacional a David Lipton, ex directivo de Citi y Moore Capital;
el jefe de Gabinete de Barack Obama es desde enero Bill Daley, ex directivo de
JP Morgan Chase. Y desde noviembre la entidad mandatada por el G-20 para
reformar el sistema financiero mundial tiene al frente a Mark Carney, ex de
Goldman Sachs.
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