EL FUTURO DE LA ESPECIE HUMANA
Escribe
LEONARDO BOFF (*) lboff@leonardoboff.com
Viernes 17 de mayo 2013
(*)LEONARDO BOFF (BRASIL)Teologo, filósofo y
escritor Es uno de los fundadores de la Teología de la Liberación.En 1985, la
Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el Ratzinger (hoy Papa) le
silenció por un año por su libro “La Iglesia, Carisma y Poder”, que criticaba
la Doctrina de la Iglesia . Es profesor de, ética y filosofía en Brasil.
Conferencista en muchas universidades , como Heidelberg, Harvard, Salamanca,
Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín. Ha escrito más de 100 libros,
traducidos a muchas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le otorgó el premio
Right Livelihood
Con un voto unánime, el 22 de abril de 2009,
la ONU dio la bienvenida a la idea, propuesta siempre por las naciones
indígenas y siempre relegada, de que la Tierra es Madre. Por lo tanto, se le debe el mismo respeto, la misma veneración y el
mismo cuidado que dedicamos a nuestras madres. A partir de ahora, cada 22 de
abril no sólo es el Día de la Tierra, sino el Día de la Madre Tierra. Este
reconocimiento conlleva importantes consecuencias. La más inmediata es que la
Tierra viva es titular de derechos. Y no sólo ella, sino también todos
los seres orgánicos e inorgánicos que la componen son, cada uno a su manera,
también titulares de derechos. Es
decir, cada ser tiene un valor intrínseco, como se subraya en la Carta de la
Tierra, independientemente del uso o no uso que hagamos de él. Tiene el derecho
de existir y a seguir existiendo en este planeta y a no ser maltratado o
eliminado. Esta aceptación del concepto de Madre Tierra viene a cumplir
lo que ya en los años 20 del siglo pasado el geoquímico ruso Vladimir
Vernadsky
(1983-1945), creador del concepto de la biosfera (el nombre fue acuñado por el
geólogo austriaco Eduard Suess (1831-1914) ) llamaba ecología global, en el
sentido de la ecología del globo terrestre como un todo. Conocemos la ecología ambiental, la político-social y la mental.
Faltaba una ecología global de la Tierra tomada como una compleja unidad total.
Siguiendo al geoquímico ruso, James Lovelock recientemente, con nuevos
datos empíricos, ha presentado la hipótesis de Gaia, aceptada en la actualidad como teoría científica: la Tierra aparece
efectivamente como un superorganismo vivo que se autorregula, tesis sostenida
por la teoría de sistemas, la de la cibernética y por los biólogos chilenos
Maturana y Varela. Vernadsky entendía la biosfera como esa finísima
capa que rodea la tierra, una especie de tela sutil indivisible que capta las
radiaciones del cosmos y de la propia Tierra y los transforma en energía
terrestre altamente activa. Aquí se realiza la vida. En ese todo se encuentra la multiplicidad de los seres en simbiosis
entre sí, siempre interdependientes, de forma que todos se autoayudan para
existir, persistir y coevolucionar. La especie humana es una parte de
este todo terrestre, la parte que piensa, ama, interviene y construye civilizaciones.
(La reflexión
completa de Leonardo Boff )
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