Viernes
9 de diciembre de 2011
HERMOSOS
JUGUETES de
la PROVINCIA de GUANDONG
Escribe
ALBERT
SALES
CAMPOS (*)
Publicó:
Rebelión
.
(*) ALBERT SALES CAMPOS Depto. Ciencias Políticas y Sociales Universitat
Pompeu Fabra de Catalunya, España. Profesor asociado en Sociología. (Coordinador de la Campaña Ropa Limpia en
SETEM Catalunya) Es periodista y publica en medios del continente (“Rebelión”
“SinPermiso” entre otros).
.
¿Quién
no ha comprado un juguete "made in China"? El 70% de los juguetes del
mundo se producen en el gigante asiático y la mayoría de marcas internacionales
tienen sus principales proveedores allí. Pero después de más de 20 años de
dominio de este mercado globalizado, los trabajadores y las trabajadoras que
fabrican estos habituales regalos navideños siguen viviendo penosas condiciones
en miles de fábricas de las provincias más industriales del país. Como sucede
en la mayoría de zonas de nueva industrialización del mundo.
Guandong es la provincia donde se producen el 70%
de los juguetes chinos para la exportación. Buena parte de los obreros y las
obreras son inmigrantes que provienen de áreas
rurales. El salario de las trabajadoras inmigrantes se ubica entre 850 y 1320
CNY (100-154 euros al mes). Aunque se cumple con el salario mínimo legal, los
trabajadores no pueden cubrir las necesidades básicas de sus familias. Por
ello, habitualmente dejan a sus hijos e hijas a sus poblaciones de origen que
sólo pueden visitar durante el Año Nuevo chino. Hace veinte años que las organizaciones
internacionales de defensa de los derechos laborales denuncian los salarios de
miseria, las jornadas de trabajo interminables y la represión de cualquier
intento de lucha por un trabajo digno.
Ante
las denuncias públicas y la preocupación de las grandes marcas por su imagen
corporativa, las empresas del sector han desarrollado códigos de conducta
laborales y sistemas de verificación, que pretenden garantizar la
responsabilidad social en la cadena de suministro. ICTI (Internacional Council
of Toy Industriales), una asociación empresarial que agrupa a organizaciones
patronales del sector de los juguetes de todo el mundo, desarrolló un
sistema de seguimiento de la producción que otorga a las empresas un sello que,
supuestamente, garantiza que el proceso de manufactura de sus productos cumple
unos estándares básicos recogidos en su código de conducta. Por desgracia, como
ocurre en la electrónica o la confección de ropa, los resultados que las
estrategias de responsabilidad social que comunican las firmas internacionales
no se corresponde con el día a día de las personas trabajadoras.
La
organización SACOM (Students & Scholars Against Corporate Misbehaviour) ha
estado haciendo un seguimiento de la industria del juguete en China desde 2005
y manifiesta no haber detectado mejoras en las condiciones de las personas
trabajadoras. Durante el verano de 2011, SACOM ha investigado tres fábricas de
juguetes proveedoras de firmas de renombre como Disney, Mattel, Lego,
MacDonalds, Marks and Spencer y Walmart. Aunque las tres fábricas están
certificadas por ICTI CARE desde hace años, las condiciones laborales siguen
dejando mucho que desear.
El
equipo de SACOM ha documentado un exceso sistemático de horas extraordinarias,
contabilizando hasta 140 mensuales
(cuatro veces el límite legal), retrasos constantes en el pago de las nóminas,
ausencia de equipos de protección personal en trabajos de manipulación de
sustancias peligrosas, impagos de las cotizaciones a la seguridad social,
multas arbitrarias, dormitorios y espacios para comer insalubres, trabajo
infantil durante el verano y negación a las obreras y los obreros de una copia
de su contrato laboral entre otras violaciones los derechos laborales básicos
reconocidos por la ley y recogidos en el código de conducta de ICTI.
Para
conseguir el sello ICTI CARE, las fábricas pasan unas auditorías que ellas
mismas han de financiar y que, a la vista de los resultados, son muy poco
creíbles. Las marcas internacionales obligan a los fabricantes chinos a obtener
el sello, limpiando así su imagen y convirtiendo esta certificación en un
lucrativo negocio. Hasta 780 marcas apoyan ICTI CARE, algunas tan importantes
como Mattel, Hasbro, Lego, Disney o ToysRus. Según su propio sitio web.
Más de
2.420 fábricas solicitaron sus servicios de certificación durante noviembre de
2011. No hay en las estrategias de responsabilidad social de las empresas
internacionales del sector ningún tipo de voluntad de cambio de las estructuras
que hacen posible estos niveles de explotación laboral. En un entorno de
competencia internacional feroz, los trabajadores y las trabajadoras no pueden siquiera
plantearse la posibilidad de llegar a comprar los coches HotWheels o las
muñecas Barbie que fabrican durante 14 horas diarias.
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