Escribe
IMMANUEL WALLERSTEIN (*) uente “La Jornada” de México – Domingo 12 de mayo 2013
(*)WALLERSTEIN IMMANUEL (1930) sociólogo y científico social
histórico de EE UU. Principal teórico
del análisis de sistema-mundo. Estudio en Columbia con doctorado en 1959. De 1976 a 1999 Profesor de
Sociología en Binghamton. Director del Centro Braudel de estudios económicos. ocupó
varios puestos al ser profesor visitante en diferentes universidades alrededor
del mundo, fue premiado con múltiples títulos honoríficos. Es presidente de la Comisión Gulbenkian.
En
2001, Jim O’Neill, entonces presidente de Goldman Sachs Assets Management,
escribió un artículo para sus suscriptores titulado "El mundo necesita
mejores BRICs económicos". O’Neill
inventó las siglas para describir a las llamadas economías emergentes de
Brasil, Rusia, India y China, y para recomendarlas a los inversionistas como el
"futuro" económico de la economía-mundo. El término pegó y
BRICs se volvió un grupo real que se reunía regularmente. Después añadió la
membresía de Sudáfrica y así la s minúscula se tornó S mayúscula. Desde 2001 los BRICS han florecido
económicamente, al menos en relación con otros sistemas del sistema-mundo.
También se han convertido en sujeto controvertido. Hay quienes piensan
que BRICS es la vanguardia de la lucha antiimperialista. Hay otros que, muy por el contrario, piensan que BRICS son agentes
subimperialistas del verdadero Norte (Norteamérica, Europa occidental y Japón).
Y hay quienes arguyen que son ambas cosas. Si nuestra definición de
antiimperialismo es reducir el poder de Estados Unidos, entonces
BRICS, con
certeza, representa una fuerza antiimperialista. Sin embargo, la geopolítica no es lo único que importa. Querremos también saber algo de las luchas
de clase al interior de los países BRICS, las relaciones entre estos países y
la relación que guardan con países que no son miembros de BRICS en el Sur. En
estos tres puntos, el récord de BRICS es turbio, por decir lo menos. Si miramos las relaciones económicas
de los países BRICS uno con otro, China brilla más que los otros en cuanto al
PIB y a la acumulación de bienes. India
y Rusia parecen sentir que necesitan protegerse contra la fuerza china. Brasil
y Sudáfrica parecen estar sufriendo de la inversión presente y potencial de
China en áreas claves. La crisis estructural del sistema-mundo se mueve
muy aprisa y de muchos modos muy inciertos como para asumir la suficiente
estabilidad relativa que permita a los BRICS continuar jugando un papel
especial, sea geopolítica o económicamente. Así
como la globalización misma, como concepto, pasó, así puede BRICS resultar un
fenómeno pasajero.
(El análisis
completo de Immanuel Wallerstein )
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