Escribe
BERNARDO KLIKSBERG (*)
Fuente “Página
12”
Buenos Aires RA
Miercoles 3 de julio 2013
(*) BERNARDO KLIKSBERG – (Argentina) Dr. en Economía. Pionero
de la "Ética para el Desarrollo”. Es de los principales expertos a nivel
mundial en lucha contra la pobreza. Autor de 50 libros y centenares de trabajos
en áreas críticas del desarrollo, la Responsabilidad Social Empresarial, el
capital social, la lucha contra la pobreza, El último libro “Primero la gente”
es best seller internacional, con 19 ediciones, escrita con el premio Nobel de
Economía Amartya Sen.
El
Nobel Amartya Sen suele ironizar que los economistas ortodoxos que se dicen
discípulos de Adam Smith tienen un problema: “Sólo han leído la historia del
carnicero”, que buscaba su provecho personal, y no han seguido leyendo. Si no, se hubieran encontrado con el
planteo
de que los valores morales son esenciales para que los mercados
funcionen. Destaco entre ellos la honestidad, la transparencia, la confianza,
la orientación al interés público.Cabe preguntarse si no lo leyeron o
simplemente no se dieron por enterados. John Maynard Keynes fue más
lejos que Smith. Escribió que “los
empresarios son sólo tolerables mientras sus ganancias guardan relación con lo
que sus actividades contribuyen a la sociedad”. Las tensiones entre
ética y maximización de las ganancias sin escrúpulos generaron la peor
catástrofe de la historia de la industria textil. Mil veintiún jóvenes
trabajadores, en su gran mayoría mujeres, murieron en el reciente derrumbe de
una planta de ocho pisos en Bangladesh. Como
demostró la investigación, fue un hecho “criminal” porque el día anterior las
operarias mostraron a “los patrones” las grietas en el edificio e igual las
obligaron a continuar trabajando.
The New York Times saluda en un editorial (28/6/13) la decisión del
presidente Obama de suspender las preferencias comerciales que tenían las
exportaciones de ropa fabricada en Bangladesh a EE.UU. Señala que, a pesar de la indignación mundial, el gobierno de
dicho país anunció que seguiría prohibiendo que haya sindicatos en las
industrias exportadoras. Hay cuatro millones de trabajadores en las 5000
fábricas textiles. Como
Bangladesh |
no hay sindicatos ni regulaciones, se paga el salario
más bajo del mundo, 37 dólares por mes por larguísimas jornadas. Pobreza
segura para los obreros, márgenes formidables para “los patrones locales” y las
multinacionales que adquieren casi toda la producción. The New York Times anota que “líderes como la Sra. Hasina
difícilmente harán políticas que sean impopulares con las poderosas familias
dueñas de las fábricas de ropa a menos que sean forzados a adoptarlas”.
(
La nota completa de Bernardo Kliksberg )
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