lunes, 29 de abril de 2013

POSIBLE TODO ESTO LUEGO DEL PROFUNDO ESTUDIO DE LA HISTORIA POR DIVERSOS INVESTIGADORES

MONUMENTO AL CACIQUE PINCÉN
Escribe OSVALDO BAYER (*) Fuente “Página 12” Buenos Aires- Domingo 28 de abril 2013
(*) BAYER OSVALDO JORGE (Santa Fe, Argentina, 18 de febrero de 1927) es un historiador, escritor y periodista Estudió Historia en la Universidad de Hamburgo (Alemania) y de regreso en la Argentina, trabajó intensamente en el canal educativo y cultural del Ministerio de Educación de la Nación es conocido por su activismo a favor del movimiento anarquista.Bayer. “un anarquista y pacifista a ultranza como él se autodenomina”. Radicado en Buenos Aires
En Santa Rosa, la capital de nuestra provincia de La Pampa, se inauguró el monumento al cacique Pincén, aquel ranquel que con todas sus fuerzas enfrentó a las tropas
de Buenos Aires que venían a desalojarlos de sus tierras y convertir en esclavos a los hombres, mujeres y niños de los pueblos originarios. Por fin se está reconociendo todo esto luego del profundo estudio de nuestra historia por diversos investigadores, y a ciertos titulados héroes se los está bajando del pedestal. Justo eso es lo que se volvió a vivir en Santa Rosa. Allí se realizó un acto en el teatro municipal, con la presencia de las autoridades locales, en celebración de haber cambiado el nombre de la avenida Julio Argentino Roca, el principal ejecutor de la campaña de quitar las tierras a los pueblos originarios, restablecer la esclavitud en la Argentina durante la presidencia de Nicolás Avellaneda y de cometer la más grade matanza de pueblos originarios en estas tierras.  Ahora toda esa avenida llevará el nombre del Libertador, José de San Martín, justo la figura opuesta en pensamiento a Roca, que jamás hizo discriminación con respecto a los pueblo
s originarios, a quienes llamaba “nuestros paisanos los indios”. Pensamiento que compartió a ultranza con Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Juan José Castelli y Bernardo de Monteagudo. Emocionante fue cuando se vio a mapuches en sus ropas típicas dar cuatro vueltas alrededor del monumento al cacique Pincén. Es que en Historia siempre, al final, triunfa la Etica, la Verdad. Un genocidio es un genocidio y no se lo puede tapar con el eufemismo de llamarlo la “Campaña del Desierto”. También quedó en claro que, además del genocidio y el robo de tierras, los vencedores volvieron a practicar la odiada esclavitud que había comenzado a eliminarse en nuestro país  Pero la verdad histórica que se escondió a casi un siglo y medio de sucedido el genocidio y que se tergiversó en los libros de historia con que aprendieron tantas generaciones en los institutos de enseñanza, finalmente surge y se demuestra la verdad. Ese es el único camino a la Paz entre los pueblos y al verdadero progreso. El lograr la Paz Eterna, como la soñaba el filósofo Kant.

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