Miercoles 7 de diciembre de 2011
PERVERSIÓN.
EUROPA
PIDE FONDOS AL FMI.
ANTES LOS RECIBIRÍA DEL BCE
Roberto Montoya, Periodista |
Fuente:
Boletín “Soy donde no pienso”
Escribió
ROBERTO MONTOYA
Desde
Madrid – diciembre 5/2011
La
operación que prevé hacer Europa con el Fondo Monetario es verdaderamente
perversa: para que el FMI pueda ayudar a la UNION EUROPEA, el Banco Central
Europeo (BCE) le prestaría a su vez dinero al FMI, inicialmente unos 200.000
millones de euros.
¿Quién
hubiera podido imaginar sólo 4 años atrás que Europa iba a tener que pedir
auxilio nada menos que al Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar el
derrumbe del euro?
¿Y
quién hubiera creído que el gobierno del Reino Unido, el país menos europeísta
de la Unión Europea, que reivindicaba como acierto propio no haber entrado en
la eurozona, se viera obligado a prorrogar 3 años más de lo previsto su
durísimo plan de ajuste, y provocara con ello que dos millones de británicos se
lanzaran a la calle para participar en la mayor huelga en 30 años?
Las dos
cosas sucedieron en esta semana que termina.
Los
ministros de Finanzas de los 17 países de la eurozona reconocieron en su cumbre
en Bruselas que no pueden reunir por sí solos el billón de euros con el que
hace pocas semanas decidieron dotar al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera
(FEEF) para poder 'rescatar' a países en crítica situación.
Europa
no es América latina, no ha padecido durante décadas los durísimos planes de
ajuste que imponía el FMI a los gobiernos ultra liberales del subcontinente
americano para prestarles dinero e hipotecar así sus países hasta la
extenuación. Si la región ha logrado salir de esa siniestra espiral fue gracias
a la llegada de gobiernos progresistas y a su firmeza en las negociaciones con
ese organismo de tan negra historia.
Un
avance que se muestra también en iniciativas de peso como la CELAC, con la que
se rompe aún más con la tutela de Estados Unidos y Europa.
La
operación que prevé hacer Europa con el FMI es verdaderamente perversa, una
verdadera carambola, ni más ni menos. Porque para que el FMI pueda ayudar a la
UE, especialmente a su eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) le prestaría a
su vez dinero al FMI, inicialmente unos 200.000 millones de euros.
Pues
sí, la normativa comunitaria europea está hecha con tal lógica que, a pesar de
que en el BCE están representados todos los bancos centrales de los países
europeos, no presta de forma directa dinero a sus gobiernos en aprietos. Tiene
prohibido hacerlo, pero sí puede prestar dinero, a un interés del 1,25%, a los
bancos privados de esos países.
Lo más
patético es que esos mismos bancos que reciben préstamos baratos acuden luego a
los mercados financieros para participar en las subastas de bonos de la deuda
pública de sus propios países si quieren. Y allí compran esos bonos por los
cuales un país como Italia paga ahora hasta un 8%, y España un 6%. De esta
manera, los bancos reciben con una mano dinero del BCE prestado a un 1,25% y
con la otra mano compran bonos por los que le van a dar un 8%. Un gran negocio
especulativo.
La
escena se completa con la nueva medida adoptada por las autoridades de la UE el
jueves: se prorrogan las ayudas a la banca "para que tengan
liquidez".
Los
países miembro de la UE destinan cada vez más recursos en ayuda a los bancos y
menos en la economía productiva. Entre 2008 y 2010 han destinado en el auxilio
a la banca 1,6 billones de euros.
"Si todos los pedidos fueran como este..." |
Los
únicos que pierden son las arcas públicas. Se socializan las pérdidas pero se
privatizan las ganancias. Para que este juego especulativo no haga 'clic', la
UE exigió a sus grandes bancos que se capitalicen más para afrontar eventuales
default de países a los que ellos han comprado importantes cantidades de bonos.
De
hecho, el miércoles pasado, los 6 bancos centrales más grandes del mundo,
encabezados por la Reserva Federal de Estados Unidos y el BCE, insuflaron
coordinadamente dinero en el sistema financiero para evitar que algún gran
banco se quedara sin liquidez. Así de frágil está la economía del mundo
desarrollado. Los maquinistas de la locomotora europea, Angela Merkel y Nicolas
Sarkozy, saben que este sistema está totalmente viciado y que ninguna de las
recetas ultra liberales que vienen imponiendo en la UE da resultado.
El
primer rescate a Grecia de 2010 dejó a miles de trabajadores en la calle,
rebajó los ingresos y los servicios sociales de los más necesitados y no sirvió
para solucionar nada; hizo falta un segundo plan de ajuste. El país está ahora
en manos de tecnócratas liderados por Lukas Papademos, al que los sindicatos
griegos han dado la bienvenida estos días con la 7º huelga general en lo que va
de año. Fue la respuesta a su anuncio de que se tendrán que sacrificar aún más.
Y es lo mismo que le exigen Merkel, Sarkozy, el BCE y el FMI al también
tecnócrata y flamante primer ministro italiano. Mario Monti acaba de sentarse
en su sillón en el Palacio Chigi y ya le urgen a que proponga un paquete de
recortes adicional al que estaba previsto.
Portugal
es otro de los países rescatados poco tiempo atrás y que vuelve a estar en una
situación límite. Y en España habrá que esperar algunas semanas para ver cómo
enfrenta Mariano Rajoy la crisis cuando sea investido presidente de Gobierno.
Con los que primero se reunió fue con los banqueros y la gran patronal, y
aunque a los sindicatos no les adelantó en qué consistirá la nueva reforma
laboral, sí les advirtió que la sacará adelante con o sin su acuerdo.
Las 11
comunidades autónomas (gobiernos regionales) que están ya bajo control del
Partido Popular -sobre un total de 17, más Ceuta y Melilla, enclaves en el
norte de África- han comenzado a aplicar duros recortes en educación, sanidad
-con privatización de hospitales incluida-, servicios sociales y en salarios de
los funcionarios públicos. Y, para más Inri, uno de los candidatos a próximo
ministro de Economía es nada menos que Rodrigo Rato, actual presidente de
Bankia, una de las mayores cajas de ahorro, ex vicepresidente y ministro de
Aznar y…. ex director del FMI.
El
próximo viernes 9 hay reunión del Consejo Europeo en Bruselas y Sarkozy y
Merkel anunciarán su plan para "refundar Europa". Quieren revisar de
arriba a abajo los Tratados de Lisboa por los que se rige la UE. "Europa
puede ser barrida por la crisis si no cambia", dijo Sarkozy. Merkel quiere
que, en la eurozona, al menos, se imponga una férrea "unión fiscal" y
que se sancione duramente al país que supere el déficit que se establezca,
previsiblemente un 2% anual.
Se
especula que Merkel y Sarkozy pretendan de hecho que así se decante un núcleo
duro de unos pocos países, capaces de
compartir una suerte de gobierno económico común, club de elite en el que sólo
irían aceptando gradualmente nuevos socios bajo estrictas condiciones. Ni ellos
ni ningún líder de la UE habla, claro está, sobre los controles democráticos a
ese tipo de gobierno común, ni aboga por una unión en lo social que sancione a
quien no cumpla unos parámetros mínimos del Estado de Bienestar. No, la UE está
para otras cosas.
Fuente:
“Boletín de Novedades de Soy donde no pienso, Argentina”
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