Escribe
IGNACIO RAMONET (*) Fuente original “Le Monde Diplomatique en Español” publica
“Visiones Alternativas” - 26 de febrero
2013
(*) IGNACIO
RAMONET (1943 España) Entre 1990 y 2008 fue director de Le Monde Diplomatique. Es
doctor en Semiología e Historia de la Cultura por la École des Hautes Études en
Sciences Sociales (EHESS) de París y catedrático de Teoría de la Comunicación
en la
Universidad Denis-Diderot (Paris-VII). Especialista en
geopolítica y estrategia internacional y consultor de la ONU, actualmente
imparte clases en la Sorbona de París.
Si no
modificamos rápidamente el modelo de producción dominante, impuesto por la
globalización económica, alcanzaremos
el punto de no retorno a partir del cual la vida humana en el planeta dejará
poco a poco de ser soportable. Hace unas semanas, la Organización de la
ONU anunció el nacimiento del ser humano número siete mil millones. En 50 años, la población de la Tierra se
ha multiplicado por 3,5. Y la mayoría de ellos vive ahora en ciudades.
Por primera vez los campesinos son menos numerosos que los urbanos. Entre
tanto, los recursos del planeta no aumentan. Y surge una nueva preocupación
geopolítica: ¿qué pasará cuando se
agrave la penuria de algunos recursos naturales? Estamos descubriendo con
estupefacción que nuestro “ancho mundo” es finito... La ONU lleva
tiempo avisándonos de que estamos gastando “más del 30% de la capacidad de
reposición” de la biosfera terrestre. Moraleja:
debemos ir pensando en adoptar y generalizar estilos de vida mucho más frugales
y menos derrochadores. Este consejo parece de sentido común, pero es
evidente que no se aplica a los mil
millones de hambrientos crónicos del mundo, ni a los tres mil millones de
personas que viven en la pobreza. La bomba de la miseria amenaza a la
humanidad. La enorme brecha que separa
a los ricos de los pobres sigue siendo, a pesar de los progresos recientes, una
de las características principales del mundo actual. Esta no es una afirmación
abstracta. Tiene traducciones muy concretas. Por ejemplo, en el tiempo de
lectura de este artículo (diez minutos), 10
mujeres van a fallecer en el mundo durante el parto; y 210 niños de menos de
cinco años van a morir de dolencias fácilmente curables (de ellos cien por
haber bebido agua de mala calidad). Estas personas no fallecen por enfermedad.
Mueren por ser pobres. La pobreza las mata. Mientras tanto, la ayuda de
los estados ricos a los países en desarrollo ha disminuido, en los últimos 15
años, un 25%... Y en el mundo se
siguen gastando unos 500 mil millones de euros al año en armamento...
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