REFLEXIONES
de LEONARDO BOFF
SOSTENIBILIDAD Y EDUCACIÓN
Escribe
LEONARDO
BOFF (*)
Viernes
11 de mayo de 2012
.
La sostenibilidad, uno de los temas centrales de la Río+20
(Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, que se
celebrará en Río del 20 al 22 de junio de este año), no se produce
mecánicamente. Resulta de un proceso de educación por el cual el ser humano
redefine el haz de relaciones que mantiene con el universo, con la Tierra, con
la naturaleza, con la sociedad y consigo mismo dentro de los criterios de
equilibrio ecológico, de respeto y amor a la Tierra y a la comunidad de vida,
de solidaridad hacia las generaciones futuras y de construcción de una
democracia socio-ecológica sin fin.
Estoy convencido de que solamente un proceso generalizado de
educación puede crear, como pedía la Carta de la Tierra, nuevas mentes y nuevos
corazones capaces de hacer la revolución paradigmática exigida por el riesgo
global bajo el cual vivimos. Como repetía con frecuencia Paulo Freire: « la educación
no cambia el mundo: cambia a las personas que van a cambiar el mundo». Ahora
todas las personas estamos urgidas a cambiar. No tenemos otra alternativa: o
cambiamos o conoceremos la oscuridad.
No voy a abordar aquí la educación en sus múltiples aspectos
tan bien formulados en 1966 por la UNESCO: aprender a conocer, a hacer, a ser y
a vivir juntos; yo añadiría aprender a cuidar de la madre Tierra y de todos los
seres. Pero este tipo de educación todavía es insuficiente. El cambio de la
situación del mundo exige que todo sea ecologizado, es decir, que cada ser debe
prestar su colaboración a fin de proteger la Tierra, salvar la vida humana y
nuestro proyecto planetario. Por lo tanto, el momento ecológico debe atravesar
todos los saberes.
Una vez que irrumpió el paradigma ecológico, nos
concientizamos del hecho de que todos somos ecodependientes. Participamos de
una comunidad de intereses con los demás seres vivos que comparten con nosotros
la biosfera. El interés común básico es mantener las condiciones para la
continuidad de la vida y de la propia Tierra, entendida como Gaia. Es la meta
última de la sostenibilidad. A partir de ahora la educación debe incluir sin
demora las cuatro grandes tendencias de la ecología: la ambiental, la social, y
la integral y la mental o profunda (aquella que discute en nuestro lugar en la
naturaleza).
Entre los educadores se impone cada vez más esta
perspectiva: educar para el vivir bien, que es el arte de vivir en armonía con
la naturaleza, y proponerse repartir equitativamente con los demás seres
humanos los recursos de la cultura y del desarrollo sostenible. Necesitamos ser
conscientes de que no se trata solamente de introducir correcciones al sistema
que ha creado la actual crisis ecológica, sino de educar para su
transformación. Esto implica superar la visión reduccionista y mecanicista
todavía imperante y asumir la cultura de la complejidad. Ella nos permite ver
las interrelaciones del mundo vivo y las ecodependencias del ser humano. Tal
verificación exige tratar las cuestiones ambientales de forma global e integrada.
De este tipo de educación se deriva la dimensión ética de
responsabilidad y de cuidado por el futuro común de la Tierra y de la
humanidad. Hace que el ser humano se descubra como cuidador de nuestra Casa
Común y guardián de todos los seres. Queremos que la democracia sin fin
(Boaventura de Souza Santos) asuma las características socio ecológicas pues
sólo así será adecuada a la era ecozoica y responderá a las demandas del nuevo
paradigma. Ser humano, Tierra y naturaleza se pertenecen mutuamente. Por eso es
posible forjar un camino de convivencia pacífica. Es el desafío de la
educación.
.
(*)LEONARDO
BOFF es un teólogo, filósofo y escritor nacido en Concordia, Estado de Santa
Catarina, Brasil Es uno de los fundadores de la Teología de la Liberación,
junto con Gustavo Gutiérrez Merino. En 1985, la Congregación para la Doctrina
de la Fe, dirigida por el ya cardenal Ratzinger (hoy Papa Benedicto XVI) le
silenció por un año por su libro La Iglesia, Carisma y Poder, que estaba en
contra de la Doctrina de la Iglesia Católica. Ha trabajado como profesor en los
campos de teología, ética y filosofía en Brasil, además de dar conferencias en
muchas universidades en el extranjero, como Heidelberg, Harvard, Salamanca,
Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín. Ha escrito más de 100 libros,
traducidos a muchas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le otorgó el premio
Right Livelihood
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