"DEBERÍAN CONDECORARLO
CON UNA MEDALLA AL HONOR"
Escribe
JOSÉ
MARÍA LEÓN
GkillCity
– “Rebelión”
24 de
agosto 2012
Cuando
el miércoles 15 de agosto de este año resultaba inminente que Julian Assange
obtendría el asilo político que había solicitado, de parte del gobierno del
Ecuador, le escribí al profesor Noam Chomsky, uno de los pensadores más
importantes de la actualidad para que me respondiese unas preguntas sobre el
asilo, la geopolítica que rodea este caso y la libertad de expresión.
Hace
varios meses había mantenido una breve correspondencia con el profesor Chomsky,
que aún no había podido materializar en una entrevista para GkillCity. Sin
embargo, cruzamos un par de correos electrónicos y, aunque me advirtió que
tenía una cola de solicitudes de entrevistas que suele programar para meses
después, iba a hacer lo posible por responderlas.
El
domingo 19, recibí un correo electrónico a las 10:08 de la mañana, con una
breve introducción de Chomsky, el lingüista y filósofo norteamericano, quien
devolvía el cuestionario contestado. A continuación una traducción de su
contestación, acá les dejo las respuestas originales en inglés.
Profesor
Chomsky, sabemos que está abrumado con peticiones de entrevistas, así que
queremos agradecerle esta oportunidad. Queremos conocer sus impresiones sobre
el último affair diplomático que ha puesto al Ecuador en el centro de la
atención internacional: el asilo político a Julian Assange.
1. El
gobierno de los Estados Unidos ha emitido una declaración en la cual expresa
que este es un problema entre los británicos, los ecuatorianos y los suecos.
¿Cree que es un argumento honesto? ¿Realmente están los Estados Unidos
interesados en el destino de Julian Assange?
La
afirmación no puede ser tomada en serio, sencillamente. La sombra que acecha
sobre todo este asunto es la expectativa de que Suecia envíe de forma rápida a
Assange a los Estados Unidos, donde las oportunidades de que reciba un juicio
justo son, virtualmente, cero. Eso se evidencia por el trato brutal e ilegal a
Bradley Manning y la histeria generalizada del gobierno y los medios sobre
Assange. Más allá de esto, para aquellos que creen que los ciudadanos tienen el
derecho a saber qué es lo que su gobierno planea y hace –esto es, quienes
tienen un persistente afecto por la democracia– Assange no debería enfrentar un
proceso judicial sino, por el contrario, ser condecorado con una medalla al
honor.
2. En
una entrevista con Amy Goodman, de Democracy Now! usted afirmó que la mayor
razón para los secretos gubernamentales es proteger a esos mismos gobiernos de
su gente ¿Por primera vez en la historia el mundo está viendo la verdadera cara
de la diplomacia?
Cualquiera
que estudie documentos desclasificados pronto advierte que el secretismo
gubernamental es un esfuerzo para proteger a los hacedores de políticas
públicas del escrutinio ciudadano, no para proteger el país de enemigos. Sin
duda, ese secretismo es a veces justificado, pero es algo raro, y en el caso de
las filtraciones hechas por Wikileaks, no he visto un solo ejemplo que así lo
hubiese ameritado.
Sin
embargo, esta no es -de ninguna manera- la primera vez que documentos filtrados
han expuesto la “verdadera cara de la diplomacia”. Los Papeles del Pentágono es
un caso famoso pero la verdad es que este es un asunto constante. Los registros
expuestos, inclusive los documentos desclasificados oficialmente, son por lo
general bastante impresionantes; aunque es muy raro que esta información sea
conocida por el público en general e, inclusive, por la mayoría de la academia.
3. En
el asunto específico del asilo otorgado por el Ecuador a Assange, se ha
argumentado que el gobierno ecuatoriano ha mostrado ambigüedad hacia la
libertad de prensa: por un lado mantienen un constante confrontación retórica
(que ha sido llevada a las cortes, como los casos de Diario El Universo y los
periodistas Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, autores del libro Gran
Hermano) y por la otra, le otorgan el asilo a Assange ¿Ve usted también la
contradicción en esto? ¿O tiene una lectura diferente?
Personalmente,
pienso que solo en extremas circunstancias debe ser utilizado el poder estatal
para restringir la libertad de prensa, sin importar cuan desgraciado y corrupto
sea el comportamiento de los medios. Y sin duda ha habido muchos abusos severos
–por ejemplo, hubo un escándalo internacional hace unos años cuando las leyes
británicas sobre calumnias fueron utilizadas por una gran corporación mediática
para destruir a un pequeño diario disidente por publicar una crítica a una
noticia publicada por la gran corporación-.
Eso no generó, virtualmente,
ninguna crítica. El caso ecuatoriano debe ser examinado individualmente, pero
más allá de cualquier conclusión, no tiene porqué pesar en el otorgamiento del
asilo a Assange, así como la vergonzosa supresión de la libertad de expresión
en el caso británico que mencioné no tendría porqué pesar si Inglaterra
otorgase asilo a alguien que justamente tema ser perseguido. Y nadie diría lo
contrario en casos de cualquier Estado occidental poderoso.
4. Ya
que estamos hablando de ambigüedad, ¿hay un doble estándar en la aplicación de
la ley por parte de los británicos, ya que en el caso Pinochet la extradición
solicitada por Baltazar Garzón fue rechazada?
El
estándar gobernante es la subordinación a los intereses del poder. Rara vez hay
una desviación.
5.
¿Cuál es, en su opinión, el futuro inmediato del caso Assange? ¿Va la policía
británica a asaltar la Embajada ecuatoriana? ¿Podrá Assange salir del Reino
Unido y, después de ello, permanecer fuera de todo riesgo incluso llegando al
Ecuador?
Virtualmente,
no hay ninguna posibilidad de que Assange pueda salir del Reino Unido, ni de la
Embajada de Ecuador. Dudo mucho de que Inglaterra vaya a asaltar la Embajada,
que sería una violación radical del Derecho Internacional, pero tampoco creo
que esa opción deba ser descartada. Vale la pena recordar, por ejemplo, el
asalto contra la Embajada del Vaticano hecha por fuerzas estadounidenses
después de invadir Panamá, en 1989.
Las grandes potencias se consideran a sí
mismas inmunes al Derecho Internacional y las clases educadas por lo general
protegen esa postura. Mi previsión es que los británicos esperarán hasta que
Assange no tolere más estar confinado a un pequeño cuarto en la Embajada (que
de hecho es un departamento de tamaño modesto).
6. En
un aspecto más amplio, y para terminar esta entrevista, Slavoj Zizek dijo que
no estamos destruyendo el capitalismo, sino atestiguando cómo el sistema se
destruye a sí mismo ¿Son los movimientos Occupy, las crisis financiera en
Europa y Estados Unidos, el surgimiento de Latino América y otras regiones
antes reputadas marginales y el caso Wikileaks signos del derrumbe del sistema
capitalista?
Lejos
de eso. La crisis financiera en Europa podría ser resuelta, pero está siendo
utilizada de palanca para socavar el contrato social europeo; es, básicamente,
un caso de lucha de clases. Los registros de la Reserva Federal de los Estados
Unidos lucen mejor que la de su par europeo, pero es aún demasiado limitada, y
hay otras medidas que podrían adoptarse para paliar la crisis en Estados
Unidos, que es una crisis de desempleo, principalmente.
Para la población en
general, el desempleo es la mayor preocupación pero las instituciones
financieras, que tienen una posición dominante en la economía y el sistema
político, están más interesadas en recortar el déficit y sus intereses
prevalecen. En general, hay una brecha gigante entre el interés público y las
políticas públicas. Este es un solo caso. El surgimiento de América Latina es
un fenómeno con significado histórico, pero está lejos de remover el sistema de
estado capitalista.
Y mientras Wikileaks y los movimientos Occupy son
irritantes para los poderosos –y una gran ayuda para el público– no son una
amenaza para los poderes fácticos dominantes.
Muchas
gracias, profesor Chomsky, por su tiempo y respuestas. Esperamos verlo pronto
por el Ecuador.
Había
planeado una visita hace algunos años, pero una emergencia me impidió hacerla.
Espero poder concretar una más pronto que tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario