Viernes
23 diciembre 2011
MERCOSUR:
VETO EN AMÉRICA LATINA
Escribe
JORGE
GÓMEZ
BARATA (*)
ARGENPRESS.info)
22
diciembre 2011
.
(*)
Jorge Gómez Barata- Profesor, escritor, historiador, investigador y periodista
cubano- Vive en La Habana- autor de numerosos estudios sobre EEUU. Especializado en temas de política
internacional. Colaborador habitual en los principales medios de prensa,
latinoamericanos y extranjeros. Hadicho que “En todas
las esferas del saber y de la práctica social, incluyendo la economía, la
verdad es siempre sencilla, ...”
.
Una
parte de la política se alimenta de las realidades, otra de las ilusiones, a
veces de las utopías y no faltan ocasiones en que lo hace de la demagogia.
Quien crea que la integración y la unidad latinoamericana es un proceso sin
contradicciones ni traumas, haría bien con asomarse a la Cumbre del Mercosur efectuada
en Montevideo donde, otra vez en diez años, se ha negado el ingreso de
Venezuela a la organización.
A pesar
de la existencia de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y de la recién
creada Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), después de 10
años de insistencia, la Venezuela bolivariana no consigue que se le admita en
el MERCOSUR. Primero fue por la oposición del Parlamento brasileño y ahora lo
es por la del Senado paraguayo, quien estima que ese país no es suficientemente
democrático.
La
anécdota evidencia que un grupo de gobernantes que se lleven bien, coincidan en
nociones políticas generales e invoquen a coro el legado de los próceres, no
basta para dar cohesión política a una entidad internacional y unificar la voluntad
política en una región donde las diferencias de intereses contrapesan las
identidades culturales e históricas, con frecuencia exageradas.
Con 20
años de creado y a pesar de ser una entidad más pequeña que cualquiera de las
otras, formada por gobiernos inclinados a la izquierda, como son los de
Argentina, Brasil, Paraguay Uruguay, el Mercado Común del Sur no logra alcanzar
un consenso que permita el acceso de Venezuela, precisamente el país que de
modo más generoso y decidido lidera los procesos integracionista. No se trata
de intereses comerciales o aduaneros sino de motivaciones políticas.
Paraguay,
el más atrasado y económicamente más débil de los países que integran la
asociación y quien obtendría mayores beneficios con el ingreso de Venezuela, un
país abiertamente importador cuyo proceso de expansión económica, necesidades
sociales y solvencia económica lo hacen uno de los más apetecibles clientes en
la región, es precisamente quien veta al que sería su mejor socio.
La idea
del presidente uruguayo, José Mujica de legislar para cambiar las normas de
ingreso a la organización, haciendo más ejecutiva y dejándola a discreción de
los jefes de estados, tropezó con la negativa de los parlamentarios del centro
y la derecha “charrúa”, con el punto de vista adverso de las fuerzas políticas
de oposición del resto los países asociados, principalmente de Paraguay desde
donde llegaron amenazas de “juicio político” contra el presidente Fernando Lugo
si llegara a aceptar la formula.
La
anécdota en la cual cinco senadores paraguayos imponen su voluntad a figuras
tan influyentes como Dilma Rousseff, Cristina Fernández, José Mujica y Fernando
Lugo, revela el idealismo de algunos analistas, que con pueril ingenuidad,
echaron campanas al vuelo y dieron por hecho que con los acuerdos para la
creación de la CELAC adoptados en Caracas, se cumplían los sueños de Bolívar y
conservaron el entusiasmo luego de consumada la maniobra que puso a la
organización en manos de una troika encabezada por Chile cuyo presidente, el
derechista Sebastián Piñera, parece tan lejos de los sueños unitarios de El
Libertador, como de sus compañeros de viaje, Cuba y Venezuela.
El
problema de los problemas de las organizaciones internacionales es cómo adoptar
acuerdos, hacerlos vinculantes y de qué manera lograr que los intereses
colectivos prevalezcan sobre los locales, todo ello sin rozar la soberanía
nacional. La idea de asumir como regla para tomar decisiones el “consenso” que
busca evadir las votaciones que dividen, parece pertinente para acciones
simbólicas aunque inviable para decisiones de mayor calado, a veces
desagradables.
El
presidente Chávez quien realiza su primer viaje al exterior desde que
enfermara, fue enfático: “Alguna mano poderosa ha de haber detrás del Senado
paraguayo…” que al sabotear el ingreso de Venezuela, atenta contra los
intereses de su país.
Los
buenos deseos y el optimismo no pueden conducir a confundir deseos con
realidades. En la búsqueda de soluciones a problemas que no son de
procedimientos, sino de fondo, el liderazgo chileno en la CELAC puede ser más
parte del problema que de la solución.
La
paradoja del “veto” paraguayo mediante el cual un país paraliza a cuatro es una
alerta de lo que puede ocurrir en otras instancias. Allá nos vemos.
1 comentario:
Somos una plataforma vecinal en españa mas concretamente en Castejón (Navarra) en contra de instalaciones de producion electrica, como lo son centrales termicas al lado de nuestra poblacion de unas 4200 almas,Tenemos instaladas 3 grupos de producion y el proyecto era instalar 4, tenemos sentencias en contra de estas instalaciones por parte del supremo ya que no contempla unas distancias minimas con los nucleos de poblacion mas cercana ya que la ley no permite menos de 2000 metros de las viviendas mas proximas sin embargo estan a 500m, la inversion ha sido de una cifra astronomica, y ahora el estado español tiene un gran problema dado que las autorizaciones tanto por parte de los ministerios de industria y de medio ambiente incumple la ley.
Publicar un comentario