NUEVA
COLONIZACIÓN DE AMÉRICA LATINA,
LA TECNOLÓGICA Y EL CONOCIMIENTO
Escribe
RAMÓN
RAMÓN
.
La
mayor riqueza de un pueblo es el Conocimiento, poseer y compartir el
Conocimiento nos hace avanzar, nos convierte en una ciudadanía más libre y con
mayores posibilidades. Por eso, durante toda la historia de la Humanidad, las
personas han buscado proteger y compartir el Conocimiento, bien mediante la
escritura, el “boca-oreja” de generaciones, la palabra, …. lo importante era
que no se perdiera.
El
Conocimiento, en su sentido más amplio es la mayor riqueza que un pueblo puede
tener, y por eso, es el bien más sagrado que debemos preservar, a la vez de
compartir. El Conocimiento libre nos hace más libres, nos habilita para mayores
posibilidades y nos hace crecer como Sociedad y como individuos que forman
parte de un todo.
Por
eso, el Conocimiento deber ser libre, y por eso, se abre un nuevo frente para
las Multinacionales y los gobiernos, colonizar – poseer el Conocimiento como
fuente de riqueza y poder. En ocasiones, incluso generando y atesorando ese
Conocimiento como única forma de progreso, con la falsa promesa de avance y
modernidad, cuando en realidad se crea una nueva Sociedad, la del yugo
tecnológico, a la que muchos denominan colonización digital:
Hoy
existe una estrategia monopolista y hasta aceptada, porque parece altruista y
desinteresada. Se trata de un negocio grande y a largo plazo que consiste en ir
y convencer a países en vías de desarrollo, en especial a los gobiernos de
ciudades grandes en Latinoamérica, para firmar acuerdos por grandes volumenes
de licencias con las instituciones a la vez que distribuyen de manera gratuita
copias de software no libre en las escuelas.
¿Y cuál
es el objetivo de tanta bondad y generosidad? ¿Promover la educación? ¿Sobre
todo la de las personas de pocos recursos?
No, lo
que quieren es llegar al público joven. Usar las escuelas como instrumentos
para imponer a la sociedad entera una dependencia permanente a sus productos.
Las escuelas pasan a ser sus salones de ventas y los maestros sus vendedores.
Realmente
no es es ni más ni menos que una nueva colonización, la Colonización Tecnológica
del siglo XXI.
La
tecnología no es neutral, no puede serlo, y el ejemplo más claro se plantea
cuando son las multinacionales y no los estados los que poseen los datos de su
ciudadanía, los que deciden como afecta la tecnología al Estado y a la Sociedad
en su conjunto, y no es la Sociedad -o sus responsables elegidos
democráticamente- los que deciden como la tecnología está al servicio de la
ciudadanía.
Cuando
son las multinacionales las que poseen los datos, la información, e incluso
deciden como deben realizarse los procesos y las comunicaciones, la tecnología
pierde su sentido de herramienta y se convierte en el fin mismo, en el bien que
toda empresa quiere poseer, expropiando a su verdadero poseedor, el Estado.
Es tan
evidente el control que algunas multinacionales poseen y que no quieren perder,
que incluso abiertamente imponen sus reglas y su forma de entender la Sociedad
en su conjunto, intentando no solo crear confusión, sino además,
autoproclamándose en la única voz capacitada para imponer sus condiciones:
“exhortó a las autoridades de la región a que
dejen el desarrollo de software en manos privadas …los gobiernos, éstos
“deberían dedicarse a mejorar la vida del ciudadano” y no a la informática, en
especial alusión a la popularización en Brasil de programas de “código abierto”
impulsada por el sector público.
Cuando
hablamos de soberanía tecnológica hablamos de seguridad nacional. Si un Estado
entrega la gestión de su administración a un grupo de empresas tecnológicas,
¿el Estado es independiente? ¿el Estado es libre? No.
¿Se
imaginan que un millonario repositorio de datos sobre la salud de los
ciudadanos de un país se custodiara en un cofre con dos llaves, una en manos
del herrero que construyó el cajón y la otra en las del gobierno del citado
país? ¿Y que al contenido del cofre puede acceder su constructor? ¿Y que el
propietario de los datos dependerá para acceder del herrero? ¿Y que el herrero
puede cambiar la cerradura sin avisar al dueño?
No hace
falta imaginar demasiado, porque es el día a día de decenas de gobiernos del
mundo. Surgen preguntas en este punto con fácil respuesta: ¿la confidencialidad
de los datos existe? ¿Con qué fines pueden utilizarse? ¿el gobierno depende del
diseñador de la llave? ¿Podrá el gobierno construir sus propios cofres? No es
verdaderamente independiente un gobierno de un Estado cuando no es
independiente en su tecnología.
Si la
información es poder, y las tecnologías las herramientas que nos permiten la
comunicación y el tratamiento de la información, éstas deben ser usadas al
servicio de la humanidad. Las tecnologías no son ni deben ser el fin, sino el
vehículo para compartir el Conocimiento, que debe ser libre y compartido.
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