HAY UN FLUJO MASIVO DE CAPITAL HACIA AMÉRICA LATINA Y OTRAS REGIONES.

   AMÉRICA LATINA:   

ABUSOS DE LOS

INVERSIONISTAS EXTRANJEROS

Escribe  

 MARCO A. GANDÁSEGUI (*) 

Fuente “El Mercurio” digital - http://www.elmercuriodigital.net/ 

Viernes 7 de junio 2013

(*) MARCO A GANDÁSEGUI, hijo (1943 Panamá) Sociólogo, investigador, escritor. Analista político.  Doctor en Sociología  Investigador asociado del CELA. Profesor y Director del Depto. de Sociología de la Universidad de Panamá. Periodista. Participa en diversos medios del continente.

En Guayaquil, Ecuador, el 22 de abril pasado, 120 entidades  América latina, EEUU y Europa en un documento le piden a sus gobiernos que desarrollen políticas más consecuentes con las inversiones extranjeras que invaden a sus respectivos países. La pérdida de confianza en los mercados europeos y de EE UU crea un flujo masivo de capital hacia América Latina. Para atraer estas inversiones, muchos países descuidan sus economías permitiendo la entrada de capitales de dudosa procedencia. En 2012, América Latina recibió 173 mil millones de dólares de fuentes extranjeras. Los tratados y pactos de libre comercio sirven como paraguas para estas empresas inversionistas que logran extraerles a los gobiernos huéspedes ventajas y favores especiales. En la región todavía hay muchos países que

moldean sus legislaciones para acomodar a las empresas trasnacionales. No existe un espíritu empresarial por parte de los inversionistas extranjeros. Más bien se impone un criterio de despojo y de ‘ganar o ganar’. Muchas empresas incluyen cláusulas en sus contratos de inversión que obligan a los gobiernos a pagarles si sufren pérdidas. Más aún, muchos gobiernos se han visto forzados a pagarles a los inversionistas extranjeros las ganancias a futuro de las empresas que abandonan el país. Las organizaciones recomiendan tomar medidas concretas contra las inversiones extranjeras que pretenden despojar a la región de sus riquezas. (en la versión se citan tres medidas) Se menciona necesidad de crear mecanismos permanentes de interlocución con las organizaciones sociales, como un paso propicio hacia la creación de un proceso de participación directa de los pueblos y movimientos. 

(La nota completa de Marco A. Gandásegui).