BLANQUEO O EXTERIORIZACIÓN DE DÓLARES
Escribe JULIO C. GAMBINA (*) Fuente: BLOG del autor
http://www.juliogambina.blogspot.com/ Jueves 9 de mayo 2013
(*) GAMBINA JULIO CESAR – Doctorr en Ciencias
Sociales (UBA) Profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la
Universidad Nacional de Rosario, Presidente de la Fundación de Investigaciones
Sociales y Políticas, FISYP, e Integrante del Comité Directivo del consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO. Miembro del Consejo Académico de
ATTAC-Argentina y dirige el Centro de Estudios Formación de la Federación
Judicial Argentina.
Finalmente
el gobierno habló de aquello que se ninguneaba, el dólar paralelo o blue. Lo hizo con el anuncio de colocación de
un bono de deuda para el desarrollo energético, el BAADE o Bono Argentino de
Ahorro para el Desarrollo Económico, y un certificado para inversiones
inmobiliarias, el CEDIN o Certificado de Depósito para el Sector Inmobiliario.
Son instrumentos para captar los billetes en poder de particulares, en el país
o en el exterior, incluso en paraísos fiscales. Según los organizadores de la medida, en la Argentina existirían
unos 40.000 millones de dólares en billetes y en el exterior unos 120.000
millones, con lo cual el universo a capturar son 160.000 millones, aunque
nadie arriesga monto concreto a conseguir en los tres meses en que esté abierto
el blanqueo, si es que así lo aprueba el Parlamento. El país no produce dólares, o divisas, si no es
por vía del
superávit comercial, las inversiones externas o el endeudamiento. Esas
tres fuentes aparecen con dificultades, por eso se restringió la compra de
dólares desde fines del 2011, se restringen las importaciones y se estimulan
las exportaciones, al tiempo que se
festejan las inversiones externas y se lamentan retiros como los de Vale do Río
Doce, o la eventual retirada de la Barrick ante las restricciones chilenas.
El gobierno está a la caza de las divisas, en primer lugar para continuar con
la política de cancelación de la deuda pública, el “desendeudamiento” y al mismo
tiempo conseguir fondos para la política de hidrocarburos y reactivar el
mercado inmobiliario. Lo primero es
que se trata de nuevo endeudamiento dolarizado, y mientras más exitoso sea el
blanqueo o exteriorización, mayor deuda dolarizada asume el Estado.
Todo el esfuerzo hasta ahora, se decía, estuvo en la pesificación de la deuda
externa. Con esta medida se retoma el camino de la deuda dolarizada.
( a nota completa de Julio Gambina
)
No hay comentarios:
Publicar un comentario