URGENTE Y MUY NECESARIO
¿CRISIS O ESTAFA?
Escribe
PERICO
ECHEVARRÍA
Periodista
Fuente:
”'Diario
Progresista”
Nos
cobran más por tener menos. Y se están forrando. Sí, se están forrando a cuenta
de la ´prima de riesgo y los intereses que los españoles, a costa de nuestro
Estado del Bienestar, pagamos por "nuestra" deuda. Da igual qué
medidas tomemos o a qué nivel de pobreza nos condenemos, que la famosa prima no
cede (el viernes cerró a 495 puntos básicos con un 6,44 % de interés) y sigue
ahogándonos y quedándose, literalmente, con nuestro dinero.
La
crisis financiera derivada, sobre todo, de una enorme e irresponsable -que no
inocente- burbuja inmobiliaria y especulativa, y provocada por unos bancos que
dejaron de tener como objetivo velar por sus clientes y ofrecerles razonables y
plausibles condiciones de crédito para convertir el dinero de las hipotecas en
objeto de mercadeo, está vaciando los bolsillos de los ciudadanos.
Y ello
para salvar al mismo sistema financiero que, por la vía de los intereses de la
deuda soberana, está haciendo, en tiempos de crisis, y con ese mismo dinero, el
mejor negocio de toda su historia (comprando la deuda con dinero público, o sea
nuestro, conseguido al 1% y recuperándolo al 7%, en el caso de la banca).
En
consecuencia, saltan todas las alarmas y los gobernantes apelan a "nuestra
responsabilidad" para salvar el sistema. Pagándonos menos por nuestro
trabajo y reduciendo nuestras prestaciones, pensiones y subsidios; cobrándonos
más impuestos, poniendo a nuestra disposición menos y peores servicios
públicos… y haciendo una descarada transferencia de todo el dinero que lo
anterior implica a eseanonymous de los ricos conocido eufemísticamente como
“los mercados”.
Los
gobiernos carecen, además, del más mínimo pudor para hacerlo y publicarlo -el
PP hasta pretende, según ha anunciado este mismo fin de semana, hacer una
campaña para ganarse nuestra complicidad-. Y aplican severos recortes en las partidas
destinadas a las personas, que conformamos la Sociedad, para destinar nuestro
capital a las sociedades anónimas. Los entes carecen de conciencia, las
personas no.
Los que
estamos debajo de esta pirámide de despropósitos adolecemos, por lo general, de
un enorme desconocimiento en materia económica. Lo que no es óbice para que nos
pasen por la cabeza otro tipo de medidas que, con el objetivo de paliar los
efectos de la crisis sobre las personas, podrían adoptarse.
Por
ejemplo, puestos a incrementar nuestras cotizaciones para mantener el sistema,
¿por qué no dedicar el aumento de las retenciones de nuestras nóminas a
Seguridad Social y Formación y Desempleo -en vez de nuestro IRPF a la deuda- y
asegurar con ello el sostenimiento de nuestro derecho colectivo a
prestaciones?, ¿por qué no abordar como medida extraordinaria, temporal y de
emergencia –y con la misma soltura que se niega la paga de navidad a los
funcionarios-, una limitación del beneficio empresarial, destinando
forzosamente el excedente de dicha limitación al pago de la tan cacareada
deuda?
¿Para
cuándo el impuesto de transacciones financieras? ¿O por qué no obligar, como
sugiere el Instituto de Investigaciones Económicas de Alemania (DIW), a las
rentas más altas a pagar más impuestos y, además, a conceder préstamos a sus
gobiernos para que afronten esa crisis de la deuda soberana? Un estudio del
citado instituto alemán acredita que los activos privados, en su conjunto,
exceden la deuda de los países de la eurozona.
En
España, por citar un caso, Amancio Ortega, el propietario de Zara, acumula una
fortuna personal de 35.000 millones de euros. ¿Cuántas generaciones de su
familia serían necesarias para gastar semejante cantidad de dinero? ¿Cuántos
futuros de generaciones de familias de trabajadores habrá que sacrificar para
‘ahorrar’ 65.000 millones en los dos próximos años en nuestro país?
Son mis
ejemplos, seguro que ustedes tienen los suyos propios. Quienes se oponen a este
tipo de medidas apelan, sin rubor, a que “supondrían una intrusión enorme en el
derecho a la propiedad privada”. Tal vez haya llegado el momento de volver a
recordar a todos que el Estado del Bienestar, al que sus aventuras
especulativas están llevando a la desaparición, se financia con los impuestos
que todos pagamos con nuestro dinero, el fruto de nuestro trabajo… nuestra
particular propiedad privada.
Por
tanto, la Educación Pública, la Sanidad universal, las prestaciones sociales
-cada vez menores- son eso, nuestra colectiva propiedad privada, en la que los
grandes capitales que han provocado esta crisis no dudan meter la mano para
salvar la suya.
Es por
ello cada vez mayor el número de personas que estamos más convencidos de que
nos encontramos ante una enorme estafa de quienes consideran que lo público es
una intromisión en lo que “los mercados” ven como unidades de negocio, ya sea
nuestra salud, la educación de nuestros hijos y nietos o nuestra propia
dependencia, cuando lo cierto es exactamente lo contrario, una ilegítima y muy
bien coordinada intromisión de los que más tienen para hacerse con nuestra
única y escasa propiedad, que no es otra que el Estado del Bienestar que con
tanto esfuerzo habíamos construido.
Sólo
los partidos -obviamente de izquierdas- que sean capaces de enarbolar la
defensa de esa única propiedad de la ciudadanía podrán en un futuro cada día
más cercano pedir el voto de los ciudadanos. Tomen nota, por favor. Es urgente
y muy necesario.
.
.
SI HACE CLIC EN "Entradas antiguas" (debajo)
SIGUE NAVEGANDO EN EL BLOG
No hay comentarios:
Publicar un comentario