Martes 28 de febrero de 2012
REGIÓN SUR:
¿ZONA DE SACRIFICIO?
Escribe
MAGDALENA ODARDA (*)
Fuente:
ADN Agencia Digital de Noticias
27 de febrero de2012.
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(*) MAGDALENA ODARDA (argentina) es diputada
provincial de Rio Negro (CC-ARI) y
candidata a Gobernadora. Fue distinguida por las mujeres de la
Federación Agraria en Buenos Aires por su aporte a la lucha por el medio ambiente y contra la acción dela
mega minería.
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Podría decirse que desde la implementación de la actual
política minera impulsada por los organismos financieros internacionales y por
el gobierno nacional en la década del 90, en términos generales, los 5000 km de
cordillera de los Andes pueden ser considerados como una gran Zona de
Sacrificio. Es algo increíble -y triste- pero real, que el lugar donde nacen
las cuencas hídricas y están los reservorios de agua más importantes, los
glaciares, se encuentre a merced de un gran número de megaproyectos mineros a
cielo abierto que se desarrollan o están en vías de ejecutarse.
Hacia el centro del territorio, no son menos terribles las
consecuencias de este esquema de apropiación devastador que consume impensables
cantidades de agua, detona explosivos para pulverizar las montañas y paisajes,
usa cianuro o cualquier otro elemento toxico para extraer el oro diseminado o
plata o metales estratégicos, y provoca polución en el aire, el suelo y el
agua.
Pese a la oposición de las organizaciones sociales,
asambleas y pastoral social, entre otros, el gobierno provincial, consecuente
con la política nacional, sigue con su apertura hacia la mega minería a cielo
abierto con uso de sustancias toxicas. En las últimas semanas se aclaró que los
proyectos mineros se concretaran en las zonas en que no se afecten las áreas
protegidas, ni ciudades importantes como Bariloche u otras regiones como el
alto valle. De esta manera, el gobierno tiene la pretensión que se vean con
“buenos ojos” los proyectos mineros en la región sur, donde supone que hay
“desiertos”, calificación idéntica a la ideología que guiaba al Gral. Roca en
sus campañas.
La megaminería en la región sur, argumenta el gobierno
provincial, terminará con la pobreza, sacará a la población de la miseria y
evitara el asentamiento de gente sin trabajo en las márgenes de las grandes
ciudades. Desconoce de esta manera que el proceso de despoblamiento rural tiene
relación directa con la falta de políticas de apoyo a las economías regionales
reales y tradicionales en la región sur, con la falta de incentivos para un
verdadero arraigo a la tierra y la presión de intereses concentradores sobre
grandes extensiones de tierra, incluso desplazando a pueblos originarios. A
estos graves problemas habría que enfrentar.
Esta discriminación por regiones, las protegidas y las
sacrificables, merece el rechazo de esta particular visión. En primer lugar,
esta visión supone que unas regiones pueden recibir el impacto de la actividad
minera a gran escala y otras no, y de esta manera se acepta en forma implícita
el daño que provoca la actividad en el ambiente que se realiza. Es decir, se
elije en qué lugar si devastar y en qué lugar no.
Por otro lado, suponer que desarrollando la megamineria en
la región sur, sacará a la gente de la pobreza, es un contrasentido. Hasta
ahora, en el resto del país ha ocurrido lo contrario, debido a que esta
actividad no genera importante cantidad de empleo local, contamina y además
provoca el progresivo éxodo de la población por la pérdida de valores naturales
y culturales, y actividades económicas regionales (ganadería, agricultura,
turismo). La incompatibilidad de esta industria extractiva con las otras
actividades económicas regionales, es una realidad insoslayable.
Además, desde una visión holística las acciones antrópicas
tienen repercusión sistémica y lo que pueda pasar en una región afectara la
totalidad, al hombre y mujer y su sistema social incluidos. En la trama de la
vida, somos solo una parte y el daño que se provoque tendrá consecuencias a
corto y largo plazo. Por lo tanto, todo Rio Negro será zona de Sacrificio.
Me pregunto ¿en qué lugar pone el gobierno provincial a las
actividades productivas de la región sur? Las que tradicionalmente se han
llevado a cabo y hoy requieren de mayor apoyo estatal para que realmente se
pueda salir de la crisis en la que se encuentra el poblador rural?
Se trata de engañar a la población con la promesa de que,
mágicamente, la minería metalífera solucionará los problemas de los habitantes
de la región sur, y se equivoca. La megaminería no es la solución a los
problemas. En todo caso, la solución pasa por que el gobierno rionegrino apoye
e impulse, las actividades ya existentes, por ejemplo: la ganadería
diversificada y otras actividades que se encuentran en estado potencial, que surgen
del interés de la comunidad y son amigables con el medio ambiente y el medio
cultural en el que se desarrollan.
La industrialización cooperativa y artesanal de la lana
sumando valor agregado a la producción local, la agricultura orgánica, el apoyo
a la economía social. La producción de carne de alto valor en el mercado
interno e internacional, el procesamiento de lana, cueros, pueden ser
potencialmente incrementados.
Es importante también la reactivación del ferrocarril que
además de necesario será una fuente de trabajo en varios pueblos. La obra
pública, los planes de vivienda social, la construcción de escuelas rurales,
hospitales, centros asistenciales, construcción y mantenimiento de rutas,
generación de fuentes alternativas de energía posibles en este lugar, son
algunas propuestas necesarias.
Todo lo cual puede ser parte del desarrollo del turismo
ecológico o ecoturismo o turismo alternativo, con el fortalecimiento de un
corredor turístico conectado a través de buenas rutas y el ferrocarril en condiciones,
que conecte a las localidades de la línea sur con la zona Andina, Bariloche,
etc.
Las asambleas y organizaciones populares en Catamarca, la
Rioja, San Juan, Tucumán, Salta, Rio Negro, Chubut, entre otras, están
difundiendo y advirtiendo acerca de la violación de los derechos humanos,
ambientales y colectivos que trae aparejado la actividad de las empresas
megamineras; derechos amparados por la normativa nacional e internacional, que
incluyen también los de los pueblos originarios.
Existen gran número de investigaciones científicas,
documentos académicos, sociales que demuestran la insustentabilidad de la mega
minería a cielo abierto por sus consecuencias nefastas. Desconocer esta
realidad, es desconocer Famatina, Esquel, Andalgalá, es querer “tapar el sol
con un dedo”.
Las organizaciones del pueblo siguen diciendo No a la
megamineria, no al cianuro, no al uso del agua para estos propósitos, no a la
represión de la protesta social. El pueblo organizado no flaqueará en su lucha
contra aquello que atenta contra lo más preciado, la Vida. El grito que dice No
ya está en la calle. Quien quiera oír que oiga.
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