LA HUELLA FORESTAL
TRAS LA DESERTIFICACIÓN
Fuente:
Murieta (resumen.cl)
Viernes,
20 de Abril de 2012
Diversos estudios científicos concluyen que la
desertificación de los suelos se relaciona con una multiplicidad de variantes.
Todos atribuyen, eso sí, la desertificación a una combinación de factores
naturales y humanos que permiten la degradación de los suelos.
Sin embargo,
frente al natural proceso de desertización, el término
desertificación-condiciones desérticas y el decrecimiento paulatino de la
productividad de los ecosistemas- está relacionado principalmente, con cómo el
ser humano presiona los sistemas en exceso para obtener recursos.
Dentro
de las prácticas de manejo no sustentable del suelo, está la práctica del
monocultivo. Esta práctica consiste en una plantación masiva de una especie, si
considerar en muchos casos, las condiciones de los suelos que se utilizarán.
El
monocultivo de pinos y eucaliptus agota los nutrientes del suelo, entre ellos,
el nitrógeno. Y además, produce condiciones ideales para plagas, pues las
acostumbra a encontrar su alimento en el mismo lugar en el que se planta una y
otra vez. Provocan también, la modificación de los caudales disponibles y de la
calidad del agua, pues residuos químicos quedan en el vital elemento.
Si
bien, en la Región son solo 4 comunas que han sido declaradas en emergencia
agrícola y por los incendios del verano, la escasez del vital elemento se
ha transformado en una constante anual.
Recordemos que el año 2008, por ejemplo, se llegaron a sumar más de 200 comunas
en emergencia agrícola, de las 341 que existían. Entre ellas comunas de la
Provincia de Concepción, Arauco y Bio Bio.
Pero es
también sintomático, que la sequía se
palie con bonos a agricultores, para poder acceder a regadíos que permitan
salvar cosechas, y no con una real política en contra de la desertificación.
Como
señala un informe del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales
(OLCA) “La sequía, la pérdida de fuentes de aguas, la degradación de suelos y
consiguiente pérdida de biodiversidad, efectos conocidos conjuntamente como
desertificación, se van haciendo cada vez más graves, no solo por que el cambio
climático hace más extremos los eventos atmosféricos que los provocan, sino
porque no existe un compromiso real de las autoridades de hacer frente a esta
problemática que, de acuerdo a las Naciones Unidas, constituye el problema ambiental
y de desarrollo más grave que afecta a la humanidad, ya que sus consecuencias
sociales y económicas son devastadoras. “
La
fomentación del bosque nativo, por ejemplo, sería una buena estrategia a largo
plazo para contribuir con un equilibrio medioambiental por su capacidad de
devolver los nutrientes al suelo.
Sin embargo, según un monitoreo realizado por
la Corporación Nacional Forestal de Chiel (Conaf) publicado en 1999, señala que
el principal factor de desaparición del bosque nativo, es su sustitución por
plantaciones forestales.
Por
otra parte, el cambio de matriz productiva de nuestras zonas agrícolas a zonas
forestales, ha producido la proletarización forzosa del campesinado local,
debido a que el monocultivo forestal incide en la escasa captación de aguas
para la agricultura, en su contaminación con diversas sustancias tóxicas por la
utilización por ejemplo, de herbicidas que contaminan las aguas y en la
desertificación.
Gran parte del antiguo campesinado local es obrero forestal, o
bien migró a los centros productivos urbanos, o bien es pequeño propietario y
vende sus plantaciones a las forestales.
Como
señala en Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, respecto de la
plantación de eucaliptus “(...) Asimismo,
ante el rápido crecimiento de los árboles clonados (los eucaliptos poseen un
ciclo de corte que actualmente gira en torno a los 6 años a partir del cultivo
de las mudas), todos los nutrientes de la tierra empobrecidos debido a los
árboles son transferidos y aniquilados en el proceso industrial de celulosa, en
un proceso técnicamente conocido como exportación de campo, que deja las
tierras devastadas, un paisaje lunar y enormes áreas sobrecargadas con los
tocones muertos- legado final de este cultivo descontrolado.”
Ello se
relaciona también, con la opinión del Olca
al respecto “Si el cambio climático está afectando el ciclo regular de
la obtención del agua, las plantaciones de pinos y eucaliptus agravan y
aceleran la degradación de los suelos y la erosión en las zonas donde se
emplazan, ya sea por pérdida de suelo, por contaminación química y
empobrecimiento de la calidad del suelo, o por la pérdida de las fuentes de
agua cercanas y de las napas freáticas.”
La quimera del último árbol en el planeta tierra... |
A pesar
de que a niveles internacionales los problemas de desertificación y de escasez
de agua tienen un especial énfasis y trato, en Chile el tema se toca solo como
subsidio a los agricultores. Incluso
desde la ONU se elaboran estrategias para el manejo del recurso hídrico. Es un
tema de soberanía alimentaria, de importancia central para la sobrevivencia de
la población, porque gracias a ella también se producen los alimentos.
Pero el
despilfarro del agua y la absoluta
entrega de los recursos naturales a privados hoy es la norma. Así como con
nuestros recursos pesqueros, el agua es una mercancía transable, y no un
derecho inalienable.
1 comentario:
Ahora ya no es así ya que se siembran pasturas entre los arboles implantados, aptas para el pastoreo de vacunos después de un tiempo de crecidos los arboles, evitándose la erosión eólica y aprovechado las dos actividades productivas con un buen rendimiento económico.
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