Cumbre de los Pueblos:
LA ONU Y LOS PUEBLOS,
LOS IDIOMAS DIFERENTES.
Escribe
FABIANA
FRAYSSINET (*)
Fuente:
Agencia IPS
Publicó:
“Rebelion”
20 de
junio de 2012
(*) FABIANA FRAYSSINET (BRASIL- Rio de
Janeiro) Periodista que publica en varios medios de la prensa escrita y online.
Se especializa en las temáticas sociales. Los temas de género, el contexto socio
ambiental donde viven la salud, el empleo y los derechos humanos. Se ocupa de información libre y alternativa,
contra información, noticias de actualidad, opinión, laboral y economía.
El
director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), Achim Steiner, cree que él y la Cumbre de los Pueblos coinciden en que
el actual modelo económico causó el colapso ambiental. Pero el diálogo sobre
cómo sustituirlo se volvió un áspero debate. El encuentro con el alemán Steiner
fue el más esperado de la Cumbre de los Pueblos: un alto representante de la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, Río+20, se
desplazó al otro lado de esta ciudad brasileña, para discutir con ecologistas y
activistas sobre economía verde.
La
economía verde se propone como una gran transformación de los modelos de
producción y consumo para detener la contaminación y el agotamiento de los
recursos naturales, Para los movimientos sociales, sin embargo, no es más que
otro color para disfrazar el capitalismo. Esa propuesta es una de las
principales que contiene el documento para la conferencia, que en su etapa
cimera congregará a jefes de Estado y de gobierno entre el miércoles 20 y el
viernes 22, la misma jornada en que concluirá el foro paralelo de la sociedad civil,
inaugurado el día 15.
Achim Steiner |
"La
Cumbre de los Pueblos es crítica de la economía verde, porque somos los pueblos
que sufrimos la crisis del capitalismo y de ese modelo de producción que cuanto
más se agrava, más avanza sobre nuestros derechos", lanzó al inicio la
brasileña Fátima Mello, una de las organizadoras del encuentro.
"Entendemos que la economía verde, que se
basa en la mercantilización de bienes naturales, está ligada estrechamente a
una economía marrón", de contaminación y depredación, argumento la también
brasileña Larissa Packer, de la organización Terra de Direitos. La verdadera
"economía verde no es el dólar verde, como la ven nuestros gobernantes. Es
nuestra Amazonia verde", expuso el indígena boliviano Edwin Vásquez, que
acusó a las corporaciones transnacionales de invadir y saquear los recursos
naturales.
Edwin Vásquez |
El
argentino Juan Herrera, de la red internacional La Vía Campesina, propuso un
modelo de "economía popular, solidaria y campesina" que sustituya el
actual gran agronegocio pues este "generó verdaderos desiertos de soja y
maíz donde los campesinos ya no tienen ni un lugar". Ante estos
pronunciamientos y críticas, Steiner, un experto en políticas ambientales, se
confesó "sorprendido".
"En
el PNUMA establecimos que el modelo económico actual no es el modelo del
futuro. Estamos de acuerdo con ustedes en eso", sostuvo al orientar a los
participantes a "leer" el documento oficial de esa agencia de las
Naciones Unidas, y que aborda las diferentes interpretaciones sobre economía verde.
Despojado de sus habituales traje y corbata, Steiner explicó que el
"fracaso" de no haber evitado la degradación natural "tiene que
ver con el paradigma económico del mundo que trata al planeta como la minería:
extraer, extraer y extraer".
Juan Herrera |
Y casi
adoptó el mismo lenguaje que su contrincante platea, al declararse crítico de
"la capacidad del mercado de alcanzar el desarrollo sustentable", y
especificó: un mercado basado, como si fuera una "ley de la física",
en la libre oferta y demanda. "El atún de aleta azul vale hoy en el
mercado 4.000 dólares. Por eso (las empresas) podrían capturar hasta el último
pez", ejemplificó para justificar que el "mercado no ayuda a
administrar el planeta de forma sustentable".
Las
diferencias surgieron al buscar opciones a ese modelo. Entre otras propuestas,
Steiner planteó dar un valor económico al ecosistema, para promover "leyes
que protejan la naturaleza o negocios que no sean destructivos". Además,
se refirió a nuevas tecnologías "buenas y posibles", como las
energías limpias y renovables, que no generarían desempleo sino que, al
contrario, "dan más empleos que la industria automotriz".
Pat Mooney |
Sus
argumentos no convencieron al experto en biodiversidad Pat Mooney. Este
activista canadiense citó tecnologías dañinas propuestas por la economía verde,
como la biología sintética, que modifica microorganismos, o el desarrollo de
variedades transgénicas, que concentró el control de las semillas en un puñado
de empresas multinacionales. Mooney se dijo espantado por una economía verde
que ahora busca controlar la biomasa del planeta.
Tampoco quedó convencido el
exembajador de Bolivia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Pablo
Solón, que acusó a Steiner de "no haber sido honesto". "Detrás
de ese concepto está el asumir que la naturaleza es un capital", alzó la
voz Solon, y sostuvo que "no nos estamos inventado eso" que está en
el borrador que discuten los gobiernos en Río+20.
Pablo Solón |
Steiner
"dice que buscan desacoplar el crecimiento con el deterioro ambiental. ¡No
se puede crecer eternamente, el límite es la biodiversidad! ¡Lo que necesitamos
es redistribuir la riqueza!", polemizó. "No porque levante el tono de
voz y el de la platea, todo lo que usted dice es correcto", replicó
Steiner. En esa polarización entre el capitalismo y el anticapitalismo "el
mundo no avanzará", sostuvo el funcionario al argumentar lo difícil que es
lograr consensos entre todos los estados miembros de la ONU.
EL
DEBATE DEJÓ UN SABOR AMARGO.
Proponer
una economía verde sin reglamentar el mercado financiero causará lo contrario
de la conservación: "una burbuja financiera impredecible", dijo la
brasileña Packer a TerraViva. "Cuando hay escasez de una mercadería, su
valor sube. Por lo tanto, cuanto más se destruya la naturaleza, mayor será el
valor de los activos naturales", advirtió.
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