ANUNCIA OIT:
DESOLADOR PANORAMA
EN ESTE AÑO Y EL 2013
Escribe
ROBERTO
GONZÁLEZ AMADOR
Enviado a Washington
“La Jornada” Mexico
22 de abril de 2012
Los trabajadores del
mundo enfrentan éste y el próximo año un panorama desolador. Es lo que anticipa
Juan Somavia, director general de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT). A pesar de inyecciones masivas de capital desde los gobiernos a bancos y
firmas financieras privadas, la inversión en la economía productiva y la
creación de empleo se mantienen débiles, al tiempo que aumenta la inequidad
social y la desigualdad en los ingresos, aseguró este sábado.
La pérdida de puestos de trabajo es un problema que
comparten países avanzados y en desarrollo, como se destacó hoy en las
asambleas de los órganos de decisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y
el Banco Mundial (BM). “Más allá de la urgente necesidad de reducir el impacto
desestabilizador de los mercados financieros, la creación de empleos debe ser
la prioridad”, consideró Supachai Panitchpakdi, secretario general de la Conferencia
de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
EN LA POBREZA, 900 MILLONES
Juan Somavia... ¿Cuantos serán los dólares al día de este buen señor tecnócrata...? |
Alrededor del mundo 900 millones de hombres y mujeres en
edad de trabajar no ganan lo suficiente para mantener a sus familias arriba de
la línea de pobreza, marcada por un ingreso de dos dólares al día, detalló
Somavia, al hablar en la reunión plenaria del Comité Monetario y Financiero
Internacional (CMFI), el órgano de definición de políticas del FMI. De los
alrededor de 200 millones de personas que no cuentan con empleo, 75 millones
tienen entre 15 y 24 años de edad.
La perspectiva del empleo para 2012 y 2013 es desoladora,
declaró Somavia. En los siguientes dos años, añadió, existe un riesgo alto de
que, con una lenta recuperación económica y una parte del mundo desarrollado
(la eurozona) en recesión, el desempleo continúe en aumento, añadió.
Y a esa situación, como dijo ante la asamblea del CMFI, se
añade la creciente desigualdad, que ya venía en aumento desde antes de la
crisis. En los últimos 15 años, en dos terceras partes de los países para los
que existe información el ingreso total de los hogares más ricos creció a una
mayor velocidad que en los situados en la parte baja de la pirámide.
Algo similar ha ocurrido, dijo, cuando se observan otras
dimensiones de la desigualdad del ingreso, como la que tiene que ver con los
salarios de los trabajadores vis-à-vis las ganancias empresariales, o la de los
sueldos más altos respecto de los cobrados por los trabajadores con las
percepciones más bajas.
En dos de cada tres países, la participación de los salarios
en el ingreso nacional disminuyó a lo largo de las últimas dos décadas, expuso.
Igualmente, y para el mismo periodo, en siete de cada 10 países la diferencia
de ingreso entre el 10 por ciento más alto y el más bajo de la pirámide de
asalariados se amplió 70 por ciento, añadió.
Más aún: dentro de 10 por ciento que está en la parte más
alta del ingreso, hay uno por ciento y, todavía más, 0.1 por ciento de personas
que han tenido el más rápido incremento en su participación en el ingreso
total. En Estados Unidos, por citar un caso, uno por ciento de los que están en
la parte más alta registraron un aumento de sus ingresos de 11.6 por ciento,
mientras que el 99 por ciento restante tuvo un crecimiento de sólo 0.2 por
ciento, afirmó Somavia, al llevar al seno del organismo financiero el argumento
de los grupos sociales que nutren el movimiento Ocupa Wall Street.
Hay una frustración creciente de que los gobiernos
nacionales están más atentos a la confianza de los mercados financieros
mientras la menguante confianza de los pueblos en sus gobiernos es descuidada,
planteó Somavia. Los empleadores y los trabajadores están bajo presión en
muchos países para mantener condiciones de competitividad a través del
incremento de la productividad y la reducción de costos. Sin embargo, esos
esfuerzos realizados por los participantes de la economía real pueden ser
fácilmente nulificados por amplias y repentinas fluctuaciones surgidas por las
turbulencias en los mercados financieros, añadió.
La desregulación de los sistemas financieros –en la que las
autoridades nacionales dejan cada vez más libres las manos a los gestores de
las instituciones financieras privadas– ha generado cada vez mayores riesgos de
crisis, en un momento en que la economía mundial aminoró su ritmo de
crecimiento y está en riesgo de deslizarse a una nueva recesión en 2012,
advirtió Supachai Panitchpakdi, secretario general de la UNCTAD.
Resulta paradójico, por decir lo menos, que los mismos
agentes del sistema financiero que provocaron la crisis ahora se conviertan en
jueces de la idoneidad de las políticas públicas adoptadas para contener ese
daño, afirmó.
Más allá de la necesidad de reducir el impacto de
desestabilización en la economía causada por los mercados financieros, la
creación de empleo debe ser la prioridad. Para restaurar los niveles de empleo
previos a la crisis y a absorber a las personas que se incorporaron al mercado
de trabajo, la economía mundial necesita crear 64 millones de plazas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario