Escribe
ANTONIO RUIZ MORALES (*) Periodista. Catedrático
del Departamento de Derecho de la Universidad de Sevilla – Publica “ARGENPRESS.Info” – 19 de noviembre
2012.
Nadie
nos prepara para la vejez. Nadie nos enseña a afrontar una situación
inesperada, como puede ser un despido. Cuando
se tienen más de cuarenta años todo resulta más complicado. Como les ocurre a
miles en Europa, que se encuentran en estos perfiles tan señalados de
desempleo. Perder el trabajo se puede convertir en una tragedia. Estas personas
traducen su carta de despido como una partida de destierro. Es ahora
cuando la edad supone un lastre para encontrar empleo. Para este sector, el
camino de regreso al mercado laboral es muy complicado de trazar. Se prefiere
la contratación de personas con edades más tempranas para ahorrar costes. Ya no
se tiene en cuenta la experiencia de personas que ayudaban a crecer a la
empresa y a la reputación de los trabajadores. Al excluir a un sector de la población que aún tiene tantas cosas
que aportar, se rompe el principio de igualdad, que caracteriza a las
sociedades que apuestan por el progreso social.
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